Santiago Calatrava, imputado por el Centro de Convenciones de Castell¨®n
El juzgado Instrucci¨®n n¨²mero 5 le cita a declarar el 2 de septiembre La Generalitat Valenciana pag¨® 2,7 millones en estudios pero el proyecto nunca se ejecut¨®
A Santiago Calatrava, el arquitecto estrella del Gobierno valenciano en la era de Francisco Camps y Eduardo Zaplana, se le abre un nuevo frente judicial tras la demanda que la Generalitat le ha interpuesto por no poder garantizar la reparaci¨®n de la cubierta del Palau de les Arts. Y en esta ocasi¨®n los problemas le llegan por una obra que ni siquiera ha ejecutado. Un juzgado de Castell¨®n, tal y como inform¨® ayer el Tribunal Superior de Justicia valenciano, le ha citado a declarar el 2 de septiembre como imputado en una investigaci¨®n abierta para esclarecer si hubo irregularidades en la contrataci¨®n del arquitecto para la ejecuci¨®n del llamado Centro de Convenciones. Este edificio, presentado oficialmente hace siete a?os, estaba llamado a ser el emblema de la ciudad, a imagen de lo que la Ciudad de las Artes y las Ciencias lo es para Valencia.
La obra se ha quedado solo en una maqueta pero Calatrava cobr¨® de la Generalitat 2,7 millones por honorarios y estudios previos. El juzgado investiga si este pago cumple con la legalidad, pero tambi¨¦n si la contrataci¨®n del proyecto, que se hizo en un proceso negociado sin publicidad atendiendo a un supuesto objetivo art¨ªstico, fue justificada. El tribunal ya ha tomado declaraci¨®n como imputados a dos cargos de la Administraci¨®n valenciana. El primero es el exsecretario auton¨®mico de Hacienda y Presupuestos, Eusebio Monz¨® (que fue destituido tras su imputaci¨®n). El otro alto cargo encausado es Javier de Diego, el ex director t¨¦cnico de la empresa p¨²blica responsable de la contrataci¨®n, la Sociedad Proyectos Tem¨¢ticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), Javier de Diego. Tambi¨¦n se ha tomado declaraci¨®n al antiguo responsable de la oficina de Calatrava y actual subsecretario del Ministerio de Educaci¨®n Cultura y Deporte, Fernando Benzo.
Arquitectura en los juzgados
En el palmar¨¦s de Santiago Calatrava pesan tanto sus hitos arquitect¨®nicos, que sin duda los tiene, como los problemas que causan. Buena parte de la biograf¨ªa del arquitecto valenciano est¨¢ escrita en los juzgados. La imputaci¨®n en el caso del Centro de Congresos de Castell¨®n viene precedida por un goteo de fricciones judiciales motivadas por los resultados insatisfactorios de sus dise?os y por los sobrecostes de las obras. La Generalitat valenciana, que le pag¨® 100 millones por la Ciudad de las Artes y las Ciencias, lo ha denunciado por no garantizar que la reparaci¨®n del trencad¨ªs (mosaico) de la c¨²pula del Palau de Les Arts, parte del cual se desprendi¨® hace ocho meses, durara 10 a?os. Este teatro de ¨®pera, con un precio original de 84 millones, se dispar¨® hasta los 400 millones. Una gota fr¨ªa en 2007 aneg¨® una sala y varios niveles inferiores y provoc¨® el hundimiento del escenario.
El arquitecto, que acaba de ser desimputado en el caso de la ?pera de Palma, una de las 25 piezas del caso Palma Arena, tambi¨¦n ha tenido que afrontar una demanda de Domecq por la construcci¨®n de una bodega en la Rioja Alavesa cuya cubierta no soportaba las tensiones del cambio de temperatura, filtraba el agua y pon¨ªa en riesgo el proceso vin¨ªcola. Y antes tuvo que asumir, tras el oportuno litigio, los 3,5 millones de la reparaci¨®n de un derrumbamiento en el Palacio de Congresos de Oviedo. Por no hablar de las refriegas judiciales de la resbaladiza pasarela Zubizuri de Bilbao y la sala de espera a la intemperie en el aeropuerto de la lluviosa capital vizca¨ªna. Pero sus tropiezos, como su obra, tambi¨¦n tienen resonancias internacionales. El Tribunal de Cuentas de Italia le reclama m¨¢s de tres millones por los errores en la construcci¨®n de un puente en Venecia. Esta pasarela, que se mueve, tuvo un sobrecoste de cuatro millones y en su suelo han resbalado no pocos venecianos y turistas.
