Han perdido el oremus
El resumen de las atrocidades cometidas en esta legislatura son una obscena colecci¨®n de barbaridades que no siempre hay modo de ocultar
Cuesta tanto creer que a un caballero tan educado como Ruiz-Gallard¨®n se le ocurra afirmar que una persona dispuesta a interrumpir un embarazo tambi¨¦n lo estar¨¢ a matar a la gente, que parece oportuno atribuirle un desparrame mental transitorio, y si nos atenemos a algunas declaraciones recientes del se?or ministro del Interior habr¨¢ que concluir que la enfermedad es contagiosa, y que si a ello se unen las ocurrencias de groupie de la Cospedal tenemos al completo el s¨ªndrome de Blancanieves en versi¨®n beata en la que a la mayor¨ªa de ciudadanos se les adjudica por el morro el papel¨®n de enanos. El colof¨®n ( por ahora, no se hagan ilusiones) lo pone ese nuevo cardenal, creo que valenciano, que anda diciendo por ah¨ª, en plan Aramis Fuster, que la homosexualidad se puede curar lo mismito que la hipertensi¨®n, as¨ª que un homosexual bien puede pasar una semanita prescindiendo del caf¨¦ y de la sal para levantarse una ma?ana descubriendo que se ha salvado de la hipertensi¨®n para descubrir con horror que ahora le ponen los cardenales de sotana y tente tieso, sobre todo aquellos que para desorientar a su orientaci¨®n la emprenden con piedad simulada y escaso conocimiento contra sus iguales. Para qu¨¦ repetir ahora, en pleno desaliento ante tanto abuso, que en una ocasi¨®n Freud recibi¨® una carta de una se?ora vienesa muy preocupada por la homosexualidad de su hijo, a lo que el atribulado vien¨¦s respondi¨® con su profunda educaci¨®n que no pod¨ªa ocuparse de su hijo porque la homosexualidad no constituye enfermedad alguna, y que estar¨ªa encantado de atenderle si esa circunstancia u otra le ocasionaba grandes disturbios personales.
M¨¢s inter¨¦s tendr¨ªa que onegeros de pacotilla y su jefe se pusieran en manos de un buen psiquiatra, ya sea en la enfermer¨ªa de Picassent o apoquinando de su bolsillo, a fin de dilucidar no ya por qu¨¦ se metieron, presuntamente, a birlar un dinero destinado a los pobres nicarag¨¹enses sino a cuenta de qu¨¦ disfunci¨®n cerebral han dedicado su vida al enga?o en provecho propio y qu¨¦ disturbio mental les ha llevado a acabar mostrando la siniestra oscuridad de su car¨¢cter en las sesiones de un proceso judicial que quedar¨¢ como ejemplo de lo que jam¨¢s un mandam¨¢s debe hacer sufrir a sus subordinados. Y as¨ª hasta Luis de Guindos, que se permite en Bruselas mandar ¡°a tomar por culo¡± a los periodistas creyendo que no lo escuchan, en lo que sin duda en su boquita supone un insulto, sin reparar en que esa actividad resulta m¨¢s placentera para muchos miles de personas que depender de un ministro como ese. Esta gente tan educada se comporta como el camionero borrascoso en cuanto tiene ocasi¨®n, y la tiene a menudo cuando cree que lo dicho no saldr¨¢ en la tele ni nada, porque lo hecho, el resumen de las atrocidades cometidas en esta legislatura, y las que vendr¨¢n, son una obscena colecci¨®n de barbaridades que no siempre hay modo de ocultar. Y lo que sale es que un cantama?anas justiciero asegura que la ley del aborto ser¨¢ muy buena para la econom¨ªa. Estar¨ªa pensando en la suya.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Alberto Ruiz-Gallard¨®n
- Caso Blasco
- Opini¨®n
- Ley del Aborto
- Ministerio de Justicia
- Aborto
- Anticoncepci¨®n
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Legislaci¨®n espa?ola
- Ministerios
- Comunidad Valenciana
- Reproducci¨®n
- Casos judiciales
- Corrupci¨®n
- Espa?a
- Delitos
- Medicina
- Pol¨ªtica
- Legislaci¨®n
- Administraci¨®n Estado
- Salud
- Justicia
- Administraci¨®n p¨²blica