¡°El cubano es musical en todos los aspectos de la vida¡±
Chucho Vald¨¦s participa en el Festival de Jazz de Barcelona y celebra los 40 a?os de su formaci¨®n Irakere con un concierto
Uno de los nombres con may¨²sculas del 46 Festival de Jazz barcelon¨¦s es Chucho Vald¨¦s y no solo por su enorme categor¨ªa musical. Vald¨¦s ser¨¢ a partir de ahora el padrino del certamen, ofrecer¨¢ varias actuaciones, al mismo tiempo que se incorpora como profesor asociado al Conservatorio del Liceo. La relaci¨®n de los Vald¨¦s con el festival viene de lejos ya que su padre, Bebo, realiz¨® varias actuaciones hist¨®ricas y fue homenajeado en su pasada edici¨®n.
El apadrinamiento de Chucho Vald¨¦s (Quivic¨¢n, Cuba 1941) comienza a dar sus frutos este fin de semana al abrir sus ensayos al p¨²blico en el Conservatorio del Liceo y presente este domingo en el Teatre-Auditori de Sant Cugat al pianista cl¨¢sico cubano Mauricio Vallina. Ma?ana lunes, Vald¨¦s protagonizar¨¢ la jornada en¨®lico pian¨ªstica del bar Monv¨ªnic al improvisar sobre una cata de diversos vinos (las 150 plazas a 190 euros est¨¢n agotadas) y el martes en el Auditori ofrecer¨¢ un recuerdo a su m¨ªtica formaci¨®n Irakere para celebrar los cuarenta a?os de su fundaci¨®n.
¡°Ser padrino del festival es emocionante¡±, explica Chucho Vald¨¦s. ¡°Me veo a m¨ª mismo m¨¢s como un fan de esta m¨²sica que como un m¨²sico y poder aportar algo al festival me parece important¨ªsimo¡±. Vald¨¦s vive desde hace cuatro a?os en Benalm¨¢dena (M¨¢laga) pero sigue mantenido todos su v¨ªnculos con La Habana. ¡°Mi padre viv¨ªa en Benalm¨¢dena, enferm¨® all¨ª y yo viene con mi familia para cuidarlo. Cuando falleci¨®, mi hijo peque?o hab¨ªa ya comenzado el colegio y decidimos quedarnos. Mis m¨²sicos vienen de Cuba, ensayamos y hacemos el trabajo. Para m¨ª es mejor porque al tocar eminentemente en Europa es m¨¢s f¨¢cil tomar el avi¨®n para Par¨ªs en M¨¢laga que en La Habana. El clima es muy similar al de Cuba y tiene mar. Musicalmente es diferente pero los m¨²sicos viajamos de un lugar a otro, vivo en un avi¨®n y viajo a mi casa¡±.
Vald¨¦s se muestra muy optimista con el futuro de la m¨²sica cubana. Se le cae la baba al hablar de su nieta que con doce a?os acaba de tocar un concierto para dos violines de Bach. ¡°Hay muchos m¨²sicos j¨®venes con un talento incre¨ªble. En Cuba siempre han habido muy buenos profesores y muy buenos alumnos. Eso ya era as¨ª antes de la llegada de Castro y se ha mantenido hasta la actualidad. Existe un rigor en la ense?anza que viene del siglo XVIII. Es la herencia espa?ola y africana que es tan r¨ªtmica y musical. Gracias a ella el cubano es musical en todos los aspectos de la vida¡±.
En el mundo de la m¨²sica afrocaribe?a y del jazz latino el nombre de Irakere alcanza proporciones m¨ªticas. La banda fundada por Chucho Vald¨¦s cumplir¨ªa ahora 40 a?os. ¡°Irakere rompi¨® todos los moldes¡±, afirma. ¡°Donde m¨¢s se ha notado su influencia es la m¨²sica de baile. Nosotros no ven¨ªamos de las orquestas de baile, se nos catalogaba como m¨²sicos de jazz pero en realidad ¨¦ramos m¨²sicos. Nos juntamos y fuimos creando algo nuevo sin pretensiones de crear nada, solo quer¨ªamos tocar lo que pens¨¢bamos. Incorporamos instrumentos el¨¦ctricos y chocamos con los tradicionalistas, pens¨¢bamos que no nos pod¨ªamos quedar dormidos en los a?os veinte. Cuando grabamos Bacalao con pan en el estudio no dijeron que los borr¨¢ramos que no serv¨ªa para bailar y no solo fue un ¨¦xito sino que todav¨ªa colea¡±. Tanto colea que ser¨¢ el tema que cierre su concierto en el Auditori dedicado a rescatar las viejas melod¨ªas de la m¨ªtica banda en nuevas interpretaciones. ¡°Llevo un grupo de m¨²sicos j¨®venes que creci¨® con Irakere, las nuevas versiones no son ni mejores ni peores pero est¨¢n hechas con el esp¨ªritu del siglo XXI¡±.
Por Irakere pasaron algunos m¨²sico hoy tan reputados como Paquito d¡¯Ribera o Arturo Sandoval que huyeron de Cuba en los d¨ªas duros del castrismo. ¡°Mi sentimiento hacia ellos se resume en amor y buenos recuerdos. Cada vez que tienen un ¨¦xito o un premio se siento identificado pero no nos vemos, cada no tiene su camino, estamos muy lejos¡±.
Chucho Vald¨¦s se despide del periodista porque, antes de su ensayo vespertino, quiere pasar por Casa Beethoven en las Rambles para comprar las partituras de piano de Dvorak. Su amor por la m¨²sica cl¨¢sica es grande, hace dos semanas en el teatro Karl Marx de La Habana estren¨® el concierto para piano y orquesta de Leo Brouwer en el que todas las cadenzas est¨¢n improvisadas. "Aprovechar¨¦ tambi¨¦n para coment¨¢rselo al director del festival a ver si podemos hacerlo aqu¨ª el pr¨®ximo a?o, me har¨ªa mucha ilusi¨®n".
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