La reindustrializaci¨®n valenciana en su contexto
Por encima de todo necesitamos visiones de conjunto capaces de controlar el desorden de los esfuerzos p¨²blicos
La prolongada crisis econ¨®mica y financiera, la destrucci¨®n masiva de empleo y el riesgo de desaparici¨®n de las clases medias, han propiciado una nueva forma de concienciaci¨®n en favor de la industria de la que participan la mayor¨ªa de las tradicionales potencias y regiones industriales. M¨¢s all¨¢ de las motivaciones econ¨®micas est¨¢ tambi¨¦n la convicci¨®n, cada vez m¨¢s arraigada, de que la pujanza industrial es una v¨ªa segura hacia la fortaleza cient¨ªfica y tecnol¨®gica, adem¨¢s de una forma de posicionarse favorablemente en las din¨¢micas de la globalizaci¨®n.
La globalizaci¨®n es el ¨²nico marco en el que tiene sentido competir por la reindustrializaci¨®n, porque es inevitable que todos los dem¨¢s territorios industriales del continuo global quieran librar esa misma batalla. Hoy m¨¢s que nunca el desaf¨ªo por reindustrializarse no puede jugarse como un derby, sino como un mundial. Los riesgos y los competidores pueden estar en cualquier parte. Lo mismo sucede con los clientes, las inversiones y las oportunidades. El ¨¦xito depende de hacer de cada territorio el mejor escenario en el que relacionar industrialmente demanda global y oferta global. De suelo, de recursos humanos, de inversi¨®n y de tecnolog¨ªa. Sin perder de vista que los principales ¨¢rbitros son siempre el conocimiento y la innovaci¨®n.
La capacidad de reindustrializarse no es universal. Como se?ala Michael Porter en La competitividad de las ubicaciones, las ventajas competitivas de los territorios distan mucho de ser aleatorias. Por lo que en materia de reindustrializacion es l¨®gico preguntarse si existe una correspondencia entre los medios y los fines. ?Hasta qu¨¦ punto son coherentes las estrategias industriales de cada territorio con sus pretendidos objetivos de reindustrializaci¨®n?.
Responder a esta preguntas exige (como siempre) sentido com¨²n y mirar alrededor. En los p¨¢rrafos siguientes describiremos pues el enfoque conceptual a partir del cual se est¨¢n desarrollando diferentes estrategias industriales, con la intenci¨®n de incidir principalmente en dos ideas: que no existen excepciones dignas de menci¨®n que no consideren la innovaci¨®n como elemento m¨¢s determinante de la competitividad industrial, as¨ª como que existe una aceptaci¨®n generalizada de que territorio, tecnolog¨ªa e industria deben integrar una misma unidad de an¨¢lisis y de actuaci¨®n. Para terminar confrontaremos el resultado de esa visi¨®n comparada con los instrumentos que sirven de apoyo a la pol¨ªtica industrial de la Comunidad Valenciana.
Alemania, grandes estrategas sin estrategia
Pese a que Alemania es una de las potencias industrialmente m¨¢s competitivas del mundo -es la segunda en el ranking mundial de competividad industrial despu¨¦s de China- la locomotora europea presume de horizontalidad y de carecer de una estrategia industrial propiamente dicha, por considerar que la pol¨ªtica industrial debe limitarse a garantizar las mejores condiciones para la innovaci¨®n, as¨ª como un acceso competitivo de las empresas alemanas a los mercados internacionales.
