Sanidad deja sin asistencia a 213 inmigrantes en los ¨²ltimos seis meses
60 asociaciones denuncian el funcionamiento del Programa de Atenci¨®n a la Salud

¡°En septiembre de 2012 me quitaron la tarjeta sanitaria y cuando voy al centro de salud ya no me atienden. Soy diab¨¦tico, necesito pincharme insulina todos los d¨ªas. Hace dos a?os que nadie me controla la diabetes¡±, cuenta Jos¨¦, boliviano de 53 a?os, que teme dar su nombre real por si eso hace fallar los tr¨¢mites para obtener una nueva tarjeta. Como ¨¦l, en los ¨²ltimos seis meses 213 personas han tenido problemas para acceder a la atenci¨®n sanitaria seg¨²n el ¨²ltimo informe del Observatorio Valenciano de Atenci¨®n a la Salud (Odusalud). Compuesto por m¨¢s de 60 asociaciones como M¨¦dicos del Mundo, la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar o C¨¢ritas, Odusalud explica que los 661 casos de trabas sanitarias detectados desde noviembre de 2012 son la punta de un iceberg que, sin datos oficiales, cada vez es m¨¢s dif¨ªcil de calibrar.
La Generalitat cre¨® en 2013 el Programa Valenciano de Atenci¨®n a la Salud para ampliar la asistencia a inmigrantes sin recursos que la hubieran perdido. El Centro de Estudios para la Integraci¨®n de Inmigrantes estima que cerca de 200.000 personas ya no tienen derecho a la asistencia sanitaria gratuita en la Comunidad Valenciana aunque no llega a 3.000 el n¨²mero de adhesiones al programa de atenci¨®n a la salud.
¡°Desde el 1 de septiembre de 2012 no he vuelto a ver a muchos de mis pacientes habituales. El programa valenciano es casi clandestino porque no han dado ninguna informaci¨®n a usuarios ni han informado bien al personal de consejer¨ªa. Yo soy m¨¦dico y s¨¦ m¨¢s por mi actividad en Odusalud que por la informaci¨®n que me ha dado Sanidad¡±, critica Antonio Bay¨®n, portavoz de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar.
Pasaporte en vigor, estar empadronado m¨¢s de un a?o y falta de recursos econ¨®micos son los requisitos para poder acogerse al programa pero en muchos casos no resulta tan sencillo. Un tercio de las incidencias detectadas por Odusalud en los ¨²ltimos seis meses afecta a personas de Ruman¨ªa, miembro de la Uni¨®n Europea desde 2007.
La comunidad rumana es la que encuentra m¨¢s problemas
¡°A todos los ciudadanos comunitarios se les exige el certificado de su pa¨ªs de exportaci¨®n del derecho sanitario. Las personas de Ruman¨ªa tienen muchos problemas para obtenerlo porque no lo pueden pedir desde aqu¨ª. El sistema sanitario rumano no est¨¢ centralizado, sino dividido por distritos, lo que supone aun m¨¢s conflictos administrativos. Sin ese documento no se les tramita ni la tarjeta sanitaria normal ni la del programa valenciano para inmigrantes sin recursos¡±, detalla Amparo Picazo, miembro de M¨¦dicos del Mundo.
Aunque embarazadas, atenci¨®n en urgencias y menores tienen legalmente garantizada la asistencia sanitaria, Odusalud denuncia que en la pr¨¢ctica no ocurre as¨ª. De las 213 incidencias que ha detectado en los ¨²ltimos seis meses, 32 afectan a menores. La mayor¨ªa rumanos.
Desde noviembre de 2012, son 661 personas las que sufren desasistencia
¡°Los casos en que no se ha atendido a menores tienen como causa alg¨²n defecto administrativo. El menor tiene derecho a la atenci¨®n sanitaria por el hecho de serlo y no se le puede negar por no estar empadronado o que le falte un papel¡±, critica Amparo Picazo. La sanidad p¨²blica valenciana realiza revisiones y vacuna a todos los ni?os para garantizar su correcto desarrollo.?Picazo denuncia que los menores sin tarjeta sanitaria no est¨¢n recibiendo ni siquiera las vacunas. ¡°Dejar de vacunar ni?os es tercermundista¡±, sentencia Antonio Bay¨®n.
