La televisi¨®n la aup¨® y la hundi¨®

La televisi¨®n la aup¨® al gobierno de la Generalitat y la televisi¨®n ha acabado por hundir su carrera pol¨ªtica. Por el momento. Lola Johnson, licenciada en Derecho, de 44 a?os, que muy pronto se reconvirti¨® en periodista, fue directora de informativos de Canal 9 y despu¨¦s directora de la televisi¨®n auton¨®mica en una etapa vertiginosa que pas¨® del esplendor de los eventos medi¨¢ticos al ocaso de la corrupci¨®n. Valencia se vend¨ªa como una tierra de promisi¨®n, donde se levantaba una de las ¨®peras m¨¢s costosas y espectaculares del mundo con el sello de Calatrava o corr¨ªan por sus calles los b¨®lidos de la f¨®rmula 1. Y Canal 9 se encargaba de amplificar esa imagen de la Comunidad Valenciana como un referente internacional, siguiendo las consignas de la Generalitat. Cuando esa imagen empez¨® a empa?arse por los grav¨ªsimos problemas financieros y por la eclosi¨®n de numerosos casos de corrupci¨®n, especialmente el de G¨¹rtel, la televisi¨®n auton¨®mica sigui¨® a lo suyo, esta vez, minimizando o silenciando las malas noticias.

Se recuerda como un hito de la manipulaci¨®n, en una televisi¨®n pr¨®diga en censuras y esc¨¢ndalos, aquella noticia que informaba de que Francisco Camps iba a contar ante el juez toda la verdad, aunque al telespectador se la hab¨ªa sustra¨ªdo durante d¨ªas el detalle de que el entonces presidente hab¨ªa sido imputado por el caso de los trajes de G¨¹rtel. Lola Johnson estaba ah¨ª, para lo bueno y para lo malo. Fiel a su partido, al PP, en el que milita desde 1993. Tan fiel que muchos tambi¨¦n le reprocharon su tibieza, como mujer y directiva, cuando tres trabajadoras de RTVV denunciaron por acoso sexual a Vicente Sanz, secretario general de la cadena y anteriormente hombre fuerte del PP en la provincia de Valencia. Ahora est¨¢ a la espera de ser juzgado.

Camps pasaba un calvario y recompens¨® los servicios de Johnson nombr¨¢ndola portavoz de su Gobierno, adem¨¢s de consejera de Turismo, Cultura y Deportes. Con m¨¢s poder que nunca, sigui¨® defendiendo al presi con la constancia que ha caracterizado toda su vida. De madre valenciana y padre ecuatoguineano, de car¨¢cter desenvuelto y conservador, casada y con dos hijas, Johnson sorteaba ya de ni?a las miradas que atra¨ªa su piel negra vestida de fallera o presentando el tiempo en la desconexi¨®n de TVE, de donde salt¨® a Canal 9.

Pero el poder de Johnson no dur¨® mucho. Perdi¨® su estrella. La situaci¨®n de Camps era insostenible y Alberto Fabra lo sustituy¨®. En diciembre de 2012, el presidente de la Generalitat prescindi¨® de Johnson, que se refugi¨® en la sede del partido, sin protestar, ejerciendo de la coordinaci¨®n de comisiones de trabajo. Los problemas no cesaban, los casos de corrupci¨®n y los juicios se suced¨ªan, y las encuestas reflejaban una p¨¦rdida continua de votos del PP. Corr¨ªa el mes de diciembre de 2013, Fabra hab¨ªa cerrado RTVV y decidi¨® cerrar filas, rescatando a Johnson ante el asombro y las cr¨ªticas de la oposici¨®n y de los trabajadores de la televisi¨®n. Fue una ins¨®lita operaci¨®n: la que hab¨ªa sido consejera y portavoz del Gobierno, empez¨® a ejercer de secretaria auton¨®mica de Comunicaci¨®n. Durante los 160 d¨ªas que ocup¨® el cargo creci¨® su ascendencia sobre el presidente.

Sin embargo, todo se vino abajo el pasado jueves. De manera inesperada, una juez dict¨® un auto en el que imputaba a Johnson, y a otros cuatro exdirectivos de RTVV, por una denuncia presentada por Comprom¨ªs relativa al agujero de 1.300 millones de p¨¦rdidas acumuladas y a irregularidades contractuales. Johnson tendr¨¢ que declarar ante la juez, cuya investigaci¨®n decidir¨¢ sobre su futuro procesal. Por el momento, es el fin de su carrera pol¨ªtica. Fabra, que se hab¨ªa apoyado en ella, no le dedic¨® ni una palabra de aliento cuando afirm¨® el jueves que no hay imputados en su gobierno. Era la segunda vez que Lola Johnson sal¨ªa del Consell. Falta por ver si volver¨¢ a entrar.