La crisis de Crimea y el primo de Zumosol
Solo una combinaci¨®n de din¨¢micas supraestatales y una lucha sin piedad contra los Gobiernos corruptos y los totalitarismos religiosos puede evitar que cada a?o m¨¢s zonas entren en un caos pol¨ªtico
Los veinte d¨ªas de la crisis de Crimea han dado una viva lecci¨®n de c¨®mo se aplica el Derecho Internacional, acosado por dos principios tan contradictorios como el derecho de autodeterminaci¨®n y el derecho a la inviolabilidad de las fronteras, es decir, como el agua y el aceite.
El principio de autodeterminaci¨®n, que se consolid¨® en el siglo XIX, sirvi¨® para acabar con los imperios austro-h¨²ngaro y turco y m¨¢s tarde con los imperios coloniales europeos. Pero tiene un problema tan simple como irresoluble: como las sociedades est¨¢n mezcladas ¨¦tnica y culturalmente, cada subconjunto de un ¡°Estado¡± puede pedir la autodeterminaci¨®n alegando que se siente a disgusto como minor¨ªa, dando paso a una inestabilidad pol¨ªtica end¨¦mica, cuando no a puras campa?as de limpieza racial, como se ha visto en la desmembraci¨®n de Yugoslavia.
Justo lo contrario propone el principio de inviolabilidad de fronteras. Como es evidente que much¨ªsimos de los nuevos Estados nacidos de la descolonizaci¨®n son verdaderas entelequias sin sustancia propia, se inventa la regla de que las actuales fronteras son inviolables, lo que es absurdo y no funciona en la pr¨¢ctica.
?Por qu¨¦ el capricho del dictador Kruschev en 1954 regalando Crimea a Ucrania va a tener m¨¢s valor legal que la decisi¨®n de los crimeanos de integrarse en Rusia? Hoy son docenas los Estados fallidos que, fruto de la corrupci¨®n o el fanatismo religioso, pululan en el mundo, sobre todo en ?frica, Asia central y el mundo musulm¨¢n. Y es que el modelo de Estado nacido de la Revoluci¨®n Francesa se aclimata mal en otras geograf¨ªas, incluso dentro de la propia Europa. Ejemplo: Ucrania est¨¢ dominada por 12 oligarcas, seg¨²n el propio Solana.
Lo que vemos es que la contradicci¨®n en los principios se resuelve aplicando la receta del ¡°primo de Zumosol¡±: si en una zona hay un ¡°primo¡± con intereses propios que quiere apostar por la autodeterminaci¨®n, o por la inviolabilidad de las fronteras, es eso lo que ocurrir¨¢. Si hay dos ¡°primos¡± con intereses contrapuestos, puede surgir una guerra, como ocurri¨® en 1914, y si no hay ning¨²n ¡°primo¡±, simplemente el conflicto no explota. Por eso naci¨® Kosovo, con su ¡°primo¡± americano defendi¨¦ndole, o por eso Crimea ha pasado a ser Rusia, y por no tener un ¡°primo¡±, el S¨¢hara no puede ejercer su derecho de autodeterminaci¨®n que le reconoce la propia ONU. Lo que deber¨ªa hacernos recordar que por aqu¨ª no hay ning¨²n ¡°primo de Zumosol¡± que ampare la independencia de Catalu?a o el Pa¨ªs Vasco, con lo que un eventual refer¨¦ndum unilateral de independencia, nadie garantizar¨ªa que fuera reconocido por terceros y que existiera moneda, pasaporte, o simplemente seguridad capaz de asegurar el funcionamiento del nuevo Estado, que es lo que ha hecho Rusia en Crimea.
As¨ª que, frente a la evidente crisis del Estado nacional tradicional, solo caben dos posturas: o seguir el modelo actual de ¡°Estados¡± y asumir su proceso de decadencia creciente y el subsiguiente peligro de guerras que acarrea, o forzar a que el mundo se organice en ¨¢reas integradas pol¨ªtica y econ¨®micamente, como la Uni¨®n Europea o la alianza econ¨®mica euroasi¨¢tica que promueve Rusia. Porque, en mi opini¨®n, solo una combinaci¨®n de din¨¢micas ¡°supraestatales¡± y una lucha pol¨ªtica interna y sin piedad contra los Gobiernos corruptos y los totalitarismos religiosos puede evitar que cada a?o sean m¨¢s y m¨¢s las zonas del planeta que entren en un caos pol¨ªtico creciente, fruto del fracaso del actual modelo estatal.
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