El ataque de los chicos cocodrilo

Un extraterrestre que llega a la tierra. Prueba la paella, habla con un cactus, le confunden con una estatua de La Rambla... Y termina en un chiringuito de las playas de Barcelona bailando sin parar, rodeado de modelos de revista (y alguna chica) hasta que cae la noche. El guion del video promocional del Circuit, uno de los festivales de ocio LGTB m¨¢s grandes del mundo, se parece mucho a lo que respira por estos d¨ªas la capital catalana. Unas 70.000 personas han tomado la ciudad para participar en un evento que llega a su s¨¦ptima edici¨®n y que ayer, con la fiesta en la Isla Fantas¨ªa, en Vilassar de Mar, vivi¨® su ecuador y uno de sus momentos ¨¢lgidos.

El d¨ªa empez¨® temprano para muchos. Un gimnasio que patrocina el Circuit, aprovechando el tir¨®n de un segmento en el que el culto al cuerpo es destacable, estaba a reventar desde primera hora de la ma?ana. En las tiendas del centro algunos aprovechaban para hacer compras de ¨²ltima hora: un grupo de ingleses, uniformados con bermudas de colores, chanclas y el polo del lagarto, esperaban a otro amigo a la salida de una tienda. El hombre, de unos 35 a?os, tard¨® m¨¢s en salir que en estar con el torso desnudo y ponerse su nueva compra. Uniforme completo.

La cita despu¨¦s era en plaza de Catalu?a, donde se coge el autob¨²s oficial del festival, el transporte m¨¢s utilizado para llegar hasta el parque acu¨¢tico. La ma?ana fue el tiempo para toboganes, piscinas y atracciones acu¨¢ticas infantiles. Un cl¨¢sico del dance, Gypsy Woman de Cristal Waters, rompi¨® el hielo de la pista central, en la piscina de olas y comenz¨® el baile. En el agua, los ingleses de las camisas del lagarto, ya vistiendo ba?adores de flores, disparaban pistolas de agua mientras se mueven al ritmo de las mezclas. Su presa, un brasile?o voluptuoso bailando en un podio de gog¨®. Es el ataque de los chicos cocodrilo.

M¨¢s del 80% de los asistentes al Circuit son turistas, la mayor¨ªa de Francia, Italia, Australia y Brasil, aunque en el registro constan unas 50 nacionalidades. La entrada a las dos fiestas de ayer ¡ªla programaci¨®n cuenta con m¨¢s de 20 actividades¡ª costaba 85 euros. A la factura hay que sumarle el alojamiento, la alimentaci¨®n... Unos 250 euros al d¨ªa por participante, seg¨²n calcula la organizaci¨®n.

En paralelo, otro desembarco (esta vez literal) se produc¨ªa en el Puerto de Barcelona. El crucero gay Atlantis Cruise, con 2.500 personas a bordo, atracaba al amanecer en la ciudad y varios de sus pasajeros llegaban exclusivamente para ir a la Isla Fantas¨ªa. M¨¢s hombres con la camiseta del lagarto, algunos todav¨ªa blancos. Aunque el sol tard¨® en salir y las nubes amenazaban lluvia, el buen tiempo termin¨® por imponerse sobre las espaldas de los 7.000 aisstentes. ¡°Es mi primera vez, pero me gusta mucho el ambiente. Prefiero las fiestas al aire libre que encerrarme en una discoteca¡±, explicaba Giovanni Leto, un joven de 27 a?os venido de Rimini (Italia).

Las chicas tambi¨¦n ten¨ªan su lugar en la fiesta. El Circuit cuenta con actividades espec¨ªficas para ellas y algunas compartidas, como la del parque acu¨¢tico. ¡°Me gusta encontrarme con otras chicas de mi edad, disfrutar de un d¨ªa de piscina y divertirme¡±, contaba Lorena, francesa de 21 a?os. ¡°Encuentro un poco caras las bebidas ¡ª10 euros un combinado¡ª pero para eso son las vacaciones¡±, agregaba mientras se abrazaba a su novia.

A pesar de que los carteles muestran j¨®venes imberbes y de aspecto atl¨¦tico, la mayor¨ªa de los asistentes rondan los 30. La lorza marida con la tableta de chocolate. ¡°Lo que m¨¢s me gusta de esta fiesta es que es un ambiente diferente para interactuar¡±, aseguraba Jorge, que vino con varios amigos de Madrid para no perderse lo que llama ¡°una cita obligada del verano, despu¨¦s del Orgullo¡±.

La organizaci¨®n asegura que la fiesta deja unos 100 millones de euros en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Ir¨®nicamente, aunque el Circuit tiene el nombre de Barcelona, son pocas las fiestas que se realizan en la ciudad. Algunos eventos se hacen en Sabadell, L'Hospitalet y Sant Adri¨¤ del Besos. Pese a las resistencias iniciales, el Ayuntamiento de Barcelona es consciente del empuje econ¨®mico que genera el festival. Este a?o edit¨® una gu¨ªa especial para los visitantes, rese?ando las bondades que hacen de la capital catalana una ciudad amable hacia los homosexuales.