Arquitectos catalanes en Francia
Aunque no f¨¢cil conseguirlos, all¨ª sigue habiendo concursos y proyectos, mientras aqu¨ª, los pocos que hay se encargan a dedo
Para algunos arquitectos catalanes trabajar en Francia se ha convertido en la alternativa m¨¢s pr¨®xima y l¨®gica, ante la falta de encargos en Espa?a. Una parte del trabajo de estudios como OAB (Carlos Ferrater), Garc¨¦s-de Seta-Bonet, Serra-Vives-Cartagena, Batlle y Roig, Octavio Mestre, Pilar Calderon-Marc Folch-Pol Sarsanedas y otros se realiza en Francia. Aunque no sea f¨¢cil trabajar en un pa¨ªs con unas condiciones de gesti¨®n y control de los proyectos y las obras muy distinto al nuestro, all¨ª contin¨²an habiendo concursos y proyectos y aqu¨ª los pocos encargos que hay se hacen a dedo.
En estos d¨ªas este fen¨®meno ha tomado m¨¢s relevancia con la finalizaci¨®n de dos obras de los arquitectos RCR de Olot. Una, inaugurada los pasados 29 y 30 de mayo con la presencia de los presidentes de Francia, Fran?ois Hollande, y de Catalu?a, Artur M¨¢s, es el impresionante Museo Soulages, en Rodez, en el Aveyron. Un hecho que ha despertado una expectaci¨®n y aprobaci¨®n inaudita en toda Francia, en la prensa y el mundo de la cultura. Y otra, que se inaugurar¨¢ oficialmente los d¨ªas 14 y 15 de junio, en N¨¨grepelisse, cerca de Montauban, tambi¨¦n de RCR Arquitectes, inscribiendo un Centro de Arte y Dise?o, seg¨²n el proyecto art¨ªstico denominado La Cuisine, pensado y coordinado por St¨¦phanie Sagot y Valentine Bo¨¦, dentro del castillo medieval.
En ambas destaca la gran capacidad de Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta para interpretar el lugar. En Rodez es un edificio de nueva planta, una secuencia de vol¨²menes que responden a los usos de las salas, el auditorio y el restaurante Bras, situados sobre un z¨®calo de voluntad urbana, todo realizado en acero cort¨¦n. Una obra monumental que dialoga con la catedral, el parque del Foirail y la ciudad, enriqueciendo las cualidades urbanas y creando uno de los casos de mejor simbiosis entre la obra expuesta y los espacios del museo.
RCR admiraba la obra abstracta, basada en los miles de matices del negro, de Pierre Soulages, considerado el m¨¢s prestigioso artista franc¨¦s vivo, y en el a?o 2008 consiguieron ganar el concurso internacional convocado para albergar la valios¨ªsima donaci¨®n que Pierre y Colette Soulages hicieron a su ciudad natal, y que ambos han podido disfrutar en su instalaci¨®n y en la apertura a un p¨²blico devoto. Durante estos d¨ªas el museo ha pasado con sobresaliente la prueba de la inauguraci¨®n multitudinaria, con largas colas para entrar y con su vest¨ªbulo y las salas llenas a rebosar de visitantes y de prensa cubriendo el acontecimiento.
Que esta obra maestra en Francia sea de unos catalanes es un hecho ins¨®lito
Que esta obra maestra en Francia sea de unos catalanes es un hecho ins¨®lito. Y hay pocos ejemplos de museos de arte contempor¨¢neo en los que la relaci¨®n entre contenedor y contenido, v¨ªa el espacio, los soportes y la iluminaci¨®n natural y artificial, llegue a una sinton¨ªa tan profunda e intensa. Los efectos de la luz en las pinturas se relacionan con los m¨²ltiples reflejos en unos espacios definidos por ventanales de cristal y vol¨²menes de acero cort¨¦n. Esta obra de RCR, reflexiva y culta, nos remite a otras obras suyas, como la Facultad de Derecho en Girona o la casa Horizonte en Olot, y expresa influencias internacionales de Louis Kahn y Kazuyo Sejima / Ryue Nishizawa.
En N¨¨grepelisse la intervenci¨®n se inserta completando la restituci¨®n de los grandes muros y torres del castillo, sin sobrepasarlos, definiendo una clara entrada y organizando toda la explanada de la fortificaci¨®n con las actividades de los talleres, espacios para los artistas residentes, sala de exposiciones, biblioteca, auditorio y hornos de la cocina, equilibradamente situados alrededor de un patio de proporciones horizontales, que recuerda tanto los jardines Zen de Jap¨®n como los espacios abiertos de Mies van der Rohe.
De hecho, gran parte de los proyectos actuales de RCR est¨¢n en Francia, entre ellos un nuevo complejo de viviendas en Burdeos, y en B¨¦lgica, como el Crematorio de Hofheide, ya terminado, o la Mediateca Waalsekrook en Gantes, de la que acaban de empezar las obras.
Todo ello demuestra la capacidad e intensidad de la arquitectura catalana, a pesar de que el apoyo institucional que ha tenido es mucho menor del que han gozado los arquitectos espa?oles (es decir los de Madrid) o los andaluces. Es cierto que la Generalitat de Catalunya hoy tiene muy en cuenta a la arquitectura, a trav¨¦s de las consejer¨ªas de Cultura y de Territorio y Medio Ambiente, por ejemplo, con el pabell¨®n catal¨¢n en la Bienal de Venecia de Arquitectura, cuya segunda participaci¨®n se inaugura hoy mismo.
Tambi¨¦n est¨¢ pendiente el prometido Museo de Arquitectura en Montju?c, cuyos criterios deber¨ªan debatirse, ya que si lo que se va a primar es el impacto y la productividad, se pueden perder valores intelectuales, cr¨ªticos, sociales, experimentales y de investigaci¨®n de la arquitectura catalana, que ciertos gestores tienden a despreciar, ya que no tienen una traducci¨®n directa en poder, dinero y presencia medi¨¢tica.
Josep Maria Montaner es arquitecto y catedr¨¢tico de la ETSAB-UPC
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