Barber¨¢ debe 50 millones a Fabra por el circuito de la F-1 que sal¨ªa gratis
La alcaldesa firm¨® en 2007 un convenio con la Generalitat por el que asim¨ªa el coste de la obra El coste del circuito deb¨ªa pagarse con el PAI del Grau pero el plan est¨¢ paralizado
El expresidente de la Generalitat Francisco Camps prometi¨® que la F¨®rmula 1 no iba a costar un euro a las arcas p¨²blicas. Su brazo derecho, Ricardo Costa, a?adi¨® que el Gran Premio, que comenz¨® a disputarse en Valencia en 2008, era bueno para los valencianos, para la Comunidad Valenciana y para Espa?a.
Seis a?os despu¨¦s de aquellas aseveraciones, el grupo municipal de Comprom¨ªs desvel¨® ayer que la F¨®rmula 1 ha generado una deuda al Consistorio de 49,9 millones de euros, seg¨²n se desprende del protocolo suscrito en 2007 por la Generalitat y la corporaci¨®n municipal que dirige Rita Barber¨¢. ¡°El asunto de la F-1 no es una cuesti¨®n solo del se?or [Alberto] Fabra¡±, subray¨® el portavoz municipal, Joan Rib¨®.
El convenio era con GTP [Gestor de Transportes y Puertos de la Generalitat ¡ªreconvertido en 2012 en Ente de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE)¡ª y en ¨¦l se establec¨ªa que los costes de la construcci¨®n del circuito y otras infraestructuras a?adidas, entre ellas, una pasarela peatonal sobre el r¨ªo Turia conocida como Cuc de Llum, las asum¨ªa el Ayuntamiento hasta que ¨¦ste pudiera repercutirlas en el plan urban¨ªstico del Grau, que promueve por gesti¨®n directa una sociedad municipal y que est¨¢ estancado por falta de presupuesto e inversores.
Seg¨²n explic¨® Rib¨®, el protocolo, firmado en 2007, cuatro d¨ªas despu¨¦s de la firma del contrato para celebrar la prueba hasta 2014, establece que la Consejer¨ªa de Infraestructuras financiar¨ªa las obras y el Ayuntamiento deb¨ªa reponer ¡°al cien por cien¡± el coste, que en 2009 ascend¨ªa a 38 millones de euros, una cantidad que, seg¨²n Comprom¨ªs, se increment¨® hasta los 45 millones por una serie de modificados en la obra. El antiguo GTP de la Generalitat ha a?adido a?o tras a?o intereses por la deuda y en 2013 la cifra total que recoge el EIGE en su memoria econ¨®mica roza los 50 millones de euros.
Seg¨²n Rib¨®, esa deuda se genera desde el momento en que el Consistorio recibe las obras, en diciembre de 2009, una deuda que ¡°no aparece en la contabilidad del Ayuntamiento¡±. El edil insisti¨® en que el Ayuntamiento reconoce la deuda ¡°si bien considera que la obligaci¨®n de pago de la misma no ha vencido porque est¨¢ supeditada a la urbanizaci¨®n del PAI del Grao¡±.
La F¨®rmula 1, dos a?os despu¨¦s de suspenderse el gran premio de Valencia, ¡°nos supone una deuda de 49,9 millones¡±, dijo a la vez que calific¨® la situaci¨®n de grave porque ¡°se ha escondido y no figura en la contabilidad del Ayuntamiento¡±.
Consol Castillo, edil tambi¨¦n de Comprom¨ªs, a?adi¨® que a este dinero hay que a?adir los costes por los servicios extra de seguridad y limpieza generados por la prueba y que s¨®lo en 2011 le costaron a la ciudad m¨¢s de 150.000 euros ¡ªhubo cinco ediciones¡ª. Rib¨® calific¨® la carga de la F-1 de otra ¡°herencia m¨¢s de Barber¨¢¡±, junto con la deuda del Consorcio de la Copa del Am¨¦rica y la de las obras de entrada del AVE a Valencia.
El vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, neg¨® que el Ayuntamiento asumiera el coste del circuito. ¡°No son ni m¨¢s ni menos que cargas urban¨ªsticas a repercutir en el proyecto del Grau y el Consistorio lo ¨²nico a lo que se comprometi¨® es a cogerlas con una mano y pas¨¢rselas a la Generalitat con la otra¡±, aclar¨®. Grau neg¨® adem¨¢s que los intereses generados por la deuda que ha cargado la Generalitat sean tambi¨¦n una obligaci¨®n para el Consistorio. ¡°Si el ente gestor se ha financiado de una forma u otra, es de su exclusiva responsabilidad y sus cargas financieras no las puede repercutir en nadie¡±, subray¨® el n¨²mero dos de Barber¨¢ en el Ayuntamiento.
La ¨²ltima noticia relacionada con el PAI del Grau fue en julio, cuando el concurso convocado por el Consistorio para buscar un socio financiero para acelerar el plan urban¨ªstico, qued¨® desierto.
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