Las terrazas se adue?an de la calle

Desde hace dos a?os y medio la instalaci¨®n de terrazas por parte de los hosteleros de Valencia se ha disparado. Desde que entr¨® en vigor la ley antitabaco, en 2010, el Ayuntamiento de la capital ha multiplicado el n¨²mero de autorizaciones. Si a principios de 2010, se dieron 1.416 permisos, en enero de 2013 rozaban los 2.900, seg¨²n datos oficiales del Ayuntamiento. La llegada de turistas a Valencia no ha hecho m¨¢s que exagerar el fen¨®meno, sobre todo en el casco hist¨®rico, por el que muchas veces es complicado sortear ese mar de mesas y sillas.

No es un fen¨®meno exclusivo de Valencia. La proliferaci¨®n de terrazas en locales de restauraci¨®n se ha dado en gran parte del pa¨ªs. El Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, ten¨ªa previsto ingresar a lo largo de 2013 un 32% m¨¢s de los 5,7 millones de euros que recaud¨® el a?o anterior por la ocupaci¨®n de la v¨ªa p¨²blica. Valencia ha superado este a?o los 1,73 millones de euros previstos en un principio, por ello ha elevado la recaudaci¨®n prevista para 2014 a 2,25 millones de euros.

La autorizaci¨®n de terrazas se ha convertido en un negocio lucrativo para el Ayuntamiento de la capital. En 2006, el Gobierno local ingres¨® 840.000 euros. Los dos a?os siguientes, 2007 y 2008, recaud¨® otros 940.000 euros, en 2009 se redujeron los ingresos a 416.000 pero desde entonces no ha parado de crecer. Las arcas municipales recibieron en 2010 por tasas a sillas y mesas 800.100 euros, cantidad que creci¨® hasta los 1,1 millones de euros en 2011 y los 1,9 millones en 2012. A finales de agosto, Valencia hab¨ªa recaudado por este concepto algo m¨¢s de dos millones de euros.

El Consistorio emprendi¨® una campa?a para que los locales pintasen en el suelo unas se?ales de color verde que indicaban la superficie de terraza para que la Polic¨ªa Local, sin necesidad de pedir papeles, comprobase de una ojeada si el local cumpl¨ªa o no la ordenanza. Se hizo en el barrio de El Carme y la intenci¨®n era extenderlo al resto de zonas de ocio, pero todav¨ªa se est¨¢ a la espera.

El boom ha dado pie a situaciones de lo m¨¢s ins¨®litas. La plaza de la Reina, epicentro tur¨ªstico de la capital, est¨¢ repleta de mesas y sillas hasta el punto de que en ocasiones resulta dif¨ªcil transitar por las aceras. Otro c¨¦ntrico restaurante de la capital forr¨® con m¨¢s de 40 mesas una calle peatonal que da a la calle de las Barcas. Unas semanas despu¨¦s, y tras varias denuncias por competencia desleal, la calle qued¨® libre de la terraza. El fen¨®meno es especialmente intenso en Ciutat Vella y en Russafa, lo que ha provocado las protestas de las asociaciones de vecinos, dado que las terrazas tienen permiso para estar abiertas hasta la una de la madrugada.

La avalancha fue tal que el Consistorio abri¨® varios expedientes sancionadores. En marzo de 2013, por ejemplo, el Gobierno local impuso una multa de 1.500 euros por infracci¨®n muy grave a un local situado en la calle En Blanch porque hab¨ªa colocado seis mesas y 18 sillas "sin autorizaci¨®n municipal y sin que resulte legalizable". En la plaza de la Reina se han puesto sanciones parecidas.

¡°Cuando hace buen tiempo [la mayor parte del a?o en el caso de Valencia] es mucho m¨¢s c¨®modo estar en una terraza que en el interior de un restaurante. Es agradable y el visitante lo agradece. Ahora bien, hay un descontrol muy grande ahora. En unas zonas se castiga m¨¢s que en otras¡±, reconoce el propietario de un restaurante del centro que no tiene terraza.

En la Plaza Redonda, otro de los enclaves tur¨ªsticos m¨¢s conocidos de la capital, hubo un tiempo en que los pasillos de acceso se llenaron de mesas y sillas. El n¨²mero de mesas desplegadas se ha reducido por motivos de seguridad y a instancias del Consistorio para evitar taponar los accesos.

Las asociaciones de vecinos dieron el pasado verano la voz de alarma por la proliferaci¨®n del n¨²mero de terrazas y por las molestias que ocasionan a los vecinos. Incluso se baraja limitar la apertura de nuevos locales en seg¨²n qu¨¦ zonas para evitar la aglomeraci¨®n. En Alicante, varios barrios han declarado tambi¨¦n la guerra a las terrazas.

El Ayuntamiento de Valencia ultima la nueva ordenanza que regular¨¢ todas las actividades que pueden realizarse en la v¨ªa p¨²blica. La concejal socialista Isabel Dolz se pronuncia sobre la cuesti¨®n: ¡°Estamos a favor de las terrazas, son imprescindibles en toda ciudad europea moderna y tur¨ªstica que se precie pero de forma mesurada¡±.