Odusalud explica que la informaci¨®n que consiguen recabar solo representa la punta de un inmenso iceberg que son incapaces de abarcar. Las asociaciones que la componen recogen sus propios datos ante la ausencia de un control oficial de las personas que han salido del sistema sanitario.
La parte invisible del iceberg sanitario est¨¢ compuesta por quienes se han autoexcluido y ya no acuden a las consultas. ¡°No est¨¢ estudiado, pero nos preocupa mucho el efecto disuasorio que tiene la emisi¨®n de facturas por la asistencia sanitaria. Si una persona no la puede pagar, la deuda queda en el expediente y, cuando pide el permiso de residencia, ser deudor ante la administraci¨®n puede hacer que se lo denieguen. Si me hacen firmar un compromiso de pago, la siguiente vez, en lugar de ir al m¨¦dico con 37 de fiebre, ir¨¦ con 40. O no ir¨¦¡±, reflexiona Amparo Picazo.
Mujeres, europeas y ¡®sin papeles¡¯
Desde la entrada en vigor de los reales decretos que vincularon el derecho a la asistencia sanitaria al origen y la situaci¨®n administrativa y laboral de las personas, el Observatorio Valenciano de Acceso a la Salud ha emitido siete informes con datos propios sobre la situaci¨®n de la asistencia sanitaria en la Comunidad Valenciana. Entre septiembre de 2013 y marzo de 2014, 213 personas han tenido problemas para acceder a la sanidad. Dos terceras partes de ellos, no han pasado de la ventanilla al acudir a los centros m¨¦dicos.
La mayor¨ªa de las incidencias registradas por Odusalud (57%) afecta a mujeres. En el 51% de los conflictos registrados el paciente ten¨ªa una situaci¨®n administrativa irregular. La gran mayor¨ªa de las incidencias han afectado a personas mayores de edad pero el 15% (32 personas) eran menores. En los ¨²ltimos seis meses se han producido m¨¢s de la mitad del total de incidencias registradas en menores desde 2012 (62 casos).
El s¨¦ptimo informe de Odusalud muestra que el 35% de las personas que han sufrido alg¨²n tipo de desatenci¨®n sanitaria son europeas. Una de cada tres ten¨ªa nacionalidad rumana. El 29% de las personas ten¨ªan origen latinoamericano y el 13% eran pacientes subsaharianos.
¡°Cuando llego al centro de salud porque necesito que me atiendan, lo primero que hacen es pedirme la tarjeta. Ellos mismos se la quedaron cuando dej¨® de ser v¨¢lida, as¨ª que les digo que no tengo. Entonces me dicen que no me pueden atender si no estoy muy mal y me env¨ªan a la trabajadora social. Pero la trabajadora social no me va a curar. ?Para qu¨¦ voy a volver a ir?¡±, cuenta resignado Jos¨¦, boliviano de 53 a?os, con una diabetes cr¨®nica que no se controla desde hace dos a?os, cuando perdi¨® la cobertura sanitaria.
El caso de Jos¨¦ es uno de los m¨¢s comunes ya que el 59% de los problemas registrados corresponden a personas que ni siquiera fueron atendidas directamente por personal sanitario sino de administraci¨®n. Las asociaciones critican que los pacientes no tengan contacto con personas capaces de valorar correctamente si el caso se trata o no de una urgencia, en cuyo caso no se puede denegar la asistencia.
Una de cada tres incidencias consisti¨® en la obligatoriedad de firmar un compromiso de pago de la asistencia m¨¦dica. La falta de recursos econ¨®micos hace que facturas y el 15% de las incidencias est¨¢ relacionada con la incapacidad de costear los medicamentos.
El 92% de los registros procede de las capitales de provincia, donde las asociaciones tienen m¨¢s presencia. El 68% de las incidencias ocurrieron en centros de salud y especialidades mientras que el 14% se produjeron en hospitales o servicios de urgencia hospitalaria, donde se atiende a los casos m¨¢s graves.
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