Cl¨²sters y actividad innovadora
Las agrupaciones empresariales han permitido formalizar alianzas y dise?ar iniciativas de refuerzo competitivo
El libro de Michael E. Porter, La ventaja competitiva de las naciones, se public¨® en 1990. Desde entonces sabemos lo que constituyen los cl¨²steres. En 1998, Porter los defin¨ªa como ¡°concentraciones geogr¨¢ficas de compa?¨ªas internacionales, oferentes especializados, proveedores de servicios, empresas en industrias relacionadas, e instituciones asociadas en campos particulares que compiten pero tambi¨¦n cooperan¡±.
La pol¨ªtica de cl¨²steres (masas cr¨ªticas) es un cl¨¢sico en nuestro entorno empresarial. El Gobierno vasco, en los 90, se decant¨® por impulsar su creaci¨®n y hoy existen 12 asociaciones cl¨²ster prioritarias y otras cuatro pre-cl¨²ster en la Comunidad Aut¨®noma del Pa¨ªs Vasco. No todos los cl¨²steres son del mismo tama?o ni tienen id¨¦nticos fines objetivos pero, si pasamos revista a los mismos, nos encontramos con algunos objetivos comunes tales como la mejora de la competitividad, la cooperaci¨®n entre el sector p¨²blico y el privado, la sostenibilidad, la transformaci¨®n a trav¨¦s de la innovaci¨®n o la creaci¨®n de sinergias entre agentes sociales y tecnol¨®gicos. Los cl¨²ster han servido para formalizar alianzas y dise?ar y poner en marcha iniciativas de refuerzo competitivo.
El papel que han tenido las universidades y los centros de investigaci¨®n de Euskadi es el de han podido participar en esta pol¨ªtica como agentes para la extensi¨®n de la innovaci¨®n y la mejora competitiva a trav¨¦s de la transferencia y puesta en pr¨¢ctica de su stock de conocimiento. No s¨¦ si han podido cumplir con la tarea, el papel que se les ha venido asignando. La impresi¨®n general, a nivel de la econom¨ªa espa?ola, es que pod¨ªa haberse hecho m¨¢s de lo que se ha hecho.
Mi reflexi¨®n, sin embargo, no quiere ir en esta direcci¨®n sino en otra bien distinta. En la direcci¨®n de analizar s¨ª la filosof¨ªa y alguna de las pr¨¢cticas de la pol¨ªtica de cl¨²steres podr¨ªan ser aplicadas a las propias universidades y centros de investigaci¨®n. Es decir, si tendr¨ªa o no sentido que se impulsara la consolidaci¨®n creaci¨®n de la una masa cr¨ªtica de la investigaci¨®n y del conocimiento en Euskadi. Para ello comenzar¨¦ por recordar que la investigaci¨®n, adem¨¢s de otras muchas cosas, es una actividad econ¨®mica que puede generar riqueza, bienestar y empleo a un pa¨ªs y que, como tal, precisa de la estructura y las alianzas necesarias para poder convertirse en un sector de ¨¦xito en todas sus vertientes.
Tenemos universidades p¨²blicas y privadas, tenemos centros de investigaci¨®n y tenemos una fundaci¨®n para el impulso de la ciencia, Ikerbasque, as¨ª como una potente de red de centros tecnol¨®gicos en un espacio geogr¨¢fico en el que esta concentraci¨®n podr¨ªa constituir una se?al que apuntase a la conveniencia de apostar por hacerlo todav¨ªa mejor. No creo que conseguir la cooperaci¨®n entre investigadores, entre centros universitarios y centros de investigaci¨®n sea m¨¢s dif¨ªcil que lograr, como se ha hecho, que las empresas de electrodom¨¦sticos de Euskadi, los centros de energ¨ªa, las industrias de medio ambiente, de transporte, de alimentaci¨®n, deaAudiovisuales, etc. cooperen y logren aumentar su competitividad. Ya s¨¦ que el producto final de una empresa y el producto final de una universidad o un centro de investigaci¨®n son bien diferentes y que lo que hacen los investigadores no tiene parecido con lo que hacen los directores financieros de las empresas, pero ?importa? De lo que se trata es de hacer mejor lo que se sabe hacer y de propiciar que en el terreno del conocimiento seamos un referente.
Me parece evidente que, a pesar de los esfuerzos y de las mejoras, todav¨ªa queda camino por recorrer en la consolidaci¨®n de nuestro sector de la investigaci¨®n. Creo que las generaciones futuras se merecen que desarrollemos capacidades investigadoras, que participemos activamente en los flujos internacionales del talento, que seamos capaces de importar y de exportar capacidad investigadora y seamos m¨¢s eficientes en la gesti¨®n de los recursos destinados al progreso del conocimiento. Si la finalidad de las iniciativas de cl¨²steres es la de llevar a cabo esfuerzos bien organizados que permitan aumentar el crecimiento y la competitividad de las empresas dentro de una regi¨®n con la implicaci¨®n del Gobierno y de las instituciones de esa regi¨®n, no veo raz¨®n por la que no se puede dise?ar una pol¨ªtica an¨¢loga, que no igual, para los que hacen de la investigaci¨®n y la innovaci¨®n su modo de vida en el terreno laboral y profesional.
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