La importancia de llamarse Calatrava
Un exdirectivo imputado en el caso del Centro de convenciones de Castell¨®n no se explica por qu¨¦ el Consell pag¨® un encargo que superaba lo pactado
Las primeras declaraciones en la investigaci¨®n abierta por las supuestas irregularidades en la contrataci¨®n del Centro de Convenciones de Castell¨®n que dise?¨® Santiago Calatrava no han ayudado a disipar las principales inc¨®gnitas de este proyecto por el que el Consell acab¨® pagando 2,7 millones al arquitecto, a pesar de que lo planificado exced¨ªa con creces lo pactado. Ninguno de los dos t¨¦cnicos de la Sociedad de Proyectos Tem¨¢ticos (SPTCV) que han sido interrogados como imputados por el juez titular de Instrucci¨®n 5 de Castell¨®n ha sabido contestar a por qu¨¦ el arquitecto present¨® un proyecto sobredimensionado (de 60 millones presupuestados propuso una obra de 100) ni por qu¨¦ se le pag¨® la citada cantidad, aunque ambos aseguraron que la idea de sobrepasar lo impuesto en el contrato no parti¨® del Gobierno valenciano.
El m¨¢s contundente ha sido Javier de Diego, quien fuera director t¨¦cnico de la Sociedad de Proyectos Tem¨¢ticos (SPTCV) durante los a?os en los que la Generalitat contrat¨® a Calatrava para la construcci¨®n del Centro de Convenciones. En su declaraci¨®n judicial manifest¨® no saber por qu¨¦ se le pag¨® a pesar de que el plan que present¨® no era lo acordado y que ¡°nunca¡± hab¨ªa visto que un proyecto ¡°que no coincidiera con lo acordado se acabase pagando¡±. El Consell desembols¨® 2,7 millones por los honorarios del plan maestro, el anteproyecto y el proyecto b¨¢sico del centro y lo hizo, seg¨²n consta en la documentaci¨®n que en su d¨ªa hizo p¨²blica Esquerra Unida, por ¡°voluntad de entendimiento¡± y pese a admitir que se hab¨ªa incumplido el contrato de forma unilateral.
De Diego asegur¨® en su declaraci¨®n que pidi¨® explicaciones a sus superiores del motivo de actuar as¨ª con Calatrava, pero que no recibi¨® respuesta. El t¨¦cnico dej¨® claro tambi¨¦n que la forma de actuar de la Generalitat con quien era su arquitecto estrella no era lo habitual, puesto que lo normal era que antes de iniciar un proyecto se establecieran las bases sobre las que todos estaban de acuerdo y que ¨¦l no hab¨ªa tenido relaci¨®n con Calatrava porque con Castell¨®n le llegaban los proyectos cuando ya estaban contratados. ¡°Con otros arquitectos esta no es la forma de trabajar¡±, dijo.
El ex director t¨¦cnico relat¨® que Calatrava lleg¨® a presentar p¨²blicamente la maqueta sin que tuvieran previo conocimiento y pese a hab¨¦rsela requerido ¡°reiteradas veces¡±. Fue en ese momento, al hacer entrega de la maqueta, cuando De Diego informa de que el proyecto ocupa una parcela no prevista y que realiza un primer informe en el que dice que eso no debe ser as¨ª y que ¡°el Ayuntamiento [de Castell¨®n] deber¨ªa tomar cartas en el asunto¡±. A partir de ah¨ª, declara, es cuando comienza la ¡°tirantez¡± con el arquitecto y se inicia el intercambio de comunicaciones con su despacho para exigir que se ci?a al presupuesto de 60 millones.
De Diego advirti¨® que el Consistorio deb¨ªa parar el aumento de superficie
De Diego habl¨® de una reuni¨®n a la que asisti¨® junto a Calatrava, el representante del despacho, Fernando Benzo, y el ex director general de la SPTCV, Eusebio Monz¨® (todos imputados en la causa), y que cita como ¡°muy tensa¡± por sus exigencias para cobrar. Monz¨® explic¨® al juez durante su interrogatorio que en aquella cita insisti¨® para que el plan se redujera a los 60 millones. Al d¨ªa siguiente, el despacho del arquitecto remiti¨® un proyecto en dos fases: la primera de 60 y la segunda de 40 millones. ¡°Era lo mismo partido en dos¡±, dijo. Javier de Diego afirma en m¨¢s de una ocasi¨®n durante el interrogatorio que no puede explicar por qu¨¦ se le paga ¡°a pesar de estar por encima de lo presupuestado¡±.
El ex director t¨¦cnico atribuye a la crisis la paralizaci¨®n del Centro de Convenciones, pero tambi¨¦n apunta a una segunda causa: se par¨® por las ¡°desavenencias¡± que iban hacia ¡°una desmesura que no se pod¨ªa controlar¡±.
Dos excargos del Consell aseguran que la SPTCV no autoriz¨® el aumento
Eusebio Monz¨®, destituido como secretario de Hacienda y Presupuestos tras su imputaci¨®n, explic¨® al juez que en todo momento trat¨® que el arquitecto se ajustara al presupuesto fijado y relat¨® las presiones que sufri¨®, como que le mandaran un notario al despacho. Seg¨²n dijo, no recibi¨® de ning¨²n superior la orden de que deb¨ªa pagar. Monz¨® fue destituido (dijo no saber los motivos) y sustituido por Nicol¨¢s Figueres, tambi¨¦n imputado y citado a declarar el pr¨®ximo 14 de octubre. Fue tras este relevo, cuando el Consell pag¨® a Calatrava lo que este reclamaba.
El ex secretario auton¨®mico coincidi¨® con De Diego al declarar ante el juez que no sabe por qu¨¦ se present¨® un proyecto que exced¨ªa en superficie y presupuesto a lo previsto, que la ampliaci¨®n no fue propuesta por la SPTCV y que no sabe de qui¨¦n parti¨® la idea.
Tampoco aclar¨® este extremo el representante de la oficina de Calatrava, Fernando Benzo, que se limit¨® a declarar que solo ejerc¨ªa como mera correa de transmisi¨®n porque actuaba ¡°por orden¡± directa del arquitecto y que supo que hubo un cambio en el plan de necesidades (el documento que deb¨ªa fijar las dimensiones de la obra) pero que desconoc¨ªa el motivo. Benzo no habl¨® de una carta remitida a la SPTCV en la que agradec¨ªa el ¡°aumento sustancial¡± de la superficie porque el Ayuntamiento hab¨ªa propuesto utilizar 62.120 metros cuadrados en lugar de los 17.000 iniciales. Esta carta consta en el expediente que el grupo de EU en las Cortes Valencianas logr¨® fotografiar hace tres a?os y que fue la base para la denuncia que ahora investiga el juzgado de Castell¨®n.
La fiscal¨ªa pidi¨® a principios de septiembre el archivo de la causa para estos tres imputados despu¨¦s de que el juzgado rechazara desimputar a Monz¨® y Benzo a petici¨®n de sus defensas. La causa est¨¢ abierta a la espera de la declaraci¨®n de Figueres y de Calatrava.
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