El Supremo anula la condena a una madre por la ablaci¨®n de su hija
La ni?a fue mutilada en una zona rural de Senegal antes de emigrar a Espa?a
El Tribunal Supremo ha absuelto a una madre senegalesa condenada por la Audiencia Nacional a dos a?os de c¨¢rcel por la ablaci¨®n genital a la que fue sometida su hija cuando ambas viv¨ªan en Senegal y la ni?a pasaba una temporada en casa de su abuela. El tribunal considera que no ha quedado probada la participaci¨®n de la madre en los hechos y no se le puede responsabilizar de la ablaci¨®n, detectada en una revisi¨®n m¨¦dica en un centro de salud de Premi¨¤ de Mar (Barcelona) en 2010. La absoluci¨®n anula la primera condena de un tribunal por un delito de ablaci¨®n cometido en el extranjero antes de que la familia de la v¨ªctima emigrara a Espa?a. El Supremo admite el recurso de casaci¨®n presentado por la mujer y anula la condenada dictada el 4 de abril, que impon¨ªa una indemnizaci¨®n de 10.000 euros.
Fatoumata Dabo lleg¨® a Barcelona con sus cuatro hijos, en 2010, para reunirse con su marido gracias a la reagrupaci¨®n familiar. Fue un profesional del centro de salud quien observ¨® que la hija de la pareja, de seis a?os, hab¨ªa sufrido la extirpaci¨®n del cl¨ªtoris y una obturaci¨®n de los orificios uretral externo y vaginal.
La Sala de lo Penal del Supremo considera que la ¨²nica prueba incriminatoria contra la madre ¡ªel testimonio del enfermero del centro de salud, que manifest¨® que ni ella ni el padre mostraron sorpresa al conocer las lesiones de la ni?a¡ª y la interpretaci¨®n que de ¨¦l hace la Audiencia es ¡°absolutamente insegura y abierta¡± y que ¡°en modo alguno justifica la participaci¨®n consciente o negligente de la acusada¡±. La madre, que no entend¨ªa el castellano ni el catal¨¢n cuando le comunicaron la mutilaci¨®n que hab¨ªa sufrido su hija, neg¨® ser la autora de la lesi¨®n. La sentencia del Supremo considera irrelevante a efectos penales si los padres sab¨ªan o no que la ni?a hab¨ªa sido mutilada.
Los magistrados apuntan tambi¨¦n que es ¡°l¨®gico¡± que los padres ¡°no sufrieran una reacci¨®n adversa y de contrariedad¡± al enterarse, ya que en Senegal la ablaci¨®n es ¡°un uso generalizado en zonas rurales¡±. Adem¨¢s, estos ¡°pudieron atribuir hipot¨¦ticamente la mutilaci¨®n a la abuela materna o a una tercera persona a instancia¡± de ella.
El tribunal cree que no se ha probado que la mujer participara en los hechos
La Audiencia hab¨ªa considerado que o bien la madre hab¨ªa perpetrado la mutilaci¨®n, o bien hab¨ªa omitido el deber de proteger a la ni?a del peligro al dejarla con un a?o de vida en casa de la abuela. Los magistrados del Supremo rechazan de plano esta interpretaci¨®n, al mantener que ¡°no consta la forma y circunstancias en que se ha mutilado a la ni?a¡± y que ¡°no cabe¡± responsabilizar a la mujer ¡°por la simple condici¨®n de madre¡±, pues de ser as¨ª, la condena tendr¨ªa que haber reca¨ªdo sobre el marido, mientras que este fue absuelto. Adem¨¢s, los magistrados opinan que ¡°no puede tildarse de conducta irresponsable¡± el hecho de dejar a la ni?a al cuidado de la abuela materna por ¡°razones vitales de subsistencia¡± para poder trabajar el campo.
Dabo no pod¨ªa pensar que su madre iba a llevar a cabo ¡°nada que perjudique a su nieta¡± ni ¡°pod¨ªa predecir que iba a trasladarse en pocos a?os a Espa?a¡±, donde la ablaci¨®n es delito.
La sentencia ha contado con el voto particular discrepante del magistrado Manuel Marchena, que estima que el tribunal deber¨ªa haber confirmado la pena por el delito de lesiones.
El magistrado utiliza los argumentos de la sentencia de la Audiencia Nacional, que mantuvo que ¡°a la hora de declarar la autor¨ªa de la acusada, no hace falta que las pruebas practicadas conduzcan, de forma inequ¨ªvoca, a la imputaci¨®n directa y material¡±.
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