Problemas de hoy, discursos de siempre

Acaba de obtener el PSPV uno de los peores resultados electorales de su historia y hemos escuchado a Ximo Puig afirmar que los socialistas liderar¨¢n el cambio. ?No es esa la respuesta que cab¨ªa esperar de un dirigente de la vieja escuela? Estos hombres aprendieron en su d¨ªa un catecismo pol¨ªtico y se han mantenido fieles a su doctrina desde entonces. El mundo ha cambiado, pero Puig act¨²a pr¨¢cticamente del mismo modo que lo habr¨ªa hecho treinta a?os atr¨¢s. Tanta firmeza resulta admirable, pero no ha logrado despertar el entusiasmo de los pacientes ciudadanos. Destilan m¨¢s br¨ªo las ideas de un empresario como Jos¨¦ Vicente Gonz¨¢lez que las de quien aspira a presidir el gobierno de la Comunidad. Repaso las propuestas de Gonz¨¢lez y me digo, este hombre mira hacia el futuro, sabe a d¨®nde quiere ir. En cambio, ?sabemos a d¨®nde va Ximo Puig? Me consta, porque me lo han asegurado amigos que le conocen bien, que estamos ante una persona honrada, llena de buena voluntad. ?Bastan la honradez y la buena voluntad para ilusionar al electorado?

D¨ªas pasado, le¨ªa en estas p¨¢ginas las reflexiones de un diputado socialista: ¡°Ximo Puig ¡ªdec¨ªa¡ª se ha empe?ado en situar al PSPV-PSOE como la pieza clave del cambio, y ha convertido la expectativa de que vamos a gobernar en un aglutinante¡±. Que me perdone el se?or diputado, pero yo, ah¨ª, solo veo palabras dirigidas a los propios miembros del Partido Socialista. No encuentro en ellas razones ni argumentos que puedan interesar al ciudadano. Ser¨ªa conveniente que Ximo Puig nos explicara, aunque fuera de una manera somera, en qu¨¦ va a consistir ese cambio. Podr¨ªamos as¨ª formarnos una idea y opinar. Pero no nos vuelvan a repetir que los socialistas ser¨¢n honrados. La honradez es una virtud excelente, pero no compone un proyecto de gobierno.

Necesitamos ideas claras que iluminen el futuro y logren esperanzar a los ciudadanos, pero seguimos anclados en la vieja ret¨®rica. En cuanto Ximo Puig toma la palabra, apenas escuchamos la primera frase, ya sabemos lo que seguir¨¢ a continuaci¨®n. Tomamos los discursos de los diferentes secretarios del PSPV en los ¨²ltimos a?os, los introducimos en una m¨¢quina, apretamos el bot¨®n y, al momento, obtenemos uno de los que ha pronunciado Ximo Puig en los ¨²ltimos meses. ?Por qu¨¦ sucede eso? Porque el esfuerzo de cavilar, de reflexionar sobre lo que ocurre en la sociedad, y traducirlo a un pensamiento nuevo no se produce. Y como no hay pensamiento nuevo, no hay palabras nuevas para comunicarlo. Por eso continuamos escuchando los mismos discursos de ayer.

Reconozc¨¢moslo, el PSPV est¨¢ cansado, sin ideas. Hace a?os que intenta renovarse con los hombres m¨¢s variados: lo ensay¨® con Joan Ignasi Pla, con Jorge Alarte. ?Qu¨¦ aportaron estos nombres al socialismo valenciano, que ideas nuevas trajeron? El problema no es quien salga de unas primarias o de unas secundarias: es m¨¢s profundo y afecta a la propia organizaci¨®n. Quiz¨¢ por ello, Ximo Puig no es un l¨ªder, sino el jefe de filas que mira continuamente a la tropa para no contrariarla. De ese modo, es probable que logre la aprobaci¨®n de sus camaradas, pero dudo que entusiasme a la multitud. No busca ser una referencia para el ciudadano sino contentar a los compa?eros. Cuando se hace esa elecci¨®n, lo natural es que uno no aspire a conquistar el poder y prefiera aguardar a que este caiga como una fruta madura. Aunque para ello deba compartir la manzana.