Mecenas al rescate del fulgor perdido del patrimonio

Antes de que la pebrina esquilmara la poblaci¨®n de gusanos y el cultivo de moreras fuera sustituido en el siglo XVIII por los campos de naranjos, Valencia era un centro internacional de producci¨®n y comercio de la seda. El magn¨ªfico mosaico del Sal¨®n de la Fama alude simb¨®licamente a ese prestigio allende los mares. Hoy ese pavimento cer¨¢mico de casi 100 metros cuadrados est¨¢ guardado en el Museo Nacional de Cer¨¢mica Gonz¨¢lez Mart¨ª a la espera de que, por fin, pueda volver a instalarse en la estancia noble del Colegio del Arte Mayor de la Seda de Valencia, un edificio emblem¨¢tico del siglo XV con tanto esplendor pasado como ruinoso presente.

No obstante, el abandono y el silencio que han campado a sus anchas por el inmueble dar¨¢n paso al estr¨¦pito de las obras de rehabilitaci¨®n. Arrancar¨¢ este mismo mes si se cumplen las previsiones. Vicente Genov¨¦s, presidente del Colegio de la Seda, no oculta su satisfacci¨®n. El proyecto de restauraci¨®n estuvo en el dique seco siete a?os en la Consejer¨ªa de Infraestructuras, mientras la Generalitat se gastaba, por ejemplo, 90 millones de euros en la construcci¨®n de una ?gora sin uso ni contenido conocidos.

Ante la falta de respuesta, Genov¨¦s se dirigi¨® en 2013 a una nueva fundaci¨®n dedicada a la restauraci¨®n del patrimonio y la promoci¨®n de las artes que lleva el nombre de su presidenta, Hortensia Herrero, economista y vicepresidenta del grupo Mercadona, que preside su marido Juan Roig.

La fundaci¨®n aprob¨® el proyecto con la condici¨®n de convertir el colegio enclavado en el barrio de Velluters (de vellut, terciopelo en valenciano; artesanos de la seda, por extensi¨®n) en un Museo de la Seda abierto a la ciudadan¨ªa, con una entrada a un precio m¨®dico, sin modificar la titularidad del gremio. Invertir¨¢ en torno a dos millones de euros en la intervenci¨®n cuyo plazo de finalizaci¨®n rondar¨¢ los dos a?os.

La vicepresidenta de Mercadona dirige la fundaci¨®n que lleva su nombre

Entidad sin ¨¢nimo de lucro, con poco m¨¢s de dos a?os de vida, y financiada ¨ªntegramente con las aportaciones de su ¨²nica mecenas, la Fundaci¨®n Hortensia Herrera tambi¨¦n est¨¢ sufragando (con 2,5 millones en total) la restauraci¨®n de la iglesia de San Nicol¨¢s de Valencia, tanto de su edificio, como de sus valiosos frescos barrocos pintados por Dion¨ªs Vidal y dise?ados por su maestro Antonio Palomino.

Ya concluy¨® la restauraci¨®n de la ermita de Santa Luc¨ªa y la limpieza de la imagen de la Virgen de los Desamparados y da apoyo a proyectos de la Facultad de Bellas Artes y a su m¨¢ster de Producciones Audiovisuales y Multimedia, adem¨¢s de colaborar con el concurso de piano Iturbi e impulsar becas y programas relacionados con la danza.

Hortensia Herrero no es proclive a hablar con los medios de comunicaci¨®n ni a focalizar la atenci¨®n de los mismos. El pasado viernes s¨ª se refiri¨® brevemente a su labor, cuando recibi¨® la distinci¨®n de hija predilecta de Valencia por su mecenazgo de manos de la alcaldesa, Rita Barber¨¢, junto al dibujante Paco Roca y a Juan Roig. ¡°Trato de recuperar la sensibilidad art¨ªstica y cultural de Valencia, de sus monumentos, de la pintura o de la danza¡±, dijo Herrero, que a?adi¨® su prop¨®sito inicial de completar el mecenazgo, empresarial y deportivo, de su marido.

