Trankimazin por cuidar a los padres
Dos de cada diez personas que velan por familiares dependientes sufren de depresi¨®n, concluye un estudio de la Mesa del Tecer Sector de Catalu?a
Desde hace ocho a?os, la vida de Carmen se divide entre cuidar a sus dos padres, de 90 y 89 a?os, y sus labores como maestra en Cerdanyola. Ambos tienen grado dos de dependencia, es decir, con necesidades de ayuda extensa para su autonom¨ªa personal. ?l tiene demencia senil y ella, problemas de movilidad. ¡°Me siento como un h¨¢mster corriendo en su rueda, dentro de la jaula. Pedaleas y pedaleas y no vas a ning¨²n sitio¡±, explica la mujer, de 55 a?os, casada e hija ¨²nica.
La realidad que vive Carmen no se aleja mucho de la de los m¨¢s de 100.000 cuidadores familiares que hay en Catalu?a, seg¨²n el ¨²ltimo balance del despliegue de la ley de Dependencia que realiza el Departamento de Bienestar, un 10% menos que el a?o pasado. Un colectivo ¡°femenino e invisible, muy castigado por la crisis¡±, seg¨²n ?ngels Guiteras, presidenta de la Taula del Tercer Sector. La entidad present¨® ayer su informe Los cuidadores familiares, el reto pendiente del sistema de Dependencia, que concluye que un 18% de los cuidadores no profesionales ¡ªcomo tambi¨¦n se le conocen¡ª est¨¢ deprimido y un 14% presenta abusos de sustancias, como consecuencia de la sobrecarga f¨ªsica y emocional. ¡°Los recortes y el colapso del sistema de dependencia est¨¢n sobrecargando a los cuidadores familiares¡±, a?adi¨® Guiteras.
Adem¨¢s de la pensi¨®n, ambos dependientes reciben entre los dos una ayuda de poco m¨¢s de 500 euros mensuales. Eso, junto con los dos salarios de la familia, les permite contar con facilidades que no tienen otras familias, aunque ¡°ya no tenemos un duro en la caja¡±, confiesa Carmen. La preocupaci¨®n y la paciencia son el pan de cada d¨ªa.
Carmen toma trankimazin por recomendaci¨®n m¨¦dica. Su marido, que le echa una mano por las ma?anas con sus padres (levantarlos, pa?ales, desayunos...), somatiza la presi¨®n con taques de psoriasis y ha tenido que recibir tratamiento especial. Uno de los respiros lo tiene gracias a la hora de cuidadora diaria que le da el Ayuntamiento de Barcelona. Una ayuda que, seg¨²n el estudio realizado por Marc Cadafalch, psicopedagogo de la Fundaci¨®n Pere Tarr¨¦s, se ve en riesgo por ¡°los efectos de la reforma local que podr¨ªa considerar este servicio como un servicio ajeno en las competencias municipales¡±. El programa Respir, que permite a los cuidadores tener tiempo de descanso, tambi¨¦n est¨¢ en riesgo.
Las prestaciones a empleados informales se han reducido en un 10%
Cadafalch explica que cada cuidador tiene una dedicaci¨®n media de 10,6 horas diarias, y el 15,4 % de las personas cuidadoras no profesionales cuidan a m¨¢s de una persona. ¡°Los efectos sobre la salud psicol¨®gica aparece a partir de las 25 horas semanales para las personas mayores de 74 a?os¡±, dice el informe.
¡°Carmen se levanta todos los d¨ªas a las 6.30 de la ma?ana para ir a la escuela y regresa a las 18.30 a su piso en Enten?a, para dedicarse a sus padres el resto de la jornada. ¡°Te dan cita para evaluarlos y lo hacen en d¨ªas diferentes, oblig¨¢ndote a pedir dos permisos. Sientes que entre las Administraciones no hay mucha coordinaci¨®n¡±, denuncia. ¡°Dentro de la rueda del h¨¢mster sientes que la burocracia es una gran palo en la rueda¡±, a?ade. ¡°No tengo dinero para llevarlos a una residencia, pero tampoco me gustar¨ªa. ¡°Ellos me cuidaron mucho a m¨ª y a mis hijos, siento que tengo que devolverles sus esfuerzos¡±, argumenta la maestra.
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