Insumisos a la confidencialidad
?Es legal limitar el acceso de la ciudadan¨ªa a un contrato p¨²blico? Y en todo caso, ?es ¨¦tico que un gobierno oculte c¨®mo gasta los recursos?
La ciudadan¨ªa valenciana est¨¢ descubriendo estupefacta las tramas de corrupci¨®n que proliferaron en los ¨²ltimos a?os al calor de la contrataci¨®n p¨²blica, especialmente en la principal apuesta electoralista del Partido Popular: las grandes obras (Ciudad de las Artes y de las Ciencias, Terra M¨ªtica, Ciudad de la Luz, Aeropuerto de Castell¨®n) y los grandes eventos (visita del Papa, Copa Am¨¦rica, F¨®rmula 1). Aunque la sociedad en su conjunto sali¨® perdiendo con la pol¨ªtica de escaparate de Zaplana y Camps, determinados grupos empresariales ¡°amigos¡± del PP s¨ª salieron extremadamente beneficiados al hacer f¨¢ciles, r¨¢pidos y suculentos negocios con dinero p¨²blico, todos ellos en condiciones de opacidad. Ya no es s¨®lo que se adjudicaran contratos a dedo salt¨¢ndose la obligaci¨®n legal de convocar concurso p¨²blico, sino que dichos contratos permanec¨ªan despu¨¦s escondidos bajo siete llaves sin que ni siquiera los grupos de la oposici¨®n de las Cortes Valencianas pudieran acceder a ellos. En esa estrategia deliberada y consciente de ocultaci¨®n ha venido jugando un destacado papel la excusa ¨Cen ocasiones, la mentira- de las cla¨²sulas de confidencialidad.
Un ejemplo claro de esto lo encontramos en la relaci¨®n contractual de Santiago Calatrava con la Ciudad de las Artes y de las Ciencias S.A. (CACSA). En las hemerotecas y en el Diario de Sesiones quedan para la historia las reiteradas negativas del Consell a facilitar la informaci¨®n y documentaci¨®n que solicitaban los diputados con la excusa de que era confidencial. Sin embargo, cuando en abril de 2012 consegu¨ª acceder a todos los contratos de Calatrava con CACSA, pude comprobar que no existe ninguna cl¨¢usula de confidencialidad que impida mostrarlos. Por fin, veinte a?os despu¨¦s de la firma del primer contrato, la sociedad valenciana pudo conocer cu¨¢nto dinero p¨²blico (aproximadamente 100 millones de euros) y en qu¨¦ condiciones (benefici¨¢ndose de los sobrecostes y sin tributar en Espa?a) se llev¨® el arquitecto estrella del PP. El ¨¦xito de la web www.calatravatelaclava.com, con m¨¢s de un mill¨®n de visitas y noticia hasta en The New York Times, ratifica el inter¨¦s por conocer este caso emblem¨¢tico de despilfarro.
Recientemente he podido acceder a otros contratos que s¨ª tienen cl¨¢usulas de confidencialidad. Ante la voluntad de las partes contratantes de mantener en secreto su acuerdo, surgen dos preguntas. ?Es legal limitar el acceso de la ciudadan¨ªa a un contrato p¨²blico? Y en todo caso, ?es ¨¦tico que un gobierno oculte a la sociedad c¨®mo gasta unos recursos econ¨®micos que son escasos? La primera respuesta admite cierta controversia pero sobre la segunda no pueden existir dudas en una sociedad democr¨¢tica, que debe incluir la capacidad de los gobernados de fiscalizar a sus gobernantes.
En coherencia con este enfoque, desde Esquerra Unida hemos puesto en marcha la p¨¢gina web www.eldesconfidencial.com, donde pueden ser libremente consultados y descargados los contratos p¨²blicos que el Consell quiere ocultar. Por ejemplo, el del patrocinio del Open de Tenis (18 millones de euros), los de compra de derechos de emisi¨®n del Valencia CF, Villarreal CF y Levante UD (m¨¢s de 350 millones), o el firmado entre la empresa del magnate Bernie Ecclestone y VALMOR para la celebraci¨®n en Valencia del Gran Premio de F¨®rmula 1 (m¨¢s de 100 millones s¨®lo por el c¨¢non). Tras revelar este ¨²ltimo contrato hemos recibido descalificaciones y amenazas directas del vicepresidente C¨ªscar, pero no vamos a amilanarnos por ello. Legalmente entendemos que, por encima de las cl¨¢usulas contractuales, prevalece la ley, que reconoce la facultad de los diputados de recabar la documentaci¨®n en poder de la administraci¨®n ¡°para el mejor cumplimiento de sus funciones parlamentarias¡±, y sin duda una de ellas es dar a conocer a la sociedad c¨®mo se gasta el dinero p¨²blico. Pol¨ªticamente, consideramos que la transparencia es el mejor ant¨ªdoto contra la corrupci¨®n, que se reproduce con mucha mayor facilidad en condiciones de opacidad. Por eso en Esquerra Unida nos declaramos insumisos a la confidencialidad en los contratos p¨²blicos.
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