La gerente de FGV insisti¨® en llevarse la caja negra a la sede

El polic¨ªa que custodi¨® la caja negra del metro accidentado en julio de 2006 ha declarado este jueves ante la juez instructora Nieves Molina que fue la exgerente de FGV Marisa Gracia quien insisti¨®, horas despu¨¦s del accidente, que quer¨ªa llevarse la caja negra a las dependencias de la compa?¨ªa p¨²blica en Valencia Sud.

El agente ha explicado que lleg¨® al lugar del accidente -en el que fallecieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas- a las 3 de la madrugada con el encargo de un superior de recoger la caja negra y trasladarla a la sede de la Jefatura Superior de Polic¨ªa.

Sin embargo, ha explicado que fue la exgerente de FGV Marisa Gracia quien le indic¨® su intenci¨®n de llevarla a la estaci¨®n Valencia Sud para comprobar su contenido. El agente consult¨® por tel¨¦fono la acci¨®n a seguir y "finalmente por orden de su jefe, se desplaz¨® con ellos a Valencia Sud".

El personal de FGV le insisti¨® en que s¨®lo en Valencia Sud se podr¨ªa conocer lo que hab¨ªa sucedido, ya que era el ¨²nico lugar donde se pod¨ªan extraer los datos. Seg¨²n el agente, la actuaci¨®n se desarroll¨® sin ninguna incidencia.?

Seg¨²n su declaraci¨®n, el personal de FGV insert¨® la caja negra del metro accidentado en otra UTA (Unidad de Tren Articulado) de parecidas caracter¨ªsticas a la descarrilada y con un ordenador port¨¢til extrajeron los datos a un disco. Este disco fue despu¨¦s insertado en un ordenador de un despacho, donde estaba instalado el programa espec¨ªfico de lectura de datos.

El polic¨ªa sac¨® fotograf¨ªas de cada pantalla del ordenador y se qued¨® con el disco, que posteriormente llev¨® a Jefatura.

Los representantes de FGV en aquel momento levantaron un acta en la que recogieron sus acciones y ofrecieron al polic¨ªa firmarla, pero ¨¦ste lo rechaz¨® al entender que habitualmente son los agentes quienes levantan sus propias actas de inspecci¨®n ocular.

La caja negra, seg¨²n su declaraci¨®n, se qued¨® en FGV porque no recibi¨® indicaci¨®n alguna sobre si ten¨ªa que llev¨¢rsela o no y porque el personal de FGV le dijo que, una vez volcados los datos, ¨¦sta se quedaba vac¨ªa.

El polic¨ªa ha explicado que no puede dar fe de que lo que consta en la citada acta se corresponda o no con la realidad. Ha afirmado, adem¨¢s, que pregunt¨® a un t¨¦cnico de FGV qu¨¦ velocidad m¨¢xima se pod¨ªa alcanzar en la curva y que ¨¦ste le respondi¨® que 40 kil¨®metros por hora.

El polic¨ªa vio, seg¨²n ha afirmado, las gr¨¢ficas de velocidad del metro siniestrado en la que se observaba que el convoy alcanz¨® los 80 kil¨®metros por hora para seguidamente reducir su velocidad a cero de forma repentina.

El agente ha reconocido que aquella era la primera vez que ve¨ªa una caja como esa y que participaba en el volcado de semejantes datos. Tambi¨¦n admite que no conoc¨ªa el software que utilizaron para volcar la caja y que no la perdi¨® de vista desde que se la entregaron en la salida del metro de Jes¨²s hasta el volcado de los datos.

La Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Metro-3J destac¨® que la declaraci¨®n del polic¨ªa se contradice con lo manifestado en la comisi¨®n parlamentaria por el jefe de talleres de FGV en Valencia Sud; Luis Domingo Alepuz, quien apunt¨® entonces que la lectura de la caja negra se realiz¨® a petici¨®n de la polic¨ªa cient¨ªfica.?

Seg¨²n ha declarado el polic¨ªa, la lectura se realiz¨® a petici¨®n e insistencia de FGV, quien tambi¨¦n determin¨® que fuera en sus instalaciones.