"La moderna pol¨ªtica industrial", se?ala la presentaci¨®n oficial de la pol¨ªtica industrial del Ministerio Federal Alem¨¢n para Asuntos Econ¨®micos, "es una labor multinivel y una funci¨®n interdisciplinar que apenas dispone de unos pocos instrumentos a su disposici¨®n. Para que sea eficaz, indica la misma fuente, no es necesario desarrollar visiones estrat¨¦gicas, perseguir proyectos de prestigio, ni mucho menos subvencionar sectores no competitivos, sino establecer las condiciones para la innovaci¨®n y la producci¨®n en un amplio espectro de sectores econ¨®micos. Las funciones clave de la pol¨ªtica industrial, contin¨²a el mismo documento, van desde la identificaci¨®n de emplazamientos empresariales atractivos por parte de las comunidades locales, a la negociaci¨®n de acuerdos globales de comercio que tomen en consideraci¨®n los intereses de las compa?¨ªas dom¨¦sticas".
La pol¨ªtica industrial consiste en la identificaci¨®n de los mejores enclaves territoriales para el desarrollo industrial, el mejor cuidado del sistema de innovaci¨®n y la vigilancia permanente de que las empresas alemanas no se vean perjudicadas por restricciones arancelarias o por barreras comerciales de acceso al mercado internacional.
M¨¢s que carecer de estrategia, lo que sucede en Alemania es que la visi¨®n estrat¨¦gica de cada pol¨ªtica sectorial es tan intensa que la pol¨ªtica industrial deja de necesitar su propio marco estrat¨¦gico sectorial.
La apuesta alemana en favor de los valores de la innovaci¨®n y el territorio como puntales de la industria tiene como corolario una pol¨ªtica industrial que, por vocaci¨®n propia, se disuelve en el conjunto de las pol¨ªticas p¨²blicas que garantizan la excelencia de ambas variables. La I+D, la educaci¨®n, el medio ambiente, la energ¨ªa, las materias primas, las infraestructuras o la inversi¨®n extranjera directa: ¨¦stas son las pol¨ªticas que Alemania presenta oficialmente en el exterior como sus verdaderos instrumentos de pol¨ªtica industrial.
Francia, el imperativo territorial
El componente territorial de la estrategia francesa es hasta tal punto definitorio de su planteamiento y desarrollo que a la pol¨ªtica de reindustrializaci¨®n se la concibe t¨¦cnicamente como un proceso de relocalizaci¨®n industrial, siendo ¨¦sa precisamente la denominaci¨®n que recibe la estrategia industrial en la documentaci¨®n oficial de la Rep¨²blica Francesa: Relocalisation d'activit¨¦s industrielles en France.
?El objetivo de la estrategia es identificar los factores determinantes de la relocalizaci¨®n de compa?¨ªas y el dise?o de soluciones estables para apoyar a las mismas en el mantenimiento o la relocalizaci¨®n de sus actividades en Francia. Por eso la parte anal¨ªtica de la estrategia se construye con base en la modelizaci¨®n de tres esquemas que incorporan los factores y par¨¢metros que condicionan las decisiones de localizaci¨®n, tomando en cuenta diferentes sectores industriales, as¨ª como los distintos momentos de tiempo en que se desarrolla todo proceso de decisi¨®n empresarial sobre localizaci¨®n.
El resultado de tal an¨¢lisis es la constataci¨®n de cinco l¨®gicas econ¨®mico-territoriales que se ponen despu¨¦s en relaci¨®n con las caracter¨ªsticas sectoriales de cada territorio y con su dotaci¨®n de recursos humanos, en el marco de lo que se denomina el Observatorio de Anticipaci¨®n de Impactos y Localizaciones, cuya misi¨®n es cartografiar las debilidades y las ventajas comparativas del territorio franc¨¦s a efectos de mantenimiento y atracci¨®n de implantaciones industriales.
En 2013 se present¨® en Francia una cartograf¨¬a [fig. 1] en que la representaci¨®n del binomio industria-territorio se mostraba en toda su virtualidad, grafi¨¢ndose la distribuci¨®n de 100 casos diferentes de relocalizaci¨®n industrial en relaci¨®n a una clasificaci¨®n del estado franc¨¦s que divid¨ªa todo el territorio nacional en 7 categor¨ªas territoriales. La principal conclusi¨®n del informe fue, adem¨¢s, que la mayor parte de las relocalizaciones industriales se hab¨ªa producido en los territorios que el informe denominaba de 'mayores activos cognitivos'.
