Asentamientos de temporada
El incendio en el poblado de Lepe pone de manifiesto la situaci¨®n de miles de inmigrantes
Sus manos hablan de los a?os trabajados en el campo y en la construcci¨®n, las mismas que este jueves ataban con fuerza y resignaci¨®n la estructura de la que ser¨¢ su casa en las pr¨®ximas semanas. Ca?as, pl¨¢sticos y cartones, los materiales. Kamaro, de 57 a?os y natural de Senegal, es uno de los inmigrantes que el pasado lunes perdi¨® todo lo que ten¨ªa en el incendio que asol¨® las chabolas de un asentamiento de Lepe (Huelva). El viento trae a¨²n el olor a quemado. Ese d¨ªa, sobre las 14.20, Sana (de 58 a?os y tambi¨¦n de Senegal) calentaba en una hoguera una olla con agua para lavarse. Una r¨¢faga de viento hizo el resto. La ONG Cepaim (Consorcio de Entidades para la Acci¨®n Integral con Inmigrantes) afirma que el fuego destroz¨® 80 de las 200 chabolas que pueblan esta parcela junto al cementerio. El suceso ha abierto el debate sobre estos asentamientos y una guerra pol¨ªtica entre las Administraciones.
En Huelva, 2.000 inmigrantes viven en chabolas; en Almer¨ªa, 8.500
Seg¨²n el t¨¦cnico de acogida de Cepaim Aristide Gomis en la comunidad andaluza existen entre 20 y 30 poblados agrarios como el incendiado en Lepe. ¡°En la provincia de Huelva, unas 2.000 personas viven en este tipo de poblados [Huelva Acoge eleva la cifra a las 2.500]. En Almer¨ªa, unos 8.500¡±, precisa el representante auton¨®mico de la organizaci¨®n, Javier P¨¦rez. ¡°Son asentamientos de temporada. Los inmigrantes llegan alentados por las diferentes campa?as de recogida. Y cuando se terminan, se marchan a otra regi¨®n¡±, explica P¨¦rez. En el de Lepe, actualmente viven unos 150 inmigrantes, la mayor¨ªa del ?frica occidental. Su punto ¨¢lgido de ocupaci¨®n es abril, cuando hay m¨¢s de 350 personas, seg¨²n Gomis. ¡°Durante todo el a?o puede haber unas 20, no m¨¢s¡±, precisa el t¨¦cnico, tras reconocer que con la crisis ha aumentado el n¨²mero de personas que viven en estos asentamientos.
Mientras corta las ca?as con una sierra, Kamaro recuerda que lleg¨® a Espa?a en busca de un futuro mejor, ¡°como todos¡±, dice. Tras vivir m¨¢s de 10 a?os en Barcelona, hace 25 d¨ªas se anim¨® a venir a Lepe. Un amigo le acog¨ªa en su chabola y le aseguraba trabajo en la campa?a de la recogida de la naranja. El fuego no ha quemado sus ilusiones, pero s¨ª las de Arama (42 a?os). ¡°Tengo casa en Barcelona. Hace unas semanas me qued¨¦ parado y un amigo me dijo que me viniera a Lepe. Ahora no tengo ni trabajo, ni dinero, ni pasaporte. Lo que quiero es volver a casa¡±, explica el senegal¨¦s, quien, junto a nueve compa?eros del asentamiento, ha sido realojado en unas viviendas que Cepaim tiene en Tariquejo, en el municipio vecino de Cartaya.
Eliminar ese efecto llamada del que hablan Kamaro y Arama es, para el subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique P¨¦rez Viguera, el primer paso para erradicar este tipo de poblados. ¡°Si suprimimos el efecto llamada y todos nos comprometemos a hacer lo que tenemos que hacer, 2020 es buen plazo para erradicar todos los asentamientos que hay en la provincia¡±, afirm¨® P¨¦rez Viguera en el encuentro del mi¨¦rcoles entre representantes de la Junta, del Ayuntamiento de Lepe y de las organizaciones humanitarias. El subdelegado dio tambi¨¦n un tir¨®n de orejas a los empresarios por contribuir a ese reclamo.
Instituciones y asociaciones
Pese al compromiso mostrado en dicha reuni¨®n por todas las partes, el suceso ha abierto una guerra pol¨ªtica entre las Administraciones. Un enfrentamiento que tambi¨¦n estuvo sobre la mesa. P¨¦rez Viguera responsabiliz¨® de estos poblados a los Ayuntamientos y el presidente del PP onubense y exalcalde de Lepe, Manuel Andr¨¦s Gonz¨¢lez, asegur¨® que las competencias son de la Administraci¨®n andaluza. Tras negar dicha acusaci¨®n, el delegado de la Junta en Huelva, Jos¨¦ Fiscal, record¨® que la Junta hab¨ªa otorgado 300.000 euros al Ayuntamiento de Lepe para la construcci¨®n de un albergue para inmigrantes y que el equipo de Gobierno tuvo que devolver el dinero dejando el edificio a medio construir. Por su parte, la concejal de Servicios Sociales de Lepe, Mariana Otero, insisti¨® en que el asunto es m¨¢s complicado de lo que parece porque ¡°muchos inmigrantes prefieren mandar dinero a sus familias en lugar de alquilar un piso¡±. Otero remarc¨® que ¡°ellos son libres de elegir su modo de vida y no se le puede imponer nada¡±.
Tras el incendio, los inmigrantes han ido volviendo al asentamiento pese a que el Consistorio les hab¨ªa habilitado el polideportivo municipal. La mayor¨ªa, como Kamaro, reconstruye sus chabolas. El resto ha optado por alojarse en las de amigos o conocidos. ¡°Sea donde sea, pero lejos de donde se gener¨® el fuego y entre compatriotas¡±, explica Mussa (38 a?os) mientras tensa la cuerda con la que atar¨¢ las ca?as. ?l y su compa?ero esperan tenerla terminada antes de que caiga la noche. Aseguran que ahora su ¨²nica preocupaci¨®n es recuperar la documentaci¨®n. ¡°Sin papeles no hay trabajo¡±, afirma Mussa.
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