Imposible comprender

Vivimos en el mismo pa¨ªs, pero somos dos sociedades diferentes. Me explico. Todos hemos escuchado hablar del Ibex 35 aunque con poco entendimiento del concepto. Se trata de un ¨ªndice formado por 35 empresas espa?olas que cotizan en Bolsa y que salen con frecuencia en la televisi¨®n. En unos d¨ªas publicar¨¢n el resultado de su gesti¨®n econ¨®mica, pero sus expertos ya avanzan que ganaron este a?o un 11% m¨¢s, lo que les supondr¨¢ beneficios por encima de los 22.800 millones.

Por supuesto, no todos ganan porque avisan de que hay sociedades que se est¨¢n todav¨ªa enjugando d¨¦ficits anteriores, pero en su conjunto ganar¨¢n casi tanto como el Presupuesto de toda Andaluc¨ªa para el pr¨®ximo a?o. Recuerden que se trata tan solo de 35 empresas y que muchas de ellas son bancos que apenas prestan dinero a la econom¨ªa productiva.

Si quieren otro dato de comparaci¨®n, las finanzas p¨²blicas van a subir, en el mejor de los escenarios posibles, un 1,3%, o sea, 10 veces menos que la cifra m¨¢gica de las empresas del Ibex y los presupuestos familiares van a subir, tambi¨¦n en el mejor de los casos, en torno a un 1%. O sea, que no somos los espa?olitos de a pie los que compramos sus productos finales aunque, todo hay que decirlo, hemos cancelado el d¨¦ficit de muchas de ellas con dinero p¨²blico.

El siguiente dato es ya apote¨®sico. Un grupo de conocidas empresas internacionales que operan con ¨¦xito en nuestro continente han creado un sistema por el que no pagan impuestos por sus ventas en los pa¨ªses en los que operan. Con ayuda de ciertos miembros destacados de las finanzas europeas han creado un sistema de tributaci¨®n en Luxemburgo donde la apertura de una peque?a oficina de 10 o 12 metros les garantiza tributar tan s¨®lo un 1% de las ganancias declaradas, a veces menos. Pepsi Cola, Burberry o Ikea son algunas de las firmas m¨¢s conocidas de esta defraudaci¨®n masiva. El invento es genial. No s¨®lo montas los muebles t¨² mismo sino que tus impuestos viajan a Luxemburgo sin dejar un euro en nuestra tierra. Son casi un millar de empresas las que se benefician de este fraude financiero en el coraz¨®n de la Europa civilizada.

Mientras esto ocurre, miras tu n¨®mina y ves los descuentos con los que se paga la educaci¨®n, la salud o las ¨ªnfimas obras p¨²blicas. Sacas una entrada de cine y ves el 21% de IVA con el que se castiga a grupos de espectadores cada d¨ªa menos numerosos. Revisas el salario rid¨ªculo de tu hija o tu sobrino y encuentras descuentos may¨²sculos para pagar el gasto p¨²blico. Y tienes que repetirte que, excepto alg¨²n exceso ¡ªcomo ese asombroso castigo del IVA¡ª, todos tenemos la obligaci¨®n de contribuir al bien com¨²n. Pero no somos todos. No.

Los m¨¢s poderosos y ricos han creado su propio modelo fiscal que se escapa de todo control p¨²blico. Viven de nosotros pero no contribuyen en absoluto al bien com¨²n. Son los primeros en recibir y los ¨²ltimos en dar. Han internacionalizado sus finanzas porque no existe ning¨²n control mundial sobre sus beneficios y la respuesta no es parecerse a ellos sino obligarlos a cumplir las leyes que ellos burlan. Y se puede hacer, l¨¦anse la Constituci¨®n y las normas europeas. S¨®lo es necesaria la determinaci¨®n de hacerlo, por algo que se llama igualdad, democracia y Estado de derecho.

@conchacaballer