Calatrava visit¨® Castell¨®n en diciembre de 2007. Acudi¨® a un acto en el Ayuntamiento que escenific¨® el acuerdo entre Camps y el entonces alcalde de la ciudad, Alberto Fabra (ahora presidente valenciano) para construir el vanguardista edificio. ¡°En realidad no s¨¦ c¨®mo ser¨¢, pero ser¨¢ trascendente¡±, dijo. All¨ª improvis¨® un primer boceto de la obra: un dibujo de una mujer sentada con una paloma en la mano. Al a?o siguiente regres¨® para presentar la maqueta por todo lo alto. Le acompa?aron Camps, Fabra y el entonces presidente de la Diputaci¨®n, Carlos Fabra. Calatrava desvel¨® entonces su plan: un dise?o de un edificio con una torre de 151 metros de altura, el m¨¢s alto de la ciudad. El proyecto compromet¨ªa el pago de 100 millones de las arcas p¨²blicas a pesar de que el Gobierno valenciano hab¨ªa presupuestado 60.
La negociaci¨®n se hizo, adem¨¢s, sin contar con los terrenos necesarios para su ejecuci¨®n. El Centro de Convenciones se ide¨® en una zona de expansi¨®n de Castell¨®n, en un solar que el ayuntamiento deb¨ªa ceder a la empresa p¨²blica SPTCV. La obra se incluy¨®, junto a otra del arquitecto Frank Gehry (tampoco ejecutada), en el PAI Mestrets, un gran proyecto urban¨ªstico que ha sido paralizado por los tribunales. La Generalitat valenciana dej¨® en suspenso la obra en 2012 por la coyuntura econ¨®mica.
La Sindicatura de Comptes (el tribunal de cuentas valenciano) alert¨® a?os atr¨¢s de irregularidades en este proceso. En un informe de 2010 revel¨® que la SPTCV pag¨® 2,7 millones por la redacci¨®n del anteproyecto y proyecto b¨¢sico ¡°sin que en el expediente constase la documentaci¨®n acreditativa de su aprobaci¨®n por el ¨®rgano de contrataci¨®n¡±. Para subsanarlo, un consejo de administraci¨®n celebrado a posteriori (en marzo de 2011) acord¨® ratificar las decisiones adoptadas. En cuanto a la diferencia del presupuesto, se acord¨® que en el momento en que se dictara la orden de inicio del proyecto se deb¨ªan tener las previsiones iniciales del presupuesto. Es decir, 60 millones.
En 2011, la ahora eurodiputada Marina Albiol, de Esquerra Unida accedi¨® al contrato de la Generalitat con el arquitecto y decidi¨® llevarlo a la fiscal¨ªa. ¡°El dinero p¨²blico no puede servir para llenar los bolsillos de arquitectos estrella, ni para pagar los caprichos de Camps o de Carlos Fabra¡±, dijo entonces. Pero poco despu¨¦s el ministerio p¨²blico archiv¨® el caso.
La denuncia de un particular ante la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n de Alicante (que deriv¨® el caso a Castell¨®n) ha conseguido la reapertura del asunto con el consiguiente pase¨ªllo judicial de quienes participaron en aquel proyecto. La denuncia presentada habla de presuntos delitos de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, prevaricaci¨®n y fraude a la Administraci¨®n.
Ayer, tras conocer la imputaci¨®n, el grupo de Esquerra Unida celebr¨® que ¡°por fin¡±, cuatro a?os y medio m¨¢s tarde, se est¨¦ investigando el caso. En un comunicado, lamentaron la actitud del Consell: ¡°Lo ¨²nico que ha hecho ha sido proteger a su arquitecto estrella, el ni?o mimado del Partido Popular¡±.
Junto a la declaraci¨®n de Santiago Calatrava, el Juzgado de Instrucci¨®n 5, que lleva el caso, est¨¢ recabando documentos. El juez exige al estudio del arquitecto que detalle con qu¨¦ criterios, si del ayuntamiento o de la Generalitat, llev¨® a cabo los estudios previos. Tambi¨¦n ha pedido al gobierno valenciano el acta de autorizaci¨®n del presupuesto y el informe que acredite los objetivos art¨ªsticos que motivaron la contrataci¨®n sin publicidad. Finalmente, reclama al Ayuntamiento de Castell¨®n datos sobre la ubicaci¨®n y la titularidad del solar donde se proyect¨® el edificio.
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