¡°El copago nos ha obligado a sacar a mi hermano del centro ocupacional¡±

"?Menos para el Valencia y m¨¢s para dependencia!", gritaba con un meg¨¢fono uno de los cientos de manifestantes que recorrieron la ciudad de Valencia ayer por la tarde. Bajo el lema En Bienestar Social, por derecho, ni copago ni recortes, sindicatos, plataformas y centros, manifestaron su enfado por la decisi¨®n del Consell de imponer el copago. Los directores de los centros llevan meses alertando de que muchos usuarios no podr¨¢n hacer frente a los pagos y se dar¨¢n de baja. Aunque Bienestar Social est¨¢ negociando para tratar de alcanzar una soluci¨®n, la fuga ya ha comenzado.

"Mi hermano ha dejado el centro esta semana", cuenta Dori Jim¨¦nez (46 a?os), vecina de Paterna, que cuida de su hermano desde hace 20 a?os, cuando sus padres fallecieron. Esper¨® respuesta al recurso de alzada que present¨® en enero y, al no recibirla, tom¨® la decisi¨®n. "Tengo dos hijos. Mi marido est¨¢ de ERE y yo trabajo solo cuatro horas. Mi hermano mayor se ha quedado sin trabajo y le tenemos que ayudar a pagar el piso. Nosotros tambi¨¦n tenemos hipoteca, pero nuestra letra por lo menos no es muy alta", se consuela.

Decenas de usuarios empiezan a darse de baja de los centros

El copago se lleva en su caso el 50% de lo que cobra su hermano. "Solo me ha llegado el recibo del primer mes y est¨¢n por llegar los dos siguientes. No nos podemos permitir el lujo de pagar 293 euros al mes", detalla. "Sin copago yo no habr¨ªa sacado a mi hermano del centro".

La Coordinadora de Centres Ocupacionals de la Comunitat Valenciana (Copava) ha empezado a contabilizar las bajas de los primeros meses del a?o. Hasta 49 personas han abandonado ya su plaza en 30 de los 50 centros ocupacionales que representan. "Porcentualmente este dato no es muy alto porque los directores est¨¢n haciendo una importante labor de contenci¨®n pero si la soluci¨®n no llega pronto, a final de a?o esta cifra ser¨¢ mucho m¨¢s grave", augura ?ngel Bonaf¨¦, presidente de Copava.

"Tengo dos hermanos discapacitados. Cuando lo digo la gente se asusta. Mi hermano mayor, de 63 a?os y mi hermana peque?a de 53", cuenta Paqui Leonardo (56 a?os), vecina de Alginet. "Mi hermana llevaba unos seis a?os en un centro de d¨ªa pero la he tenido que sacar porque cobra 600 euros y ten¨ªa que pagar 400. Con 200 euros al mes no la puedo mantener", se queja.

La imposici¨®n del copago se suma a otros factores que inducen la decisi¨®n

Viuda, con hipoteca y con una fibromialgia que le impide trabajar, explica que la econom¨ªa familiar depende de lo que cobran los tres: 400 euros por la viudedad de ella, 500 por la minusval¨ªa de su hermano y 600 por la discapacidad y orfandad de su hermana.

"Mi hermana s¨ª se da cuenta de que no est¨¢ en el centro. Est¨¢ esperando que se arregle la situaci¨®n porque all¨ª ten¨ªa sus talleres, sus amigos, su horario y una rutina que le ven¨ªa muy bien. Ahora me ayuda en casa pero a mi me interesa que est¨¦ en el centro porque es donde aprende cosas para su autonom¨ªa personal", explica.

Que su hermano contin¨²e en el centro supone un alivio para ella. "?l sigue en el centro porque su copago es muy bajito, 133 euros al mes, y eso s¨ª que puedo pagarlo. Si a mi hermano le hubiera tenido que pagar m¨¢s habr¨ªa tenido que sacarle tambi¨¦n del centro y eso habr¨ªa sido un problema porque no podr¨ªa con los dos". Leonardo no comprende c¨®mo ha calculado el copago la Generalitat. "Nosotros no tenemos propiedades. La ¨²nica propiedad que tengo es la casa donde vivimos y est¨¢ hipotecada. Y ellos no tienen nada m¨¢s que su paga. Si no tuvieran a su hermana no podr¨ªan ni vivir".

Los usuarios no conf¨ªan en que la negociaci¨®n con Bienestar Social resuelva el problema

La llegada del copago se ha sumado a otros factores que acaban de decantar a las familias. "He sacado a mi familiar del centro por el copago. Tiene 60 a?os. Estaba cansado de ir all¨ª y hab¨ªa d¨ªas que incluso se escapaba. Si no hubieran impuesto el copago le habr¨ªa mantenido all¨ª todo el tiempo que hubiera podido", cuenta la hermana de un usuario que no quiere dar su nombre porque teme represalias de la Consejer¨ªa de Bienestar Social. "Si alg¨²n d¨ªa necesita una residencia cuando yo ya no est¨¦ no quiero que me la nieguen porque ahora le haya dado de baja".

Las negociaciones de Bienestar Social con el Comit¨¦ de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) sigue su curso, pero algunos usuarios no se f¨ªan de cu¨¢l pueda ser el resultado. Rosa Mar¨ªa Flores sac¨® a su hermana (de 51 a?os) del centro a principios de enero, en cuanto supo que deb¨ªa pagar 14 mensualidades de 411 euros. Divorciada, aut¨®noma y con un hijo de 30 a?os a su cargo, se muestra esc¨¦ptica. "El problema es que la Generalitat dice que no tiene dinero, aunque lo tiene para lo que quiere, y lo recorta en los m¨¢s vulnerables". A pesar de todo, Flores no se da por vencida: "Si decidieran rebajar el copago me plantear¨ªa volver a llevar a mi hermana al centro porque cuando iba ella era muy feliz".