Las asociaciones de vecinos celebran la medida en un ¡°barrio masificado¡±
Las limitaciones en las horas de reparto preocupan a los comerciantes de Sol y Palacio
A las doce de la ma?ana, la zona oeste de la calle Mayor no es un hervidero de coches. Taxis y alg¨²n que otro autob¨²s tur¨ªstico recorren una v¨ªa que se va agitando conforme el paseante (o el conductor) se acerca a Sol. Contagiado por esa calma, Ricardo Rubio, de la jugueter¨ªa y relojer¨ªa Geppetto, acaba de enterarse del plan de restricci¨®n del tr¨¢fico que prev¨¦ cerrar esta calle ¡ªentre otras de los barrios de Sol y Palacio¡ª a los no residentes a partir del 1 de enero. ¡°Nos va a afectar positivamente. El tr¨¢fico no beneficia a mi negocio. Si acaso, lo perjudica¡±, asegura.
Ante la noticia, hay dos bandos. De un lado, los preocupados por la imposibilidad de recibir a visitantes motorizados. Del otro, los aliviados por deshacerse del coche en un entorno de terrazas, turismo y calles estrechas.
Las asociaciones de vecinos van por la misma v¨ªa. La de ?pera-Austrias se muestra satisfecha con la medida. ¡°Era una petici¨®n que se ten¨ªa desde hace bastante tiempo. Como polo de atracci¨®n, el barrio est¨¢ masificado, y hay momentos en los que no sabes si coger o no el coche¡±, comenta un portavoz. Las asociaciones del Centro iban sobre aviso: cuentan que el Ayuntamiento se reuni¨® con ellas durante el verano para anunciar que la medida se impondr¨ªa en 2015.
Ahora bien, la felicidad por haber logrado una de sus principales reivindicaciones tambi¨¦n deja espacio a la cautela. Uno de los peligros que inquieta a Saturnino Vera, presidente de la asociaci¨®n de Cavas y Costanillas, es que la zona de restricci¨®n se peatonalice para instalar terrazas: ¡°Imagina la Cava Baja, con 56 locales. El ruido podr¨ªa igualar al de los coches¡±. Esta zona reivindicaba desde hace a?os su inclusi¨®n como ?rea de Prioridad Residencial: ¡°Somos una zona muy castigada por el ocio nocturno, est¨¢ bien que hayan recogido nuestra petici¨®n¡±.
Otra preocupaci¨®n es que los residentes puedan solicitar permiso de acceso para otros veh¨ªculos en ocasiones especiales (mudanzas, atenci¨®n a ancianos, visitas...). Las asociaciones aseguran que en la reuni¨®n de julio el Ayuntamiento barajaba la creaci¨®n de una aplicaci¨®n en Internet para dar de alta puntualmente una cierta matr¨ªcula. ¡°Esto nos preocupa por las personas mayores, que son muchas¡±, reflexionan en la asociaci¨®n de ?pera-Austrias.
Los pensamientos de los comerciantes van por otros derroteros. En la panader¨ªa M¨¢s que pan, en la plaza de Puerta de Moros (La Latina), se comentan los horarios previstos para carga y descarga, entre las diez de la ma?ana y la una de la tarde. ¡°Recibimos los repartos entre las cinco y las siete de la ma?ana. Pero sobre el resto, incluso nos puede beneficiar¡±, asegura el responsable. Un repartidor de cervezas se queja: ¡°Hay bares que reci¨¦n te abren a las doce, en una hora no puedes hacerte 30 clientes¡±.
Dos vecinas comentan la noticia antes de entrar a misa en la bas¨ªlica de San Miguel, en la calle de San Justo. Consideran que en esta zona del barrio, libre de locales y alejada de las grandes v¨ªas, poco cambiar¨¢ la medida. Aunque se inquietan por el comercio: ¡°Soy residente y tengo garaje, as¨ª que, problema, ninguno. Pero la gente no se va a acercar al centro, se ir¨¢ a las grandes superficies de fuera¡±. A tres minutos de all¨ª, en la calle Imperial, Montse Bober, de Tejidos Bober, tiene los mismos temores: ¡°Nuestro tipo de negocio hace que si se llevan una pieza, no pueden hacerlo al hombro. Tienen que venir con coche. A nosotros s¨ª nos perjudicar¨ªa¡±.
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