El ¡®parany¡¯ persiste entre la ineficacia de Medio Ambiente y el furtivismo
Dos agentes medioambientales agredidos por cazadores denuncian la falta de voluntad de la consejer¨ªa para acabar con esta modalidad de caza ilegal
La tradicional modalidad de caza del parany sobrevive en la Comunidad Valenciana pese a su ilegalidad. Adquiere forma de furtivismo y se aprovecha de la ineficacia de la Administraci¨®n.
¡°?Que si hay tradici¨®n de parany? Much¨ªsima¡±. Una camarera del bar de la plaza principal de C¨¤lig, un peque?o municipio de Castell¨®n, no duda cuando se le pregunta por la persistencia de este m¨¦todo de caza que se resiste a desaparecer pese a estar prohibido por ley y estar catalogado como delito. Pasan pocos minutos de la una del mediod¨ªa y comienza a llegar un grupo de una decena de quincuagenarios. En poco tiempo comienzan a hablar del parany. Todos responden negativamente cuando se les pregunta si siguen cazando. ¡°He llegado a pagar 6.000 euros en multas, hace tiempo que lo dej¨¦¡±, dice uno de ellos. Casi todos aseguran haber sido sancionados. ¡°Ahora es que adem¨¢s van por lo penal, no somos delincuentes¡±, dice otro.
El parany es un conjunto arbolado donde se instalan varillas con pegamento (liga) para capturar tordos con ayuda de reclamos sonoros. Lleva 12 a?os de prohibici¨®n y fue tipificado como un delito en diciembre de 2010. Se persigue porque los tribunales (el Constitucional y el de Luxemburgo) han dictado que el uso de la liga es un m¨¦todo no selectivo y que, por ello, no se puede evitar que en estas trampas extendidas principalmente por la provincia de Castell¨®n y parte de la Valencia, se atrape a especies protegidas. Para los paranyers es una tradici¨®n que ha sobrevivido a generaciones y, por ello, se resiste a desaparecer como admite el grupo de vecinos de C¨¤lig. Dicen que se sienten perseguidos. ¡°La gente est¨¢ muy quemada, te roban en la finca y no pasa nada, te pillan en el parany y te denuncian, cualquier d¨ªa pasar¨¢ algo¡±, asegura uno de ellos en alusi¨®n a un violento episodio ocurrido d¨ªas atr¨¢s.
12 a?os prohibido
M¨¦todo delictivo.El 'parany' es un m¨¦todo de caza prohibido desde hace 12 a?os y considerado delito con la entrada en vigor de la modificaci¨®n del C¨®digo Penal en diciembre de 2010.
Furtivismo. Los ecologistas admiten que la pr¨¢ctica descendi¨® tras la modificaci¨®n del C¨®digo Penal, pero cifran en 500 los 'paranys' a¨²n activos. Cazan pocos d¨ªas y por horas, para minimizar el riesgo de denuncia.
Defensores. El colectivo de cazadores denuncia una persecuci¨®n y asegura que sigue trabajando para demostrar que la caza s¨ª es selectiva en contra de lo que ha estipulado la legislaci¨®n y los tribunales.
El 22 de octubre dos agentes de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente denunciaron haber sido v¨ªctimas de una agresi¨®n en esta localidad. Aseguran que fueron rodeados por varios veh¨ªculos y que unas siete personas les empujaron y golpearon, sin causar da?os f¨ªsicos ¡°graves¡±. Poco despu¨¦s les volvieron a interceptar y fueron agredidos de nuevo. ¡°Lo que all¨ª ocurri¨® es una supuesta infracci¨®n penal tipificada como delito de atentado contra la autoridad¡±, recalca uno de los agredidos. El episodio ha sido denunciado.
Los dos, un hombre y una mujer, se sienten ¡°v¨ªctimas de la mala gesti¨®n¡±. Denuncian falta de medios de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente que los env¨ªa a controlar el parany ¡°con las manos en los bolsillos y en medio de un avispero, interponiendo denuncias que llegan a sobrepasar los 2.000 euros en medio de esta crisis¡±. Ninguno de los dos quiere dar su nombre. Insisten en que no hay ninguna voluntad de la Administraci¨®n de terminar con este delito y hablan de ¡°parip¨¦¡± para quedar bien. Dicen que el n¨²mero de agentes destinados al control es ¡°¨ªnfimo¡±, apenas cuatro parejas a turnos para toda la provincia. La consejer¨ªa lo niega: ¡°Consideramos que es el correcto¡±.
Pero los datos hablan por s¨ª solos. Medio Ambiente solo ha elevado 11 denuncias esta temporada (la caza se inicia en octubre y se extiende hasta principios de noviembre). Los ecologistas han registrado 98 en Castell¨®n. ¡°Apenas un 10% de los paranyers ser¨¢n denunciados¡±, explica Francisco Gonz¨¢lez, de Gecen (Grupo para el Estudio y conservaci¨®n de los espacios Naturales). Tambi¨¦n ¨¦l habla de ¡°abandono total¡± de los agentes y de aumento del furtivismo: ¡°Se han adaptado por el miedo a ser denunciados, han puesto vallas, cazan por horas¡¡±.
Desde Apaval, la asociaci¨®n que aglutina este colectivo, afirman que seguir¨¢n trabajando para lograr que se legalice. ¡°Es un error del legislador querer comparar el pegamento con el veneno o el explosivo¡±, sostiene su presidente, Miguel ?ngel Bayarri. Tambi¨¦n argumentan que, de cazarse un ave protegida, esta se limpia de liga y se libera sin causar la muerte. ¡°Es irrelevante que el cazador libere la pieza una vez que ya se ha cometido el delito¡±, recoge una reciente sentencia de la Audiencia de Castell¨®n que ha condenado a un vecino de Vinar¨°s por un delito contra la fauna. El fallo recalca que el pegamento no es selectivo y que por ello no se puede evitar que un ave protegida caiga en la trampa. Solo esa captura ya es delito, independientemente de su liberaci¨®n posterior. El fallo recalca el centro del conflicto: ¡°Los imputados (paranyers) parecen no comprender la ilicitud penal de su actividad¡±.
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