Vidas paralelas, destinos desiguales

La Comunidad Valenciana se mantiene como la ¨²nica autonom¨ªa espa?ola que ha cerrado su televisi¨®n, pese a tener lengua propia. La amenaza del Gobierno madrile?o de seguir los pasos de la Generalitat no se ha sustanciado. La reciente sentencia del Tribunal Supremo, que ratificaba la anterior del Tribunal Superior de Justicia madrile?o, declaraba improcedentes los 861 despidos de Telemadrid. Si el fallo hubiera anulado el expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE), se habr¨ªa clausurado, seg¨²n hab¨ªan anunciado el presidente, Ignacio Gonz¨¢lez, y su predecesora, Esperanza Aguirre. Ahora pagar¨¢n unos 22 (CC OO estima en 80 el monto final) millones de euros m¨¢s a los trabajadores para alcanzar los 45 d¨ªas por a?o de indemnizaci¨®n.

Aunque con una programaci¨®n de m¨ªnimos, Telemadrid contin¨²a, como tambi¨¦n otras cadenas muy jibarizadas de Murcia o Baleares, a la espera de tiempos mejores y de mayores privatizaciones. De hecho, en FORTA, la federaci¨®n que aglutina a las auton¨®micas, no se prev¨¦n m¨¢s bajas que la valenciana. Un hecho diferencial, gravoso y vergonzoso: no s¨®lo por el coste de 140 millones que acarrea la extinci¨®n de RTVV para las arcas p¨²blicas, seg¨²n los c¨¢lculos del comit¨¦ de empresa (otras fuentes aumentan en varias decenas de millones m¨¢s), sino por c¨®mo se condujo el proceso y, porque deja a la autonom¨ªa sin el ¨²nico medio audiovisual p¨²blico en valenciano. La televisi¨®n es un instrumento clave en la promoci¨®n de la lengua propia y minorizada (junto a la escuela) y de la industria audiovisual.

Gonz¨¢lez mantiene su cadena con despidos improcedentes

El vicepresidente del Consell, Jos¨¦ Ciscar, en cualquier caso, se mostr¨® ¡°muy satisfecho¡± del acuerdo alcanzado en las negociaciones del ERE de extinci¨®n, en su conferencia de prensa posterior al pleno del Consell del pasado viernes. La Generalitat pagar¨¢ 86,1 millones para indemnizar a los 1.608 despedidos. Sobre el papel, abonar¨¢ 35 d¨ªas por a?o trabajado y pagos lineales de entre 5.000 y 8.000 euros en funci¨®n del salario. En realidad, sumados estos conceptos, se llega a una indemnizaci¨®n de 40 d¨ªas por a?o trabajado, si bien la direcci¨®n de RTVV pidi¨® en las negociaciones que no apareciera oficialmente. Si la sentencia del TSJ valenciano hubiera declarado improcedente del ERE, se habr¨ªan pagado 45 d¨ªas, lo que hubiera supuesto unos 92 millones de gasto en indemnizaciones de toda la plantilla si se hubiera cerrado igualmente la cadena.

Son muchas las semejanzas entre Telemadrid y Canal 9. Manipulaci¨®n informativa, descr¨¦dito, despilfarro econ¨®mico, enchufismo, sobredimensionamiento de la plantilla, mala gesti¨®n, no asunci¨®n de responsabilidades y audiencia ¨ªnfima han estado al orden del d¨ªa en ambos casos. Y escasas son las diferencias, pero algunas sustanciales. La primera y m¨¢s importante, la continuidad de las mismas.

El Gobierno madrile?o decidi¨® recurrir la primera sentencia de improcedencia del TSJ y la Generalitat, descart¨® hacer lo propio con el fallo de nulidad del TSJ valenciano. Diversas fuentes apuntan que la sentencia fue tan demoledora que hubiera sido un ejercicio in¨²til continuar el recorrido judicial. Hasta 12 argumentos, incluida la vulneraci¨®n de los derechos fundamentales recogidos en la Constituci¨®n, recoge la sentencia que refleja la desastrosa gesti¨®n de RTVV, cuando se decidi¨® despedir a un millar de 1.600 trabajadores. Apenas hay precedentes judiciales de que un tribunal tumbe la decisi¨®n de otro con tantas razones.

Fabra no recurri¨® el demoledor fallo de nulidad y el cierre costar¨¢ 140 millones

La Generalitat no recurri¨®, decidi¨® echar la persiana a RTVV porque aseguraba que no pod¨ªa asumir el coste de readmitir a toda la plantilla (unos 70 millones, apostill¨®) sin que repercutiese en el gasto educativo y sanitario. Fuentes de la propia RTVV se?alan que en la decisi¨®n del presidente Alberto Fabra influy¨® tambi¨¦n la agenda judicial, que marca el destino del PP valenciano con sus imputados (hasta cinco directivos de la televisi¨®n) y procesados en distintos casos de corrupci¨®n. Mejor que no salga nada. Aunque, otros sectores del PP apenas disimulan su malestar por la determinaci¨®n, en v¨ªsperas de elecciones.

Sea como sea, los valencianos se han quedado sin tele propia, y sin la posibilidad, por el momento, de evaluar otro modelo diferente del ¨²ltimo y muy denostado. Lo que no se han volatilizado son las ingentes cantidades de dinero p¨²blico que se sigue y seguir¨¢ pagando por la gesti¨®n de RTVV que, sin embargo, no ha provocado ninguna dimisi¨®n.

Hasta 2026 se prolongar¨¢ el pago de los casi 1.160 millones de deuda, acumulada en los ¨²ltimos 15 a?os sobre todo, al ritmo actual. La anterior empresa RTVV (la actual RTVV SAU pretend¨ªa iniciar otro modelo p¨²blico-privado) no se ha podido extinguir porque los bancos alemanes han rechazado que la Generalitat asuma la deuda.