Otro 14 de abril

La concejal de Cultura, Mayr¨¦n Beneyto ha puesto al vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, a los pies de los caballos al se?alarle ante el juez Castro como el responsable de las decisiones sobre los contratos con I?aki Urdangarin de la Fundaci¨®n Valencia Convention Bureau (FVCB), dependiente del Ayuntamiento. No ser¨ªa de extra?ar que, a partir de esta declaraci¨®n, el juez citara a Grau para que explicara c¨®mo y porqu¨¦ se adjudicaron los jugosos contratos al yerno del Rey. En 2012 Grau declar¨® ante Castro como testigo y entonces asegur¨® que fue el presidente Francisco Camps, quien se reuni¨® con Urdangarin y que fue a trav¨¦s de la empresa de la Generalitat CACSA (Ciudad de las artes y las Ciencias). Sin embargo, Grau de quien depende institucionalmente es de la alcaldesa, Rita Barber¨¢. La primera inc¨®gnita que plantear¨ªa una nueva citaci¨®n de Grau es si actuar¨¢ de parapeto de la alcaldesa, cuya responsabilidad pol¨ªtica es indudable, o si bien volver¨¢ a desviar los balones hacia la Generalitat en la figura de Camps, que, no lo olvidemos, era tambi¨¦n el presidente del PP valenciano. Camps, que aunque con el privilegio de hacerlo por escrito ya ha declarado ante Castro, volver¨¢ a tener que hacerlo porque, previsiblemente, a la luz de lo investigado por el juez y las declaraciones prestadas por los dirigentes de CACSA, a¨²n tiene que aclarar algunas cuestiones.

As¨ª las cosas, todo parece indicar que la sorda batalla que se est¨¢ librando en estos momentos es como vulgarmente se dice ¡°qui¨¦n se come el marr¨®n¡±, si los directivos de la fundaci¨®n municipal por un lado y los de la empresa de la Generalitat por el otro, o bien los responsables pol¨ªticos de ambas instituciones, Barber¨¢ y Camps, quienes, por lo dem¨¢s, no se han dignado en dar unas m¨ªnimas explicaciones sobre el tema, la una en un pleno municipal y el otro en unas Cortes de las que todav¨ªa forma parte.

Probablemente el caso Urdangarin haya sido la fuente de los mayores problemas para la monarqu¨ªa en Espa?a, aunque, sin embargo, no es su amenaza principal. Hoy el mayor problema para la instituci¨®n mon¨¢rquica espa?ola es el proceso independentista catal¨¢n, cuyo motor, adem¨¢s, est¨¢ constituido por partidos abiertamente republicanos. En cualquier caso, no deja de ser curioso, que ayer, 14 de abril, haya sido un partido ¡°formalmente republicano¡± como el PSOE el que haya lanzado una iniciativa para reformar la Constituci¨®n que permita buscar una salida al llamado problema catal¨¢n, que de no encontrarse, desembocar¨ªa directamente en la ruptura con Espa?a.

La iniciativa anunciada por Alfredo P¨¦rez Rubalcaba se pondr¨ªa en marcha, pasadas las europeas, el pr¨®ximo mes de junio. Y el primer obst¨¢culo que tendr¨ªa que superar ser¨ªa la cerraz¨®n del Partido Popular, algo complicado teniendo en cuenta su forma de entender la mayor¨ªa absoluta y su voluntad de no darle protagonismo al PSOE, pero que probablemente pueda salvarse porque el propio Rey ser¨¢ el primer interesado en hacerlo. Con todo y con eso, el calendario es tan apretado que el primer peligro al que se enfrentan unos y otros es no llegar a tiempo. Si a eso unimos la dificultad de Mas para controlar el proceso asambleario que recorre todo el movimiento independentista, la tarea parece tit¨¢nica.