El secreto mortal de San Camilo
Condenado a 15 a?os por asesinar a un religioso de los Hermanos Misioneros Quer¨ªa robarle una carta que relataba abusos sexuales para hacer chantaje
Jes¨²s Rubio aprovech¨® el silencio de la madrugada para colarse en la habitaci¨®n del hermano Antonio Moreno, que estaba en pijama y viendo la tele con unos cascos. Ambos viv¨ªan en la residencia que los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres, una instituci¨®n religiosa, posee en el Guinard¨® de Barcelona. No se llevaban bien. Dos semanas antes de aquella irrupci¨®n nocturna, hab¨ªan peleado y se lesionaron. Rubio decidi¨® vengar la afrenta y, a las cinco de la madrugada del 18 de octubre de 2010, asfixi¨® a su compa?ero hasta matarle. La Audiencia de Barcelona le ha condenado por ello a 15 a?os de prisi¨®n.
Rubio no solo buscaba venganza: pretend¨ªa hacerse con el original de una carta que obraba en poder de Moreno y que dejaba en muy mal lugar a algunos religiosos de la residencia San Camilo. La misiva relataba supuestos abusos sexuales a menores, ocurridos tiempo atr¨¢s en el seno de la orden. ¡°Se apoder¨® de la carta para hacer chantaje, quer¨ªa dinero y un piso¡±, explic¨® a los Mossos d¡¯Esquadra, poco despu¨¦s de los hechos, un testigo protegido que ha resultado clave en el caso.
Los planes de Rubio quedaron plasmados en las conversaciones telef¨®nicas que mantuvo con otro interno antes y despu¨¦s de los hechos. ¡°Los tengo cogidos por los huevos, les puedo sacar el oro y el moro, y t¨² sabes por qu¨¦. Y encima voy a pedir 300.000 euros y un piso de alquiler durante varios a?os. Y me lo ponen, porque si no van a la c¨¢rcel¡±, explic¨®.
¡°Quer¨ªa dinero y un piso¡±, explic¨® un testigo protegido a los investigadores
Para culminar su chantaje, Rubio ¡°asfixi¨®¡± a Moreno en plena noche. Lo hizo, recoge la sentencia, ¡°solo o en compa?¨ªa de otra persona no determinada con la que habr¨ªa actuado de mutuo acuerdo¡±. Siguiendo el veredicto del jurado popular, los magistrados concluyen que el asesino ¡°aprovech¨®¡± que su v¨ªctima estaba ¡°desprevenida y confiada¡± dentro de la habitaci¨®n sin que ¡°pudiera esperar o prever ataque alguno contra su persona¡±. El jurado cree que Rubio pudo haber proporcionado ¡°somn¨ªferos¡± a Moreno, de forma que estuviera adormecido cuando ocurriera el ataque. As¨ª consta tambi¨¦n en las llamadas telef¨®nicas, que incluyen di¨¢logos en clave sobre lo ocurrido.
El mismo d¨ªa 18, el testigo protegido explic¨® a la polic¨ªa que ¡°sab¨ªa que [Rubio] hab¨ªa matado a una persona en la residencia¡±. El agente de los Mossos que llev¨® el caso detall¨® que la ¡°enemistad era considerable¡± entre ambos y la relaci¨®n, ¡°muy tensa¡±. Otros religiosos ofrecieron en el juicio m¨¢s detalles de la disputa. El superior de la orden explic¨® que ambos vinieron para explicarle sus problemas. Otro interno a?adi¨® que la v¨ªctima le hab¨ªa dicho que se hab¨ªa peleado y que ¡°lo iba a arreglar con una barra de madera¡±.
M¨¢s sorprendente fue a¨²n lo que explic¨® otro de los religiosos: ¡°La guerra empez¨® cuando el fallecido se enter¨® de que no era polic¨ªa¡±. El caso es que Rubio lleg¨® a la residencia, en principio, para pasar unos 20 d¨ªas. Al final, se qued¨® casi un a?o. Rubio se present¨® ante los internos como un mosso d¡¯esquadra, y aprovech¨® ese falso estatus para ¡°imponerse¡±, seg¨²n los testigos, a todos.
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