Vicent Todol¨ª ser¨¢ el asesor del centro de arte que abrir¨¢ en la antigua factor¨ªa

El inicio de la restauraci¨®n del Colegio del Arte Mayor de la Seda, de origen g¨®tico y fisonom¨ªa barroca, coincide con otro atractivo proyecto de restauraci¨®n, que sacar¨¢ el brillo modernista y art dec¨® a la abandonada f¨¢brica de Bombas Gens, edificada en 1930. Lo impulsa otra fundaci¨®n privada inscrita el pasado mes de mayo en el registro, Per Amor a l'Art. Una ins¨®lita coincidencia en Valencia que ha sido posible por la acci¨®n de mecenazgo ejercido desde la iniciativa privada por sendas fundaciones en un momento en que la Generalitat, exang¨¹es sus arcas, hace dejaci¨®n de funciones y las fundaciones de las antiguas cajas de ahorros se centran en su supervivencia.

Bombas Gens estaba cerrada desde hace 24 a?os. Fabricante de bombas hidr¨¢ulicas y con una fundici¨®n propia, su construcci¨®n marc¨® el barrio en el que se enclava en la avenida de Burjassot (n¨²meros 54 y 56). Muchos trabajadores se instalaron cerca del enorme inmueble de cinco naves y patio interior que cobija su elegante fachada.

Ten¨ªa gusto su promotor, el empresario Carlos Gens, cuyo nombre se mantiene indeleble en unos azulejos de la entrada. Le encarg¨® la f¨¢brica al arquitecto Cayetano Borso di Carminati, autor del edificio Rialto de Valencia.

Hoy su estructura se mantiene firme, pero el resto est¨¢ muy deteriorado. ¡°Tiene muchas posibilidades, pero hemos de estudiar bien su estado y dise?ar a¨²n el proyecto¡±, explica Susana Lloret, directora general de la fundaci¨®n y profesora de Psicometr¨ªa en excedencia de la Universitat de Val¨¨ncia.

Su prop¨®sito es instalar la sede de la fundaci¨®n en el palacete anexo a la f¨¢brica. Y en el interior de ¨¦sta, un centro de arte, con salas de exposici¨®n permanente y temporal, especializadas en fotograf¨ªa y arte abstracto. El jefe del ¨¢rea de arte de la fundaci¨®n es Vicent Todol¨ª, exjefe art¨ªstico del IVAM y exdirector de la Tate Modern Gallery de Londres.

Se exhibir¨¢ la obra fotogr¨¢fica Campos de Batalla, de Mar¨ªa Bleda (Castell¨®n, 1969) y Jos¨¦ Mar¨ªa Rosa (Albacete, 1970), que han recibido ayuda para su producci¨®n por parte de Lloret y su marido, Jos¨¦ Luis Soler, presidente de la fundaci¨®n y vinculado a Mercadona como proveedor de marcas como Deliplus o Bosque verde.

Investigaci¨®n

Antes de meterse en el mundo del arte, el matrimonio llevaba a?os colaborando en investigaciones de enfermedades raras, como la de Wilson, en coordinar la informaci¨®n y en ayudar especialmente a ni?os en situaci¨®n de vulnerabilidad. Una vez constituida la fundaci¨®n, no descarta en un futuro dedicarse directamente a esta labor social, adem¨¢s de incidir en la cultural para la que proyecta intercambios con otras entidades.

En cualquier caso, Lloret se muestra cauta y no quiere apuntar ni las cantidades invertidas ni adelantar muchos detalles del proyecto porque a¨²n est¨¢ en gestaci¨®n. Conf¨ªa en poder abrir en un plazo de unos pocos a?os y recuperar un espacio que estaba destinado a ser un nuevo centro comercial y hotelero y acabar¨¢ como centro cultural y social.