Reino Unido, la v¨ªa cient¨ªfica
En el Evidence Paper (un tipo de documento que lamentablemente no tiene correlato en la literatura p¨²blica e institucional continental) del Proyecto para el Futuro de la Industria de la Oficina de Ciencia del gobierno brit¨¢nico, se asume como evidencia oficial que las mutaciones geogr¨¢ficas de la localizaci¨®n industrial se encuentran simplemente en sus estadios iniciales, por lo que se asume la necesidad de una reconceptualizaci¨®n del sentido de la pol¨ªtica industrial derivada de las exigencias de adaptaci¨®n a una geograf¨ªa econ¨®mica en permanente evoluci¨®n, dando la m¨¢xima importancia a la comprensi¨®n del comportamiento espacial de las industrias tecnol¨®gicas emergentes.
Otra de las obsesiones en la visi¨®n a largo plazo de la pol¨ªtica industrial del Reino Unido es c¨®mo administrar el grado creciente de dependencia de la industria respecto a trabajadores hipercualificados. El pa¨ªs calcula que su industria habr¨¢ de proveerse de 80.000 profesionales STEMs (Science, Technology, Engineering, Mathmatics) de aqu¨ª a 2020. Pero el desaf¨ªo nacional es bastante m¨¢s ambicioso, porque el Departamento de Ciencia trabaja intensamente a trav¨¦s de su Proyecto para el Futuro de la Industria tanto en la sofisticaci¨®n progresiva de los objetivos de la pol¨ªtica industrial, como en la detecci¨®n de los nuevos recursos que ser¨¢n necesarios para formar los perfiles de s¨ªntesis que demandar¨¢ la industria de alta intensidad tecnol¨®gica, profesionales capaces de trabajar en los l¨ªmites de su conocimiento disciplinar con profesionales de otras disciplinas en procesos muy din¨¢micos de innovaci¨®n.
?Estrategias industriales regionales
La soldadura metodol¨®gica de tecnolog¨ªa, industria y territorio no es exclusiva del nivel de la planificacion estatal. Precisamente en octubre del pasado a?o, la presidenta de la Comisi¨®n de Desarrollo Regional del Parlamento Europeo llamaba la atenci¨®n sobre el papel crucial de las regiones en el proceso de reindustrializaci¨®n europea (cuesti¨®n que se abordadar¨¢ por el Consejo en febrero de 2014) apelando a una aproximaci¨®n bottom-up basada en la especializaci¨®n inteligente de los territorios, su planificaci¨®n espacial y urbana, su apoyo al emprendedurismo y la innovaci¨®n, el desarrollo de parques cient¨ªficos, clusters tecnol¨®gicos y otros enclaves industriales.
Fuera de la Uni¨®n Europea, los ejemplos de estrategias regionales que pueden citarse como ilustrativos de la implementaci¨®n del mismo planteamiento son innumerables, aunque para tratar de construir una panor¨¢mica del mayor posible alcance global nos limitaremos a citar uno en Norte Am¨¦rica, otro en Asia y otro en Ocean¨ªa.
Es muy interesante a este respecto el informe de la OCDE sobre Corea del Sur que lleva por t¨ªtulo Pol¨ªtica Industrial y Desarrollo Territorial, informe que estudia la relaci¨®n entre procesos de industrializaci¨®n y patrones de desarrollo regional en el pa¨ªs asi¨¢tico y que comienza con la declaraci¨®n siguiente: "La relaci¨®n entre industria, tecnolog¨ªa y desarrollo territorial es el gran puzzle del desarrollo econ¨®mico, tanto en teor¨ªa como en la pr¨¢ctica".
