14 fotos
Piedras y bancos sin respaldo Un paseo por la arquitectura disuasoria de Madrid. Obst¨¢culos que evitan que la gente duerma en la calle, pero tambi¨¦n que descanse, beba agua o socialice Sobre las jardineras del m¨ªtico Edificio Princesa, proyectado en los setenta por Higueras para unir arquitectura y naturaleza, durmieron durante un tiempo varios sin hogar. Para evitarlo, la comunidad de vecinos puso hormig¨®n, dejando la superficie en cuesta. Fernando, en la imagen, se mud¨® despu¨¦s porque no le parec¨ªa bien estropear las plantas. Por la noche coloca un colch¨®n en la acera. Carlos Rosillo (EL PA?S) La fuente central de la Puerta del Sol estaba dise?ada como un banco circular en el que sentarse mirando hacia afuera o hacia la fuente (con los pies en un foso sin agua). Despu¨¦s el foso se llen¨® de flores y en el banco se coloc¨® esta corona de espinas. Carlos Rosillo (EL PA?S) Muchos de los nuevos bancos colocados en los centros urbanos son individuales o tienen dise?os sin respaldos ni apoyabrazos como estos de Tirso de Molina. Est¨¢n bien para descansar un rato, pero no para pasar la tarde, leer, socializar, hacer botell¨®n ni, por supuesto, dormir. Carlos Rosillo (EL PA?S) Pinchos y cemento en una jardinera de la plaza de Soledad Torres Acosta, justo detr¨¢s de la Gran V¨ªa. Una zona conflictiva donde tuvo lugar un asesinato en 2006 tras el que se remodel¨® la plaza, llena de recovecos y degradaci¨®n, convirti¨¦ndola en un recuadro liso donde se suelen colocar terrazas y mercadillos que pagan licencias municipales. Carlos Rosillo (EL PA?S) En la ¨²ltima reforma de la Plaza de Callao el Ayuntamiento se plante¨® un modelo de plaza comercial y de espect¨¢culos. El resultado es una explanada hostil para el paseante casi sin bancos ni sombras. Resultado: la gente que tiene edad para ello se instala en los escalones del cine Callao. Carlos Rosillo (EL PA?S) En calles con mucha prostituci¨®n como la del Desenga?o o Ballesta, los comercios tratan de evitar que las mujeres se instalen en sus escaparates colocando macetas, forjas decorativas o pinchos m¨¢s agresivos. Ellas se las ingenian para descansar de los tacones invent¨¢ndose asientos con cajas de fruta y cartones. Carlos Rosillo (EL PA?S) Una pareja se sienta muy junta en uno de los escas¨ªsimos bancos individuales de la plaza de Callao que han sido fagocitados por las terrazas de pago. En muchas plazas del centro hay un gran desequilibrio entre asientos p¨²blicos y privados. Carlos Rosillo (EL PA?S) En la glorieta de Ruiz Jim¨¦nez el foso del edificio del Principado de Asturias, vac¨ªo desde 2011, se convirti¨® en un asentamiento de personas sin hogar, que cocinaban, com¨ªan, dorm¨ªan y hac¨ªan sus necesidades all¨ª. Una vez desalojados, se coloc¨® esta improvisada malla met¨¢lica para evitar que volviesen. CArlos Rosillo (EL PA?S) En la plaza de Jacinto Benavente, donde se pueden contar hasta 280 sillas de terraza (de pago) no hay bancos p¨²blico. Para no hacerse da?o, los mayores suelen colocar cartones sobre las forjas que evitan que la gente se siente en el borde de las jardineras. Carlos Rosillo (EL PA?S) En la calle Ballesta las prostitutas se las ingenian para descansar sobre los pocos poyetes y escalones que est¨¢n libres de pinchos. Carlos Rosillo (EL PAIS) En la plaza de Jacinto Benavente la ausencia de bancos y las forjas que previenen que nadie se siente en las jardineras no evita que las personas se instalen o duerman sobre la acera. CArlos Rosillo (EL PA?S) Los bancos de la plaza Soledad Torres Acosta no tienen brazos ni respaldos. Tampoco son planos, est¨¢n dise?ados como dos superficies inclinadas lo que impide que se duerma sobre ellos. Para sentarse hay que apoyar los pies. Carlos Rosillo (EL PA?S) Un hombre duerme tirado en los alrededores de la plaza de Jacinto Benavente. En Madrid hay 2.200 personas sin hogar, 700 de las cuales duermen en la calle. En Espa?a hay 23.000 personas sin hogar, una cifra que cuenta a quienes duermen en albergues. Seg¨²n las ong los sin hogar son entre 30.000 y 40.000. Carlos Rosillo (EL PA?S) Dos mujeres sentadas pr¨¢cticamente en el suelo en la fuente de la Puerta del Sol. Se acuclillan en el escal¨®n de unos 20 cent¨ªmetros, ya que el banco dise?ado originalmente para ese uso tiene una estructura met¨¢lica que lo inutiliza. Carlos Rosillo (EL PAIS)