Defensa de un proceso de paz sin enga?os
"La mayor¨ªa de los que fueron a Bilbao no salieron cuando ETA mat¨® a Yoyes"
No he conocido manifestaciones tan concurridas como la convocada el s¨¢bado por PNV y Sortu, con excepci¨®n de la que hicimos tras el asesinato de Miguel ?ngel Blanco. Es innegable el ¨¦xito de la convocatoria en apoyo a los presos, hablando claro y m¨¢s all¨¢ de la ambig¨¹edad calculada de los de Urkullu al poner como lemas: "derechos humanos, acuerdo y paz". Un sarcasmo porque la mayor¨ªa de los que fueron a las calles de Bilbao no salieron nunca antes a protestar cuando ETA asesin¨® a Yoyes, a pol¨ªticos dem¨®cratas, periodistas, jueces, empresarios, ni?os y menos a¨²n en el caso de atentados contra polic¨ªas de cualquier uniforme o militares.
?Cu¨¢l es ahora el peso moral de su protesta si todav¨ªa no han reconocido que hicieron mal en apoyar a ETA? ?Cu¨¢ndo seremos capaces de reconocer que una buena parte de nuestro pueblo no estuvo a la altura exigible en muchos momentos por miedo, cobard¨ªa o comodidad? O lo que es peor, que hubo sectores de la sociedad vasca que no acudieron nunca a defender y exigir que se respetaran los derechos humanos porque compart¨ªan el m¨¦todo de acci¨®n y los objetivos de ETA. ?Llegar¨¢ el d¨ªa en que se reconozca en voz alta la trama de complicidades y la dura realidad de lo sucedido?
No ser¨¦ yo quien olvide que en su momento, hace 20 a?os, algunos gritaban contra ETA y, a la vez, desde la impotencia justificaban o no condenaban con todas sus consecuencias el terrorismo de otro signo al entenderlo como un atajo. En realidad, aquel terrorismo incrustado en las alcantarillas del Estado sirvi¨® para alimentar a la bestia de ETA, confundir y desmovilizar durante un tiempo a muchos dem¨®cratas vascos. Que cada cual examine su conciencia porque eso tambi¨¦n debe formar parte del proceso de paz.
Me decepciona el PNV por ir de la mano de quien no ha realizado a¨²n una autocr¨ªtica por apoyar y justificar durante a?os el terrorismo. Creo que el PNV ha cometido un error, por m¨¢s que no guste la d¨¦bilmente argumentada prohibici¨®n por el juez Velasco de la inicial convocatoria. Es cierto que pesan mucho los "indicios", las sospechas y las ganas de mostrar dureza cuando se trata de autorizar o no actos que siendo legales reabren heridas y provocan da?o moral en las v¨ªctimas e im¨¢genes inmorales. Sucedi¨® con la rueda de prensa de los ex-presos hist¨®ricos reunidos donde y en el "Matadero" de Durango, sin hacer alusi¨®n al arrepentimiento o sin pedir la disoluci¨®n de la banda.
Error, s¨ª, del PNV que con el pretexto de dar un aviso a Rajoy por su inmovilismo, no quiere reconocer que la decisi¨®n de Urkullu obedec¨ªa al c¨¢lculo electoral de no perder la hegemon¨ªa del nacionalismo frente al marcaje de Sortu. Me preocupan las consecuencias y lecturas perjudiciales que esa unidad de acci¨®n del soberanismo producen a la convivencia y a un complejo y largo proceso de paz que ha de buscar como objetivo deslegitimar a ETA. Asistimos a un paso atr¨¢s en el relato democr¨¢tico que queremos construir y defender frente a quienes buscan legitimar la existencia del terrorismo y juegan al equilibrismo y la equidistancia.
Y afirmo que, para defender la consolidaci¨®n del proceso de paz, los lemas de la manifestaci¨®n ten¨ªan que haber sido: "Por el final de la dispersi¨®n y por la disoluci¨®n de ETA". Yo me habr¨ªa apuntado. Pero no han tenido ni el valor ni la coherencia de proponer una movilizaci¨®n que no rompiera la unidad de las fuerzas democr¨¢ticas. En la nueva coyuntura el PP sigue tratando la soluci¨®n del problema como si nada hubiera cambiado en ETA y en la izquierda abertzale tras los movimientos de Otegi. De modo que no me extra?a la contribuci¨®n de quienes torpemente han alentado la manifestaci¨®n desarrollada en un "silencio clamoroso". Es la continuidad de la irresponsabilidad del PP que inici¨® hace a?os Aznar y han seguido Rajoy y la caverna medi¨¢tica; todos los que han insultado y acusado de traici¨®n al Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero por tratar de poner fin al terror y han restado valor a la declaraci¨®n de ETA en octubre de 2011.
Los mismos que niegan la derrota de ETA a manos del Estado de Derecho, se resisten a aceptar la sentencia del Tribunal de DDHH de Estrasburgo sobre la doctrina Parot, reniegan de la legalizaci¨®n judicial de Bildu y Sortu y no saben leer las declaraciones del colectivo de presos que, a¨²n siendo muy insuficientes, evidencian sus obligados cambios de actitud y las renuncias a pretensiones m¨ªticas como la amnist¨ªa. Sin embargo, el PP cae siempre en la tentaci¨®n de actuar en base a conveniencias electorales, para acallar disputas internas o tapar las verg¨¹enzas de su gesti¨®n reaccionaria y de la involuci¨®n que sufre la democracia en Espa?a. Sin dudas y sin complejo, los socialistas, aqu¨ª y en Madrid, exigimos al Gobierno otra actitud y otra pol¨ªtica penitenciaria que ponga fin a la dispersi¨®n y logre la reinserci¨®n social de los presos lo cual es posible desde el respeto a las leyes.
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