Inventario para candidatos
Mas y Rajoy coinciden en que la campa?a europea discuta sobre las interioridades que solo interesan a ambas oficialidades
Martes 13, ?estupendo! ser¨ªa hora de que pasara algo. Hartos nos tienen separadores y separatistas, Rajoy y Mas presumiendo, cada uno, de disponer de mayor¨ªa de catalanes del si-s¨ª y del no-no. Gran m¨¦rito el suyo: ?no hemos votado todav¨ªa! As¨ª que son videntes y tienen poderes sobrenaturales: ?saben lo que votaremos! Una pol¨ªtica de pega; son como ni?os ?a competir, como en el cole! Algunos nos empezamos a acostumbrar (?) a este desprecio a la inteligencia de los ciudadanos. Pero sabemos que el pa¨ªs aguanta gracias a gente desconocida, responsable y colaboradora: hay que brindar por estos, darles las gracias efusivamente.
Nuestra lamentable pol¨ªtica ni siquiera es follet¨ªn, nivel de estar por casa. Que la gente se desentienda es l¨®gico, muestra de salud colectiva. ?Que la campa?a europea sirve para discutir interioridades que solo interesan a la oficialidad? En eso, ambas oficialidades se encuentran y congenian, seg¨²n previsto. No comulgamos con quien nos expulsa a las tinieblas antisistema o, peor, al excluyente limbo donde meten a los socialistas no abducidos por el dogma.
Apenas vemos actitudes, palabras inteligentes sobre c¨®mo solucionar las crecientes desigualdades de Europa (entre el 1% de los ultra ricos, el 10% de los ricos y el resto de la gente). Hasta el presidente Obama proclam¨® en su discurso sobre el estado de la Uni¨®n (enero 2014) que ¡°la desigualdad constituye el problema clave de nuestra ¨¦poca¡±. Ahora empiezan a decirlo gentes habituadas al cinismo en el FMI, la OCDE y ese pu?ado de instancias que han insistido en la austeridad a ultranza que ha derivado en pobreza generalizada y en el secuestro del Estado de Bienestar europeo (rasgo distintivo de la vieja idea de construir una democracia real para los europeos). Que esas instancias condenen ahora la austeridad no impide que persistan en ella: nuestra oficialidad espa?ola y catalana la aplican sin piedad.
Tampoco se habla de lo que se llam¨® d¨¦ficit democr¨¢tico de Europa ?es que no existe? ?no resulta que ese d¨¦ficit se ha incrementado en las dos legislaturas de la Comisi¨®n Barroso y la hegemon¨ªa alemana? ?C¨®mo se atreven unos candidatos que van a cobrar salarios que pagamos nosotros a hablar de florituras ¡ªen este caso del soberanismo catal¨¢n¡ª en lugar de explicarnos c¨®mo van a batallar para ser escuchados en un parlamento de 766 diputados que hablan 24 idiomas diferentes? Hay que insistirles en nuestro hartazgo y en su obligaci¨®n de rendir(nos) cuentas concretas de su trabajo.
El momento es cr¨ªtico entre nosotros, y en Europa se libra una desigual guerra por la hegemon¨ªa pol¨ªtico/econ¨®mica. El gran poder cultural que impone el culto al dinero y a la desigualdad ¡ªun poder activo frente a las masas obedientes¡ª, se impone sobre la necesidad de una ciudadan¨ªa europea informada, consciente, responsable, democr¨¢tica y solidaria. Esta Europa desigual lleva a un ?s¨¢lvese quien pueda! que destruye lo logrado. Pregonan que el bienestar y la democracia est¨¢n obsoletos, muchos lo han cre¨ªdo, pero es otra mentira. La igualdad de oportunidades, el reparto de las riquezas y la dignificaci¨®n del trabajo humano, son hoy imprescindibles.
Estamos hartos de cinismo, enga?os y fantas¨ªas que no resuelven nada. Hartos de que se dilapide el talento de parados o emigrados. Hartos de machismos dogm¨¢ticos y maltratadores solapados que ningunean posturas alternativas. El inventario de desastres en una Catalu?a que Mas se?alaba hace cuatro a?os como bussines friendly y ¡°la Holanda del sur¡±, es tan inacabable como el de los dos a?os de Rajoy: puro bochorno el tufo corrupto que despiden. ?Es posible que el horizonte europeo impida mayores desmanes? Esta es otra clave para los candidatos.
¡°Una sociedad lo es por la necesidad de intercambio entre seres humanos y no una mera colecci¨®n de individuos. (¡) Sin la confianza general que la gente tiene en los dem¨¢s, la sociedad se desintegrar¨ªa¡±, escrib¨ªa ?en 1.900! el soci¨®logo Georg Simmel en su extraordinario Filosof¨ªa del dinero (Capit¨¢n Swing, 2013). Intercambio (no mercados ni competencia, s¨ª colaboraci¨®n) y confianza han sido pilares de las democracias europeas. No el dinero, seg¨²n Simmel: ¡°El dinero es la cosificaci¨®n del intercambio, la encarnaci¨®n de una funci¨®n pura¡±. La recuperaci¨®n de la cultura europea, del humanismo, de la confianza y la colaboraci¨®n son imprescindibles para entender qu¨¦ sucede en este mundo aparentemente incomprensible.
El diagn¨®stico de la falta de talento y de creatividad est¨¢ hecho y descrito hoy en dos libros magn¨ªficos. Tom Wolfe en Bloody Miami (Anagrama) dibuja la decadencia de la amalgama mafiosa erigida en modelo de vida occidental. Brett Martin en Hombres fuera de serie (Ariel, 2014) muestra el ¨²ltimo refugio de la creatividad real: ciertas series televisivas (Sopranos, Wire, etc¨¦tera) que muestran la cara oculta del planeta: desastres que los periodistas no alcanzamos a sintetizar. Mientras la cultura y el talento existan hay esperanza. Para eso se vota.
Margarita Rivi¨¨re es periodista.
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