El sinvivir de Alberto Fabra

Al presidente de la Generalitat le crecen los enanos. El partido que nominalmente preside tiene m¨¢s fugas de agua que el casco de un barco de madera carcomido. Alfonso Rus, ese peque?o gran hombre, presidente de la Diputaci¨®n y del PP provincial de Valencia, alcalde de X¨¤tiva y aspirante a la presidencia del Valencia CF se ha atrevido a calificar a Alberto Fabra de ¡°incapaz¡±, cuando ¨¦ste le ha sugerido que los sillones de la Diputaci¨®n y del Valencia son incompatibles. Parafraseando a Rafael Argullol, Rus, que ha hecho del antiintelectualismo una forma burda de un populismo que le proporciona r¨¦ditos pol¨ªticos inmediatos, podr¨ªa haber sido incluso m¨¢s bruto echando mano de un viejo lema franquista de cuando la autarqu¨ªa: si Fabra ¡°tiene ONU, yo tengo dos¡±. Eso es ser capaz. Puestos a descalificar, el de X¨¤tiva es un racial ¡ªde raza blanca, que ¨¦l no es racista, pero los moros bien lejos¡ª desacomplejado.

?No se hab¨ªa recuperado el president del soponcio que le hab¨ªa dado su vecino en la plaza de Manises de Valencia, cuando desde Alicante C¨¦sar S¨¢nchez, vicesecretario general del PP regional, y Jos¨¦ Juan Zaplana, pon¨ªan a remojo sus dichosas ¡°l¨ªneas rojas¡± contra la corrupci¨®n y se las deste?¨ªan tanto que no hab¨ªa quien les viera el color por ninguna parte. Los imputados, vinieron a decir ambos prohombres populares, podr¨¢n participar en los actos el partido en las campa?as electorales mientras no se dicte una sentencia en su contra. De un plumazo S¨¢nchez y Zaplana se cargaban todas las tesis que, tan paciente como inconsistentemente, vienen construyendo Fabra y su nominal segundo y para nada hombre de confianza Jos¨¦ Ciscar en torno a las responsabilidades y la participaci¨®n pol¨ªtica de los imputados. El viernes tuvo que salir a dar la cara de nuevo ¡ª?y van...!¡ª el vicepresidente del Consell para afirmar, rotundo, que si la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, sigue imputada en el 2015 no ser¨¢ candidata. Ciscar ¡ªy tal vez ya empieza a darse cuenta¡ª, tiene un problema de credibilidad. Ya solo se puede comulgar con lo que dice desde la fe que, como nos ense?aron desde peque?os, es creer en algo que no se ve.

Una mala semana para la autoritas fabriana concluida con el espect¨¢culo de una dimisi¨®n fraudulenta como la del exalcalde de Alicante, Luis D¨ªaz Alperi, de las Cortes Valencianas, a la que seguir¨¢ otra no menos fraudulenta de su sucesora en el cargo. Lejos de ser decisiones ejemplarizantes adoptadas como consecuencia d de la asunci¨®n de una responsabilidad pol¨ªtica, las dimisiones de ambos responden a un calculado inter¨¦s personal muy similar al que Ciscar le hizo a la todav¨ªa alcaldesa de Novelda (para verg¨¹enza del PP y de los partidos de la oposici¨®n, incapaces de presentarle una moci¨®n de censura) en beneficio del PP.

Alperi y Castedo denigran, m¨¢s si cabe, la pol¨ªtica. Sus dimisiones como diputados auton¨®micos son un espect¨¢culo lamentable para cualquier persona con un m¨ªnimo de sensibilidad democr¨¢tica. Tal vez no sea un fraude de ley; pero no por ello dejan de ser una estafa en toda regla a los ciudadanos de Alicante. Y Fabra (y Ciscar) lo consienten.