La Estrategia de pol¨ªtica industrial 2013-2017 de Quebec no presenta un inter¨¦s menor desde esta perspectiva. Especialmente si se tiene en cuenta que su Prioridad 1 es incrementar la inversi¨®n en tecnolog¨ªas industriales avanzadas y su Prioridad 2 intensificar el apoyo territorial a los clusters existentes y generar tres nuevos clusters industriales en su territorio.
Por ¨²ltimo puede citarse el ejemplo de la Estrategia de Pol¨ªtica Industrial y de Empleo de la Regi¨®n Occidental Melbourne en Australia, que no es menos elocuente a este respecto por estar basada en un planteamiento expl¨ªcito de acomodaci¨®n entre oferta y demanda territorial para usos industriales y en el lanzamiento de nueve proyectos concretos de desarrollo tecnol¨®gico-industrial.
?La inteligencia tecnol¨®gico-territorial como herramienta de industrializaci¨®n
Los casos de ¨¦xito de localizaci¨®n industrial gracias a la aplicaci¨®n de planteamientos de inteligencia competitiva basados en la intercambiaci¨®n territorio-inversi¨®n-tecnolog¨ªa son muy numerosos y est¨¢n bien documentados en el contexto de algunas bases de informaci¨®n especializadas, que act¨²an correlacionando lotes de territorio industrial con necesidades empresariales de implantaci¨®n descritas de acuerdo a diferentes sistemas de indicadores de tecnolog¨ªa industrial.
Por ce?irme a los tres ¨²ltimos meses, citar¨¦ solo seis ejemplos de nueva implantaci¨®n industrial suficientemente representativos de la utilidad del planteamiento tecnol¨®gico-territorial. 1) La decisi¨®n de expansi¨®n en enero de 2014 de la compa?¨ªa Cargill (Originaria de Minnesota) en la ciudad de Mouscron, B¨¦lgica, con una inversi¨®n de 48 millones de euros. 2) La apertura en Hong Kong de la francesa Linedata Services, especializada en software para servicios financieros, tambi¨¦n en enero de 2014. 3) El nuevo centro de la compa?¨ªa Cognizant con sede principal en New Jersey en Costa Rica, decidido en diciembre de 2013. 4) La nueva infraestructura de cloud computing de datos de Amazon WS en China, decidida en noviembre de 2013. 5) El centro de Cloud Computing de HP en Barcelona con una inversi¨®n de 35 millones de d¨®lares, que integrar¨¢ una red (obviamente tambi¨¦n territorializada) de otros 15 centros en el resto del mundo y que crear¨¢ solo en su nueva sede de Catalu?a 2.000 nuevos empleos. 6) El nuevo e-commerce hub en Brasil de Channel Office, compa?¨ªa con sede en North Carolina, en alianza con la latinoamericana MercadoLibre, l¨ªder del comercio electr¨®nico en la regi¨®n.
?La Comunidad Valenciana. Frustraci¨®n a fragmentos
Resumidamente los elementos que obstaculizan una verdadera estrategia reindustrializadora en la Comunidad Valenciana son los siguientes: la ausencia de inspiraci¨®n y de relato (cre¨ªble) respecto a los objetivos generales y la vocaci¨®n del territorio valenciano en la globalizaci¨®n; la ausencia de un esquema de simplicidad en el que hacer visibles los desaf¨ªos complejos del territorio; as¨ª como la existencia de una multiplicidad de instrumentos de planificaci¨®n estrat¨¦gica que no atienden a unos objetivos concurrentes ni se encuentran bajo la capacidad de decisi¨®n de una misma atribuci¨®n competencial.
El hecho m¨¢s sonoro en el que se plasma este profundo desconcierto es que la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana constituye un instrumento separado de la Estrategia de Pol¨ªtica Industrial, plante¨¢ndose adem¨¢s ambas estrategias en dos horizontes cronol¨®gicos sin la menor relaci¨®n y con un desajuste mutuo de nada menos que diez a?os (2030 y 2020 respectivamente). Esta disociaci¨®n representa toda una declaraci¨®n de insostenibilidad, porque implica dar por buena la falacia de que los intereses econ¨®micos e industriales del territorio son contradictorios (o al menos separables) de sus valores y sus activos sociales y medioambientales, cuando la sostenibilidad exige que sea precisamente al rev¨¦s.
