La empresa desconf¨ªa de la recuperaci¨®n
Un grupo de empresarios admite s¨ªntomas de salida de la crisis pero no la da por consolidada
El economista Ant¨®n Costas dec¨ªa en 2007, cuando lo peor de la crisis se ve¨ªa venir pero todav¨ªa no se hab¨ªa instalado en los bolsillos de los espa?oles: "Estamos bien pero vamos mal". Ahora, cuando los bolsillos est¨¢n agujereados tras seis a?os rasc¨¢ndoselos, el presidente de Agrolimen, Artur Carulla, asume: "Estamos mal pero parece que vamos bien". Hay s¨ªntomas de recuperaci¨®n pero nadie se atreve a afirmar que esta est¨¢ consolidada y, aunque se intente, el optimismo se diluye como un azucarillo tras media hora de conversaci¨®n.
Es lo que ha sucedido este mediod¨ªa en el C¨ªrculo de Econom¨ªa, que daba la palabra al mundo de la empresa para intentar saber si la recuperaci¨®n ha llegado para quedarse. El m¨¢s optimista ha sido el presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra, quien ha puesto sobre la mesa el crecimiento de las exportaciones durante toda la crisis y la recuperaci¨®n de las importaciones, se?al de consumo interno, desde junio de 2013.
El m¨¢s pesimista, quiz¨¢s, ha sido Joan Molins, presidente del grupo cementero del mismo nombre, que ha intentado visualizar el desplome de su sector (el consumo de cemento ha pasado de las sesenta millones de toneladas de 2007 a los once millones de toneladas actuales) y ha cargado contra la dureza de las pol¨ªticas econ¨®micas marcadas por la troika: "El ajuste ha sido muy duro, desorbitado". Y ha abogado por inventar "alguna cosa para volver a hacer construcci¨®n". "No podemos ser optimistas", ha afirmado.
El consumo de cemento ha pasado de las sesenta millones de toneladas de 2007 a los once millones de toneladas actuales
En el bloque de Molins se ha alineado Conchita Cervera, directora general de MoldIberica (fabricante de envases) y miembro de la junta del C¨ªrculo, quien ha apuntado la reestructuraci¨®n que han hecho las pymes y ha pedido que "se d¨¦ confianza al mercado, pero moderada, porque sino nadie se lo creer¨¢". Y tambi¨¦n en ese pesimismo se han instalado las preguntas de los asistentes, interesados en conocer los riesgos que puedan poner en peligro la recuperaci¨®n.
Carulla ha admitido los riesgos: la dependencia de la econom¨ªa china, la deflaci¨®n, la fractura social originada por las altas tasas de paro y la rebaja salarial y el nuevo modelo de empresas creadas al albur de la recuperaci¨®n, con escaso poder para crear empleo: "tendremos que ver qu¨¦ empleo generan el tipo de empresas que ahora se est¨¢n creando".
Molins, incapaz de vislumbrar factores positivos, tambi¨¦n se ha referido a que "el empleo no tiene soluci¨®n f¨¢cil" y ha asegurado "no verle salida al problema del endeudamiento de familias, empresas y Administraci¨®n". Es un punto en el que ha coincidido el director general de TUI Travel, Joan Vil¨¤, en contra de lo defendido por el subdirector de Banco Sabadell, Enric Rovira. Este ha sido el m¨¢ximo insuflador de optimismo en la sala: las compras de empresas se han impulsado, en las operaciones de cr¨¦ditos sindicados hay sobreoferta de bancos, los inversores extranjeros desembarcan en Espa?a y las familias vuelven a pedir cr¨¦ditos. "Cada vez veremos c¨®mo el consumo emocional va apareciendo m¨¢s", ha dicho.
El colof¨®n lo ha puesto Carulla, presidente del C¨ªrculo, cr¨ªtico con quienes deber¨ªan ser catalizadores de la recuperaci¨®n. De la Uni¨®n Europea ha vuelto a decir que es "una jaula de sadomasoquistas" que aplica una "mala praxis" a un paciente todav¨ªa "convaleciente". Y del Banco Central Europeo, responsable de que el cr¨¦dito vuelva a circular, ha asegurado que act¨²a "como un banco de sangre gestionado por Testigos de Jehov¨¢ que no pueden aprobar las transfusiones de sangre". La recuperaci¨®n, en resumen, es "fr¨¢gil" y tiene el problema del paro.?
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