La pol¨¦mica envuelve la ampliaci¨®n de usos del poblado de Sancti Petri
Pol¨ªticos, urbanistas y pescadores rechazan el proyecto arquitect¨®nico elegido
Fue uno de los lugares m¨¢s ricos de Andaluc¨ªa. Tambi¨¦n de los m¨¢s bellos. Sancti Petri, levantado en una lengua de tierra ganada al mar en Chiclana (C¨¢diz), se erigi¨® como poblado gracias al negocio de la pesca del at¨²n. Todos los chiclaneros de cierta edad rememoran con nostalgia la intensa vida de aquellas calles entre casas blancas. Ahora, tras a?os de abandono, est¨¢n a punto de transformarse. Su conversi¨®n se llama El Bosque Pesquero, el proyecto ganador de un concurso de ideas que impuls¨® el Ayuntamiento para remozar la zona y volver a darle uso. Pero en Chiclana crecen las dudas de los que creen que lo planificado en Sancti Petri no respeta el peso de sus recuerdos.
Sancti Petri fue pr¨®spero hasta que, a principios de los a?os setenta, el at¨²n dej¨® de descargarse en sus naves. Los habitantes del poblado fueron abandonando las casas. Tras a?os de calles fantasmas, el Ministerio de Medio Ambiente accedi¨® a entregar el poblado al Ayuntamiento en una decisi¨®n que se celebr¨® en Chiclana como una oportunidad para contar con un nuevo lugar de esparcimiento pero siempre sin perder las ra¨ªces que hab¨ªa tenido el poblado. Y esa fue la base del concurso de ideas que planific¨® el Ayuntamiento con el PP en la alcald¨ªa.
Un bosque de pinos
¡°El proyecto devuelve el sentido a la pen¨ªnsula de Sancti Petri y reinterpreta sus valores arquitect¨®nicos¡±. Esa era la carta de presentaci¨®n de los estudios sevillanos de arquitectura Pipo y Sala de Tierra cuando presentaron su proyecto conjunto para hacerse con la remodelaci¨®n del poblado. El plan de usos ganador contempla una divisi¨®n en 13 conjunto compactos, con celos¨ªas verticales de madera de pino, en un intento de aunar la tradici¨®n de los carpinteros de ribera y la construcci¨®n de barcos de madera. Esas fachadas de madera son, quiz¨¢, la parte m¨¢s pol¨¦mica para los que rechazan el proyecto puesto que choca con la memoria de edificaciones blancas que siempre caracterizaron al pueblo marinero.
Tambi¨¦n incluye la plantaci¨®n de un bosque de pinos y la divisi¨®n de los edificios en grandes ¨¢reas en funci¨®n de sus usos: hosteleros, comerciales, culturales, pesqueros o n¨¢uticos. Otra de las ideas fundamentales era restringir cualquier acceso a los veh¨ªculos. El proyecto contemplaba tambi¨¦n la restauraci¨®n de la iglesia del Carmen, la parroquia de los marineros.
Eligi¨® un jurado y el ganador fue El Bosque Pesquero, de BakPak Arquitectos, procedente de los estudios sevillanos Pipo y Sala de Tierra. El joven grupo de arquitectos venci¨® con un innovador proyecto que, en parte, respetaba los usos primigenios del poblado, dando su sitio a los pescadores y el club n¨¢utico, pero introduciendo innovaciones arquitect¨®nicas como naves met¨¢licas forradas en madera. No gusta a todo el mundo. ¡°Creo que es un proyecto ideal para Finlandia o Noruega pero no para Sancti Petri¡±, critica el arquitecto chiclanero Jos¨¦ Mar¨ªa Esteban. ¡°Mi infancia est¨¢ hecha de recuerdos en Sancti Petri y lo que plantean supone destruir cualquier cosa que se acerque a esa memoria¡±. ?l cree que hubo un jurado ¡°dirigido por el Ayuntamiento¡± que no tuvo en cuenta la arquitectura vern¨¢cula ni la ¡°herencia legal¡± de la concesi¨®n que hizo la Demarcaci¨®n de Costas.
Porque ese es otro de los asuntos pol¨¦micos. El uso previsto para Sancti Petri no concordaba con lo establecido por Medio Ambiente cuando entreg¨® el poblado al Ayuntamiento. ¡°Han tenido que devolver el proyecto pero no para cambiarlo sino para que Costas elabore una nueva concesi¨®n. Es una aberraci¨®n¡±, critica el portavoz socialista, Jos¨¦ Mar¨ªa Rom¨¢n, estandarte pol¨ªtico del rechazo a lo que se propone hacer en Sancti Petri. ¡°Quieren acabar con la idiosincrasia del poblado¡±.
Tambi¨¦n hay voces cr¨ªticas entre los pescadores. Rafael V¨¢zquez, presidente del Club N¨¢utico de Sancti Petri, mira con envidia a sus vecinos de Conil, donde se ha rehabilitado la antigua f¨¢brica de salazones de La Chanca respetando su idiosincrasia. ¡°No nos oponemos a que vengan turistas y se busque un uso cultural. En Conil se ha hecho. Lo que no queremos es que pierda la ra¨ªz de lo que fue esto. Nos ense?aron el proyecto cuando ya hab¨ªa ganado el concurso¡±.
El gobierno municipal no entiende las cr¨ªticas y recuerda que en el proceso ha habido margen para la participaci¨®n de los vecinos. Tambi¨¦n se?ala la excelencia del proyecto, que se ha convertido en referente arquitect¨®nico internacional.
Cuarenta a?os despu¨¦s los atunes han vuelto a Sancti Petri. Los ha pintado el muralista catal¨¢n afincado en Chiclana Antoni Gabarres, que ha elegido las paredes todav¨ªa en pie del poblado marinero para un proyecto art¨ªstico en defensa del patrimonio y de las personas. Ese es su lema. Que para que se respete el patrimonio hay que escuchar a las personas.
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