Macbeth, se?or de la guerra del Congo
El dramaturgo sudafricano Brett Bailey sacude la ¨®pera de Verdi para denunciar el genocidio que desangra ?frica Central y despertar conciencias
¡°Una tierra tan rica en dictadores clept¨®manos como en cat¨¢strofes, tan rica en violadores de los derechos humanos como en hienas, tan rica en jefes de estado mentirosos y sinverg¨¹enzas como en buitres¡±. Directo al est¨®mago, sin perder el tiempo en dilatantes juegos de piernas. As¨ª es como le gustaba sacudir al escritor marfile?o Ahmadou Kourouma (1927-2003): a golpes, secos y directos, buscando siempre la mand¨ªbula de las conciencias occidentales. Y as¨ª es como tambi¨¦n le gusta moverse sobre el ring al dramaturgo sudafricano Brett Bailey (Ciudad del Cabo, 1967). En su ¨²ltima propuesta esc¨¦nica, una explosiva actualizaci¨®n de la ¨®pera Macbeth de Verdi que se estrena este viernes en el Festival Temporada Alta de Girona ¡ªdos ¨²nicas funciones¡ª, no deja de repartir ganchos, swings y croches en el rostro del espectador que contempla, at¨®nito, el genocidio que desangra, desde hace a?os, ?frica Central.
Situ¨¦monos sobre el escenario. Nos encontramos en Goma, la capital del Kivu Norte, en plena Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Macbeth es uno de los despiadados se?ores de la guerra que tiranizan esta provincia secuestrando ni?os para enrolarlos en ej¨¦rcitos, traficando con armas y controlando las minas de donde se extrae hasta el ¨²ltimo de los minerales. Huyendo de las guerras que asolan el pa¨ªs, un grupo de refugiados encuentran en un teatro abandonado un libreto del Macbeth de Verdi y algunas grabaciones antiguas. Ser¨¢ a trav¨¦s de este material que se dar¨¢n cuenta de que su periplo vital no difiere del que cre¨® Shakespeare siglos atr¨¢s para el noble escoc¨¦s.
¡°No me interesaba hacer un Macbeth convencional¡±, reconoce Bailey quien, pese a su edad, ya ha firmado ¡ª2001 y 2007¡ª dos versiones de esta ¨®pera. ¡°Soy artista antes que activista social pero a medida que me voy haciendo mayor crece en m¨ª el compromiso social y pol¨ªtico¡±, confiesa. En su nuevo encuentro con Macbeth, el dramaturgo, que junto a Fabrizio Cassol (Ougr¨¦e, 1964) ha jibarizado el libreto hasta los 90 minutos, ha optado por ¡°profundizar en el drama que se vive en el Congo¡±. Y alerta: ¡°Lo m¨ªo no es teatro protesta, que nadie se equivoque. Lo que explica esta ¨®pera es una historia real, en la que ha muerto y sigue muriendo mucha gente¡±.
El dramaturgo afirma
El poder, la ambici¨®n y la traici¨®n son los tres ejes sobre los que se articula el montaje. Preguntado por las brujas que habitan esta tragedia, un minucioso estudio sobre la naturaleza del mal, Bailey lo ha tenido muy claro: ¡°Son las multinacionales, que expropian los recursos naturales de ?frica, que se llevan su oro, colt¨¢n, cobre y diamantes¡±. El dramaturgo sudafricano reconoce haberse centrado en un personaje. ¡°Lady Macbeth [la soprano Nobulumko Mngxekeza] es la protagonista real de la obra, no Macbeth [el bar¨ªtono Owen Metsileng]¡±, revela. ¡°Verdi la convirti¨® en un monstruo, en la encarnaci¨®n de la necesidad de poder y ambici¨®n¡±, a?ade.
De la mano de una orquesta de 15 m¨²sicos que dirige Premil Petrovic (Belgrado, 1973) y la voz de 12 int¨¦rpretes negros, Bailey lleva a escena un genocidio que, en su opini¨®n, todav¨ªa permanece olvidado y que sacude desde hace tiempo la regi¨®n de los grandes lagos de ?frica Central. ¡°Resulta incre¨ªble pero muy poca gente en el mundo sabe que aqu¨ª, durante los ¨²ltimos 20 a?os, han muerto asesinadas m¨¢s de 5'5 millones de personas¡±, lamenta. Las razones de este desconocimiento, seg¨²n ¨¦l, ¡°es el escaso inter¨¦s que los medios de comunicaci¨®n dedican a esta tragedia¡±. ¡°Focalizan su atenci¨®n¡±, justifica, ¡°en la hambruna, la corrupci¨®n, el terrorismo y el conflicto. Las buenas intenciones que demuestran canales como la BBC, CNN o Al-Jazeera no son tan poderosas como los prejuicios¡±. Autor de aclamadas obras iconoclastas que interrogan las din¨¢micas del mundo poscolonial, Bailey es uno de los grandes de la escena sudafricana y una de las voces m¨¢s reconocidas y controvertidas en el emergente panorama del continente negro.
Bailey lanza un dardo al apuntar, con nombre y apellidos, los responsables involuntarios de este genocidio. ¡°Todos nosotros somos c¨®mplices de lo que est¨¢ pasando¡±, espeta.
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