Un brujo con una flauta
Jethro Tull repasa sus 50 a?os de carrera musical en el Festival Jardins de Pedralbes
Hab¨ªa llovido durante todo el d¨ªa y a las 21 horas Barcelona estaba siendo azotada por una tormenta impresionante. Parec¨ªa irremediable la suspensi¨®n del concierto de Jethro Tull programado en Pedralbes pero desde la organizaci¨®n se aseguraba que antes de quince minutos la lluvia cesar¨ªa y se podr¨ªa realizar la actuaci¨®n sin problemas. Y ten¨ªan raz¨®n (no hay nada como estar bien informado o tener influencias m¨¢s all¨¢ de las nubes), de forma sorprendente la lluvia ces¨® y apareci¨® el Arco Iris como una premonici¨®n de que algo m¨¢gico se avecinaba.
Y m¨¢gica fue la actuaci¨®n de un Ian Anderson exuberante y comunicativo. Un aut¨¦ntico brujo de mirada penetrante (algo c¨ªnica) y andares de personaje de la commedia dell¡¯arte que convirti¨® su flauta en un instrumento hipn¨®tico y danzante.
Con una noche algo h¨²meda pero agradable como aliada y unas gradas pr¨¢cticamente llenas a¨²n m¨¢s aliadas, Anderson fue recorriendo sus cincuenta a?os de carrera profesional, lo que equivale a decir toda la historia de ese g¨¦nero de l¨ªmites imprecisos que ¨¦l se invent¨® y sigue cultivando con aut¨¦ntica pasi¨®n: el heavy folk. Ritmos pegajosos surgidos de la tradici¨®n popular brit¨¢nica (o cl¨¢sica, porque Bach tambi¨¦n tuvo su parcela) perfectamente ensamblados con riffs de guitarra puro metal. Una mezcla que en pleno siglo XXI sigue funcionado a las mil maravillas, en especial ante un p¨²blico de viejos rockeros como el que el lunes desafi¨® a la tormenta acerc¨¢ndose a Pedralbes.
Ian Anderson sopl¨® como un poseso su flauta hechizando al personal, puro brujer¨ªo, podr¨ªa habernos llevado en comitiva hasta un ri¨® cercano y all¨ª dejar que nos ahog¨¢ramos como las ratas del cuento. Cant¨® con enjundia pero con una voz ya muy maltrecha, cosa que en los ¨²ltimos a?os ha suplido con inteligencia al incorporar a un segundo cantante que se encarga de las partes m¨¢s comprometidas. Y, sobre todo, dirigi¨® con mano dura a una banda impecable, s¨®lida y contundente que nunca se conform¨® con versionar los viejos ¨¦xitos sino que los convirti¨® en algo nuevo de una frescura reconfortante. La misma banda con la que Anderson ya nos visit¨® en sus ¨²ltimos conciertos y que suena realmente bien, Jethro Tull totalmente puesto al d¨ªa.
Los ¨¦xitos hist¨®ricos del grupo se fueron sucediendo ante el cada vez mayor entusiasmo del p¨²blico. Entre tanto ritmo conocido algunos temas de su reciente disco no desentonaron en absoluto. Nothing is easy cre¨® un primer momento de euforia que ya se desbord¨® con Too Old to Rock ¡®n¡¯ Roll, Too Young to Die o Songs from the Wood. Las notas iniciales de Aqualung levantaron al personal y un torrencial Locomotive Breath puso fin a una velada de altos vuelos. Una locomotora desbocada atraves¨® los jardines de Pedralbes.
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