Mi casa es m¨ªa, pero no del todo
Solo un 2% de los propietarios de viviendas de protecci¨®n oficial compran el suelo para evitar que el piso vuelva a la administraci¨®n p¨²blica a los 75 a?os
La propiedad parcial de una vivienda protegida sigue siendo la opci¨®n por la que apuestan la mayor¨ªa de las familias. El sistema de viviendas p¨²blicas establece que las familias que logran una VPO pagan por la casa, el derecho de superficie, mientras el suelo sigue en manos del Gobierno. Es la f¨®rmula para que las viviendas de protecci¨®n oficial tengan precios m¨¢s bajos que las del parque privado y supone que, al cabo de los 75 a?os, la vivienda vuelva a manos de la administraci¨®n p¨²blica. Coincidiendo con la crisis, el Gobierno ha tratado en cuatro ocasiones de que el suelo tambi¨¦n sea comprado por esas familias, pero sus intentos no han atra¨ªdo a la mayor¨ªa de los afectados. La ¨²ltima convocatoria, cuya pr¨®rroga finaliza en dos semanas, aspira a llegar al 2% de quienes pueden sumarse a ella. Para lograrlo, se han suprimido por primera vez los l¨ªmites de renta, recogidos en las primeras tres convocatorias para negar esa posibilidad a quienes hayan mejorado su nivel de renta con cifras superiores a 50.000 euros anuales. Para encontrar las primeras VPO que se empezaron a vender con el derecho de superficie en manos del Ejecutivo hay que volver la mirada a 1991. La pr¨¢ctica se mantiene hoy en d¨ªa.
La fecha no es balad¨ª, porque supone que en 2066 se empezar¨¢n a registrar los primeros casos de devoluci¨®n de las viviendas a la administraci¨®n p¨²blica. La raz¨®n es que, en ese tiempo, el piso, local o garaje de protecci¨®n oficial que se adquiri¨® ha ido devalu¨¢ndose hasta que lo ¨²nico que mantiene ese valor es el suelo, suelo que pertenece a la administraci¨®n. El de la devoluci¨®n de viviendas es un escenario que los gestores no tienen claro c¨®mo se afrontar¨¢. Miren Saratxaga, directora de Planificaci¨®n y Procesos Operativos de Vivienda, resalta que lo importante en esta cuesti¨®n es que los compradores sepan que una VPO en propiedad en realidad supone un alquiler a largo plazo, m¨¢s que la compra de ese piso. ¡°Si se dividen los 75 a?os en doce meses, el coste es parecido al del alquiler social¡±, ahonda el que fuera viceconsejero de Vivienda durante la ¨¦poca de Javier Madrazo, Javier Bur¨®n, hoy gerente de la empresa Urbania ZH Gesti¨®n. El escenario es tan a largo plazo que no muchos lo tienen en cuenta. Pero los retornos se tendr¨¢n que realizar ¡°sin ning¨²n tipo de indemnizaci¨®n¡±, avisa Saratxaga.
La Constituci¨®n no recoge el derecho a la propiedad ni a la herencia"
¡°La Constituci¨®n no recoge el derecho a la propiedad ni a la herencia, sino el de la vivienda¡±, resalta Bur¨®n, que se?ala que, llegado el momento, ¡°la administraci¨®n tendr¨¢ que decidir si seguir ayudando y a qui¨¦nes, puede readjudicar la VPO por 99 a?os m¨¢s¡±. En muchos casos ese cambio de manos al t¨¦rmino de los 75 a?os afectar¨¢ a los herederos de quienes se hicieron con una VPO en propiedad o a quienes la compraron a esos adjudicatarios ¡ªtanto los que ten¨ªan una VPO que a los 20 a?os pasa a ser libre como a los que la venden de VPO permanente¡ª porque el contador de los 75 a?os sigue en marcha. La primera convocatoria fue precisamente dirigida a las VPO con calificaci¨®n por 20 a?os. El Gobierno socialista vendi¨® el suelo con la condici¨®n de que las viviendas se convirtieran en VPO de forma permanente ¡ªcon posibilidad de venta, pero siempre a precios p¨²blicos¡ª. Los cuatro intentos para evitar un escenario en el que la administraci¨®n vuelva a asumir VPO en propiedad y para lograr liquidez han tenido un ¨¦xito limitado. En la primera convocatoria, con 14.400 VPO que pod¨ªan comprar, lo hicieron el 12,2%. En la segunda, de 7.200, un 16,9%.
En la tercera el porcentaje se desplom¨® al 4,14% de las 19.838 y en la cuarta, en una pr¨®rroga planteada por Vivienda para sumar m¨¢s personas, la previsi¨®n es alcanzar tan solo el 2%, 382 viviendas ¡ªen marzo hab¨ªa 312 solicitudes¡ª. El Gobierno facilita dar el paso a trav¨¦s de un convenio financiero de 2012 con pr¨¦stamos para impulsar los pagos de hasta cerca de 18.000 euros. ?Y el resto? La crisis es uno de los factores que han podido incidir en la renuncia a hacer uso de la opci¨®n de que la vivienda quede en manos de la familia sin esa fecha de caducidad. Bur¨®n indica que hace una d¨¦cada, Madrid realiz¨® un proceso similar que fue un ¡°¨¦xito¡±. Las convocatorias de venta de suelo se han producido todas ellas en plena crisis, porque adem¨¢s de cubrir un aspecto de cierta inestabilidad en la propiedad supone dotar de liquidez al Ejecutivo en a?os en los que los recursos escasean. En las primeras tres fases la compra de suelo supuso en total a las arcas p¨²blicas un retorno de 45 millones de euros. Pero Saratxaga recuerda que hay personas que libremente deciden no hacerlo porque no est¨¢ entre sus necesidades. El Gobierno analizar¨¢ a lo largo de este a?o si abrir nuevas convocatorias en el futuro o plantear la opci¨®n de que la convocatoria est¨¦ abierta permanentemente, sin plazos.
Una herramienta sin unanimidad
La de la venta del suelo p¨²blico sobre el que descansan miles de VPO es una herramienta que no tiene un acuerdo un¨¢nime entre los partidos pol¨ªticos y los gestores de la pol¨ªtica p¨²blica de vivienda. El Gobierno anterior, con el PSE en el poder, recibi¨® importantes cr¨ªticas por parte del PNV cuando puso en marcha la venta de suelo. Su portavoz parlamentario en la materia, Juan Antonio Arieta-Araunabe?a, aseguraba que hay ¡°muchas m¨¢s alternativas posibles al abandono obligatorio¡± de la vivienda por parte de las familias a los 75 a?os y acus¨® a la administraci¨®n de ¡°vender para hacer caja, privatizar viviendas p¨²blicas para hacer caja¡±.
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