Concentrado de arte
El Prado expone en Barcelona 135 grandes pinturas y esculturas de peque?o formato, el mayor pr¨¦stamo que ha realizado el museo en su historia


En uno de los viajes preparatorios para la exposici¨®n La belleza cautiva. Peque?os tesoros del Museo del Prado que se inaugura este mi¨¦rcoles en Caixaforum de Barcelona con 135 exquisitas obras de peque?o formato del museo madrile?o, su comisaria Manuela B. Mena viaj¨® junto a dos personas que manejaban unas tabletas digitales. La jefa de conservaci¨®n de pintura del siglo XVIII y de Goya asoci¨® r¨¢pidamente la funci¨®n de estos artilugios con las peque?as obras que forman parte de la exposici¨®n de arte concentrado, que se podr¨¢ ver en Caixaforum de Barcelona hasta el pr¨®ximo enero. ¡°Son objetos creados para ser disfrutados y transportados de forma y privada, que viajan de un lugar a otro, en altares y oratorios port¨¢tiles o en gabinetes¡±, explic¨® Mena ayer durante la presentaci¨®n.
Estas peque?as obras recorren todos los g¨¦neros y temas: Desde escenas mitol¨®gicas, retratos de reyes, de grandes se?ores o santos, de Cristo y de la Virgen, adem¨¢s de escenas de la naturaleza, del cuerpo humano y de la vida cotidiana. Todos est¨¢n firmados por grandes figuras como El Greco (la casi miniatura La huida a Egipto y La coronaci¨®n de la Virgen), El Bosco (Extracci¨®n de la piedra de la locura, uno de sus escasos temas profanos que ha sobrevivido), Goya (Tob¨ªas y el ?ngel, Autoretrato o La ri?a en el mes¨®n del gallo), Vel¨¢zquez (Vista del jard¨ªn de Villa Medici), Rubens (Diana y sus ninfas cazando y Deucali¨®n y Pirra), Brueghel el J¨®ven (La construcci¨®n de la Torre de Babel) y Fortuny (Los hijos del pintor en el sal¨®n japon¨¦s), entre muchos otros.

Su peque?o tama?o, y el estar colgadas a la altura de los ojos, invita a acercarnos y detenernos ante ellas para poder captar sus innumerables detalles. ¡°Lo ideal ser¨ªa que el visitante se descargara antes la aplicaci¨®n del Prado para poder ampliar las im¨¢genes de alta resoluci¨®n y ver lo que el ojo no puede ver¡±, insisti¨® Mena.
Las 135 obras forman, seg¨²n explic¨® Miguel Zugaza, director del Prado, ¡°el mayor conjunto en cantidad y calidad que jam¨¢s ha salido del museo¡±. Planteada de forma cronol¨®gica. La primera pieza que se exhibe y recibe al visitante es una peque?a, pero grandiosa, escultura de Atenea Partenos (diosa de la sabidur¨ªa y de las artes) de apenas un metro, una copia romana del siglo II de la original criselefantina de Fidias que estaba en el Parten¨®n de Atenas. La ¨²ltima, un boceto de un obra historicista de 1906 de Francisco de Padilla que representa la reclusi¨®n de Juana de Castilla (llamada la Loca) en Tordesillas. Entre medio, casi centenar y medio de pinturas y esculturas (como el maniqu¨ª articulado de Durero de madera de boj pintado) que dif¨ªcilmente pueden verse juntas, presionadas por los cuadros de gran formato que llenan (hace unos a?os por criterios museogr¨¢ficos se redujeron de 3.000 a 1.500 las obras expuestas a la vez) las salas del Prado.

Pero las peque?as obras tienen un plus que muchos de sus hermanos mayores no: ¡°El boceto de Rubens Apolo y la serpiente Pit¨®n, no tiene que ir firmado para reconocer el trazo preciso, din¨¢mico y fresco del genio, que pint¨® a un dios, mientras que la obra final de Cornelio de Vos la figura parece un bailar¨ªn y presenta una pincelada menos suelta¡±, explica de forma apasionada Mena.
Algunas, enriquecen el conocimiento de artistas como Goya. En el boceto El alba?il borracho de 1786, el de Fuendetodos pint¨® a dos porteadores alegres mientras llevan en volandas a un tercero ebrio, pero en el enorme cart¨®n final, expuesto al lado, el tema es otro: El alba?il herido y las figuras aparecen con el semblante fruncido y serio. ¡°M¨¢s acorde con la decoraci¨®n del palacio real del Pardo¡±, explic¨® la comisaria.
La exposici¨®n tiene su origen en la que pudo verse en Madrid bajo el t¨ªtulo La belleza encerrada. De Fra Angelico a Fortuny, en 2013. En la de Barcelona, se ha cambiado el t¨ªtulo, se han reducido casi a la mitad las obras expuestas (de 281 a 135) y se ha perdido la mayor¨ªa de los montajes escenogr¨¢ficos en los que se mostraban las obras. ¡°Muchas de las obras no han podido viajar por un problema de conservaci¨®n¡±, explic¨® la comisaria, que mantiene que s¨ª est¨¢ presente el juego visual que permite descubrir las obras de las siguientes salas.
En la exposici¨®n de Caixaforum se han a?adido obras de autores catalanes, como dos tablas firmadas por Jaume Mateu, de alrededor de 1410 ¡ªque Mena utiliz¨® como claro ejemplo de tabletas, pero del siglo XV, madera y pintadas¡ª y el retrato recortado de una predela de un profeta pintado por Jaume Huguet en el mismo siglo. Tambi¨¦n se pueden ver obras que jam¨¢s de han expuesto, como Giovanni Battista Caselli, poeta de Cremona, pintado en 1557 por Sofonisba Anguissola, una de las cuatro mujeres que tienen obra en El Prado, ¡°la historia de la pintura es la que es¡±, se disculp¨® Mena. Se adquiri¨® en 2012 y ha estado en el taller de restauraci¨®n desde entonces.
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