La ¡®Y¡¯ vasca, un modelo obsoleto
El autor sostiene que la infraestructura no tiene ni rentabilidad economica ni social y va en contra de criterios como la conciliaci¨®n familiar
La cuesti¨®n de la alta velocidad ferroviaria en Euskal Herria ha sido objeto de debate y, valga el t¨®pico, han corrido r¨ªos de tinta. Quiero decir que va a ser dif¨ªcil ser original y lo voy a abordar desde un punto de vista personal y prescindiendo en la medida de lo posible de n¨²meros y cantidades. La movilidad sostenible compartida por todos, yo la voy a considerar un concepto obsoleto. Es preciso hacer una distinci¨®n en el concepto de movilidad para justificar lo dicho. De un lado tenemos una movilidad de alguna manera vacacional, correspondiente a ocio o a circunstancias o necesidades singulares. Por otra parte, existe una necesidad de movilidad cotidiana, diaria que responde a cubrir necesidades sanitarias, educativas y por supuesto laborales.
Esta es la parte del le¨®n, la que supone un mayor n¨²mero de viajeros y necesidades m¨¢s importante. Todo esto en un marco de distancias cortas que es el que corresponde a Y vasca. Hoy en d¨ªa abogamos por una nueva cultura en muchos ¨¢mbitos: consumo responsable, gesti¨®n avanzada de residuos, por ejemplo. En lo que hoy nos ocupa un nuevo concepto se va imponiendo, es la accesibilidad, esto es, superar la necesidad de movilidad. Se trata de una nueva ordenaci¨®n del territorio que elimine la separaci¨®n entre los espacios urbanos cl¨¢sicos: residencial, dotacional y de trabajo antes llamado industrial. Aspiramos a una industria no contaminante, no agresiva con el medioambiente y con la que podamos convivir. Somos conscientes del desarrollo en la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n que es capaz de eliminar las distancias, TICs que se est¨¢n desarrollando en los ¨¢mbitos sanitarios, educativos y laborales. Las consecuencias de esta opci¨®n son claras: mayor calidad de vida, reducci¨®n de jornadas, con el consiguiente aumento de productividad y por todo ello, mayor capacidad de atraer inversiones.
La apuesta? favorece la perpetuaci¨®n de un modelo obsoleto"
Existe otra consecuencia, la reducci¨®n de necesidad del llamado cuarto espacio: infraestructuras viarias. Todas ellas, en mayor o menor medida, agresivas contra el medioambiente y caras. El caso de la Y vasca sus infraestructuras se sit¨²an en los puestos de cabeza en los dos ranquin. Desde este punto de vista son injustificables las cuantiosas inversiones en unir por alta velocidad ferroviaria ciudades separadas por distancias no apropiadas. A largo o medio plazo la apuesta est¨¢ profundamente equivocada y favorece la perpetuaci¨®n de un modelo obsoleto, inc¨®modo e insano, fomenta los desplazamientos cotidianos con la consecuente p¨¦rdida de tiempo destinado, por ejemplo, a la conciliaci¨®n familiar simplemente al ocio. Las citadas cuantiosas inversiones tendr¨ªan un destino mejor. No puedo terminar sin referirme al corto plazo. El valor a?adido del AHT es el tiempo y que este ser¨¢ menor cuanto menor sea la distancia entre parada y parada. Echar un vistazo al mapa nos releva de ulteriores explicaciones. En cuanto a la rentabilidad econ¨®mica, est¨¢ descartada. La Comisi¨®n Europea pone el umbral de rentabilidad en nueve de millones de viajeros para un sistema como el proyectado, De Rus es m¨¢s modesto y lo sit¨²a en ocho millones al a?o. Nada m¨¢s¡ ni nada menos.
Por ¨²ltimo, y quiz¨¢ la cuesti¨®n m¨¢s importante, la rentabilidad social. Se trata de medir qu¨¦ aporta a la ciudadan¨ªa y si esta aportaci¨®n justifica una subvenci¨®n que reduzca el precio que resultar¨ªa de la aplicaci¨®n de los umbrales se?alados. Esto ha supuesto una transferencia de rentas a las clases medias y altas. En este sentido, de rentabilidad social ha de incluirse efecto perverso que produce en cuanto a cohesi¨®n territorial. Lejos de aportar actividad a las sociedades que une la drena hacia las grandes ciudades. Si de verdad la conexi¨®n con Europa por el eje Atl¨¢ntico va a pasar por nuestro pa¨ªs, que est¨¢ por ver o simplemente, para conectar con el Reino de Espa?a, deber¨ªamos haber pensado en otra posibilidad m¨¢s eficaz, m¨¢s humana, m¨¢s ecol¨®gica y m¨¢s barata.
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