Una pol¨ªtica industrial que no descansa en una estrategia de innovaci¨®n, en una estrategia territorial y en una estrategia de captaci¨®n de inversi¨®n, sencillamente no es una pol¨ªtica industrial. Al menos no es ¨¦se el nombre que se le dar¨ªa en el contexto internacional.
Despu¨¦s de cinco a?os de crisis econ¨®mica y con un paro cercano al 28 por ciento, los valencianos seguimos sin comprender que sin la alianza entre territorio, tecnolog¨ªa e inversi¨®n, la pol¨ªtica industrial es un arma ciega y descargada. ?Qui¨¦n podr¨ªa considerarse preparado para librar ninguna batalla si su planteamiento t¨¢ctico consiste en guardar las armas y la munici¨®n en diferentes estancias y bajo llaves separadas?
Conclusi¨®n
En nuestra Comunidad lo que deber¨ªa ser una ¨®ptica conjunta se organiza fragmentariamente en la dispersi¨®n de instrumentos diferentes atribuidos a distintos departamentos competenciales.
Cuanto mayor sea la fragmentaci¨®n entre las pol¨ªticas p¨²blicas con incidencia en la pol¨ªtica industrial, cuanto m¨¢s consistente sea la autonom¨ªa documental de los instrumentos, cuanto m¨¢s aisladamente se definan las previsiones para el sistema de innovaci¨®n, para el modelo productivo y el territorial, m¨¢s pobre y deficitaria ser¨¢ la visi¨®n estrat¨¦gica de conjunto y m¨¢s irrealizable resultar¨¢ una aut¨¦ntica reindustrializaci¨®n.
En la Comunidad Valenciana existir¨ªan muchos escenarios t¨¢cticos dignos de considerar. Uno de ellos tal vez podr¨ªa pasar por refundir los documentos y las competencias de la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana con la Estrategia de Pol¨ªtica Industrial y por relacionar ambas con el conjunto de las iniciativas y los esfuerzos realizados en materia de I+D+i, dentro todo ello de un marco eficaz de captaci¨®n de Inversi¨®n Extranjera Directa, captaci¨®n que solo ha de ser cre¨ªble en la medida en que se defina una cartera valenciana de proyectos industriales financiables mediante IED.
Un revulsivo de ese tipo dejar¨ªa al menos sin coartada a los dos grandes peligros que es preciso neutralizar: la invisibilidad internacional de los esfuerzos y las grandilocuencias literarias imposibles de concretar. Por encima de todo necesitamos visiones de conjunto capaces de controlar el desorden de los esfuerzos p¨²blicos, simplicidad anal¨ªtica, cartograf¨ªas de s¨ªntesis, concreci¨®n, correspondencia entre objetivos y medios, as¨ª como liderazgos y estructuras competenciales basados en estrategias, no en luchas de poder o equilibrios de fuerza sin contenido pol¨ªtico.
Si nosotros mismos no tenemos la hoja de ruta sobre c¨®mo podr¨ªamos colmar territorialmente nuestro pleno potencial industrial ?por qu¨¦ habr¨ªa de saber ning¨²n agente industrial externo que aqu¨ª se pueden invertir su dinero y su tecnolog¨ªa?
Tambi¨¦n est¨¢ el modelo alem¨¢n, hacer de la pol¨ªtica industrial un instrumento prescindible a fuerza de orientar todas las dem¨¢s pol¨ªticas sectoriales hacia un modelo de excelencia industrial. Pero de momento, esto parece incluso m¨¢s dif¨ªcil de conseguir.
Carlos Gonz¨¢lez Trivi?o es abogado
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