Por fin, la nueva ley urban¨ªstica valenciana

Por fin, las Cortes Valencianas procedieron el pasado 17 a aprobar la Ley de Ordenaci¨®n del Territorio, Urbanismo y Paisaje (en adelante LOTUP), texto legal que viene a sustituir el insufrible y contradictorio marasmo legislativo preexistente en la Comunitat desde mediados de la d¨¦cada del 2000 y que a¨²n solo por eso, debe ser celebrada su promulgaci¨®n.

Pero es que, adem¨¢s, debe se?alarse en su haber el esfuerzo de concertaci¨®n llevado a cabo no solo entre las instituciones p¨²blicas y privadas responsables o aplicadoras del urbanismo valenciano, sino tambi¨¦n con los partidos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentaria y m¨¢s en concreto, entre los dos partidos mayoritarios, lo que ha permitido la conformaci¨®n de un texto en su gran medida consensuado, lo que le confiere una cierta caracter¨ªstica de estabilidad nada desde?able y m¨¢s a¨²n, en la procelosa ¨¦poca econ¨®mica en que nos encontramos.

Con respecto a los aspectos normativos de car¨¢cter positivo que recoge, cabr¨ªa destacar como m¨¢s trascendentes, la desagregaci¨®n de los planes generales en dos planes, el estructural y el pormenorizado, lo que contribuir¨¢ indudablemente a racionalizar y aclarar los ¨¢mbitos competenciales entre Ayuntamientos y Generalitat. Tambi¨¦n a la agilizaci¨®n de las revisiones de los mismos, as¨ª como la regulaci¨®n de los procedimientos de informaci¨®n p¨²blica con la introducci¨®n de medidas de control p¨²blico y social que permitir¨¢n acotar los eventuales procesos especulativos y de corrupci¨®n. Y finalmente, la disposici¨®n de instrumentos jur¨ªdico-urban¨ªsticos de intervenci¨®n sostenible en la ciudad consolidada, ¨²nico espacio capaz de recuperar la actividad urban¨ªstica y la generaci¨®n de empleo a corto y medio plazo a trav¨¦s de la rehabilitaci¨®n y regeneraci¨®n urbanas. Una parte que, por cierto, se vi¨® mejorada en el proceso de participaci¨®n p¨²blica al que se sometieron los borradores de la ley y en la tramitaci¨®n parlamentaria.

Sin embargo, en mi opini¨®n, la LOTUP a¨²n presenta algunas carencias o deficiencias que demandan su reajuste, bien mediante sencillas modificaciones puntuales de la ley o bien mediante su desarrollo reglamentario, lo que permitir¨¢ disponer de un texto legal final solvente y adecuado a la realidad socioecon¨®mica en la que nos encontramos inmersos.

En este sentido y entre otras, se echa en falta una regulaci¨®n m¨¢s precisa de los procedimientos de tramitaci¨®n de las evaluaciones ambientales estrat¨¦gicas que respete de forma m¨¢s adecuada las competencias urban¨ªsticas de los Ayuntamientos y de la Generalitat y que no generen retrasos impropios y conflictivos en la aprobaci¨®n del planeamiento, as¨ª como a la adopci¨®n de medidas m¨¢s acordes a la realidad socio-urban¨ªstica en los procesos de regularizaci¨®n de los n¨²cleos urbanos generados al margen del planeamiento, o la rigidez expuesta en la regulaci¨®n de los porcentajes de participaci¨®n p¨²blica en las plusval¨ªas por parte de la Administraci¨®n, hurt¨¢ndose la posibilidad que ofrece la legislaci¨®n estatal de suelo de su adecuaci¨®n a la rentabilidad econ¨®mica de las actuaciones urbanizadoras.

En fin, la LOTUP, como cualquier otro instrumento legal, presenta luces y sombras y estas ¨²ltimas pueden (y deben) ser subsanadas mediante los procedimientos previstos para ello pero que y en cualquier caso, su promulgaci¨®n debe ser bienvenida por lo que supone de indudable mejora sobre el marem¨¢gnum legal anterior y las posibilidades que ofrece para acometer, de una vez por todas, la tan demandada y necesaria recuperaci¨®n de la actividad urban¨ªstica desde la disposici¨®n de expl¨ªcitos criterios de equilibrio y sostenibilidad socioecon¨®mica y tambi¨¦n y a ser posible, de la desactivaci¨®n de la "mala reputaci¨®n" del urbanismo valenciano, en muchos casos "ganada a pulso" y que tanto da?o ha hecho a la imagen de la Comunitat Valenciana. Ojal¨¢ se consiga.

Gerardo Roger Fern¨¢ndez, Arquitecto y Profesor de Urbanismo del Instituto Pascual Madoz de la Universidad Carlos III.