Habitar, a pesar de los bancos
En las condiciones actuales de feudalismo inmobiliario, hemos de luchar para poder vivir y trabajar con dignidad
Hace ya a?os que la burbuja inmobiliaria, la crisis y la falta de escr¨²pulos de los bancos y cajas han dado al traste con la esperanza de un panorama generalizado de vivienda social digna, flexible y de calidad. Tanto la creaci¨®n de nuevas viviendas como la rehabilitaci¨®n han entrado en un proceso de ralentizaci¨®n, con pocas realizaciones y con una acumulaci¨®n sin precedentes de viviendas vac¨ªas (3,4 millones en Espa?a y 450.000 en Catalu?a); a diferencia del periodo tan prol¨ªfico, a principios del 2000, con mucha producci¨®n que ayud¨® a despuntar algunos buenos ejemplos.
A pesar de ciertos logros, como la lucha sin descanso de la PAH (Plataforma de Afectados por las Hipotecas), que va consiguiendo peque?as victorias al detener desahucios y negociar daciones en pago, mientras ensaya nuevas estrategias; como las incipientes intervenciones de la Agencia de Vivienda de Catalu?a, del Departamento de Territorio y Medio Ambiente, para evitar desahucios por impago de hipoteca o alquiler, recolocando personas a trav¨¦s de la Xarxa d'Habitatge d'Inclusi¨® y haciendo alguna vivienda; como la voluntad del Patronat Municipal de l'Habitatge de Barcelona de promover experimentos protot¨ªpicos de viviendas en cooperativa; o como las acciones filantr¨®picas de C¨¢ritas, a pesar de ello, el panorama sigue siendo desolador.
Pese al auge de las protestas sociales, durante 2013 los desahucios se aceleraron
Pese al auge de las protestas sociales, durante el 2013 los desahucios se aceleraron y m¨¢s de 35.000 familias espa?olas perdieron su casa entre los meses de enero y junio. En este mismo per¨ªodo en Catalu?a se han ejecutado 9.256 desahucios y en Barcelona, de media, cada d¨ªa son desahuciadas 20 familias. En este contexto, el derecho a la propiedad privada, tal como lo aplican ciertos propietarios y bancos, se convierte en un delito social. Lo que tras la revoluci¨®n francesa fue un avance parcial, el derecho a la propiedad individual, establecido en 1807, inicialmente solo para hombres y burgueses, se transforma en un abuso. Los propietarios prefieren derribar un edificio o tapiar puertas y ventanas a que lo utilicen okupas. Los bancos y cajas desalojan ciudadanos para ir acumulando pisos vac¨ªos.
Es por ello que algunos municipios han empezado a dictar normas para multar a los propietarios de viviendas vac¨ªas. Empez¨® Terrassa, continuaron Santa Coloma de Gramenet, Girona, Granollers y Sabadell y se han sumado Barcelona y otras. Es crucial estar atentos a c¨®mo la norma se aplica, abriendo expedientes y multando a entidades bancarias, promotoras e inmobiliarias; superando los recursos abusivos que seguro van a presentar los bancos; y comprobando si ello tiene efectos para conseguir que entren en bolsas de alquiler social todos estos miles de pisos vac¨ªos.
Se ha de recordar que se puede tomar esta medida gracias a la Ley del Derecho a la Vivienda, aprobada despu¨¦s de a?os de elaboraci¨®n, negociaci¨®n y pactos por el Gobierno tripartito en el 2007. Las pol¨ªticas de vivienda no se improvisan, sino que son el resultado de una voluntad pol¨ªtica y social de larga duraci¨®n, en la que confluyen legislaci¨®n, t¨¦cnicos, promotores, industria de la construcci¨®n y una sociedad exigente.
Los propietarios prefieren derribar un edificio o tapiar puertas y ventanas a que lo utilicen okupas, desalojan ciudadanos para acumular pisos vac¨ªos
Por lo tanto, hoy se puede aplicar una medida de presi¨®n a los bancos, intentando contrapesar su inmenso poder y su falta de c¨®digo ¨¦tico, con unas medidas, propuestas por iniciativa de la PAH, de sancionar a los que tengan pisos vac¨ªos de manera no justificada, gracias a una ley aprobada hace a?os por un gobierno progresista.
En la direcci¨®n de repensar la vivienda colectiva, desde un punto de vista hist¨®rico, urbano, social y de evaluaci¨®n y certificaci¨®n, se va a realizar el I Congreso Internacional de Vivienda Colectiva Sostenible, del 25 al 27 de febrero, en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, que ha despertado bastante inter¨¦s internacional, especialmente en Latinoam¨¦rica, y que es una ocasi¨®n oportuna para analizar el estado de la cuesti¨®n en muchas ciudades.
En las condiciones actuales, de feudalismo inmobiliario, podr¨ªamos cambiar el t¨ªtulo metaf¨ªsico de Martin Heidegger de Construir, habitar, pensar o el horizonte existencial de habitar el presente, por la frase m¨¢s posibilista de habitar, a pesar de los bancos. Es decir, luchar para poder seguir viviendo y trabajando con dignidad, a pesar de esta situaci¨®n de evidente injusticia, con tantos desahucios y tantas viviendas vac¨ªas, y con tan pocas acciones desde unas Administraciones ausentes y unos bancos que han acaparado las ayudas de la crisis.
Los partidos mayoritarios gobernantes, insensibles a los problemas sociales, han dejado la iniciativa a las ONGs, a los partidos de izquierda y al S¨ªndic y S¨ªndica de Greuges. Mientras fuera de nuestro pa¨ªs la marca Espa?a ha quedado gravemente marcada y manchada por este abuso sin precedentes en lugares civilizados de unos desahucios, con deuda pendiente y estafa previa, que son una verg¨¹enza y que nos responsabilizan a todos, una parte de la sociedad, activa y comprometida, nos demuestra cada d¨ªa que s¨ª se puede vivir, a pesar de la amenaza de los bancos.
Josep Maria Montaner, arquitecto y catedr¨¢tico de la ETSAB-UPC.
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