?Que le claven la cabeza!
Ullastret inaugura una exposici¨®n sobre el ritual ib¨¦rico de enclavamiento de cr¨¢neos que incluye una espectacular reconstrucci¨®n facial
Uno de los rituales m¨¢s misteriosos, impresionantes y estremecedores de la antig¨¹edad es el enclavamiento de cr¨¢neos practicado por los antiguos iberos del noreste de la pen¨ªnsula ib¨¦rica, acreditado especialmente en el yacimiento de Ullastret, antigua ciudad de la tribu de los indigetas o indiketas. La chocante costumbre consist¨ªa en atravesar el cr¨¢neo de un individuo con un largo clavo de hierro desde la frente hasta el agujero occipital o foramen magnum, para colgarlo, se cree, de un muro con fines de exhibici¨®n. Diversos hallazgos, entre ellos el reciente de 2012 de 15 restos craneales que correspond¨ªan a cinco individuos, han convertido Ullastret en un lugar excepcional para investigar esa antigua tradici¨®n a la que se acredita una influencia del vecino mundo celta. Seg¨²n los estudiosos, la escenificaci¨®n de la violencia a trav¨¦s de la exhibici¨®n p¨²blica de las cabezas cortadas cohesionaba a la sociedad, reforzaba la imagen de los l¨ªderes y los legitimaba.
Una exposici¨®n inaugurada ayer en el mismo yacimiento, una de las sedes del Museo de Arqueolog¨ªa de Catalu?a, explica los ¨²ltimos descubrimientos y teor¨ªas sobre esta contundente pr¨¢ctica y ofrece una excepcional y espectacular reconstrucci¨®n facial ¡ªrealizada con medios similares a los de la polic¨ªa forense¡ª de uno de los cr¨¢neos enclavados que ha sido hallado. Se trata del cr¨¢neo n¨²mero 4942, que corresponde a un joven de entre 16 y 18 a?os que padec¨ªa un desequilibrio nutricional. El retrato en 3D resultante es el de un chico bien parecido, con fina barba juvenil y mirada contemplativa que contrasta vivamente con el brutal agujero que le abrieron en la frente. La pregunta morbosa que todos nos hacemos de si el sujeto estaba vivo cuando lo enclavaron tiene una respuesta piadosa por parte de los arque¨®logos: no, primero fue decapitado (posiblemente despu¨¦s de matarlo en combate) y el cr¨¢neo fue minuciosamente preparado antes de atravesarlo con el clavo. La buena noticia es que dej¨® de sufrir definitivamente del trastorno alimenticio.
El yacimiento ibero de Ullastret se compone de dos n¨²cleos, el Puig de Sant Andreu y la Illa d'en Reixac, situados en la llanura ampurdanesa y separados por solo 400 metros. Entre los siglos VI y II antes de Cristo, consideran los estudiosos, constitu¨ªan una ciudad que ejerc¨ªa de capital pol¨ªtica, militar, econ¨®mica y religiosa de los indigetas. La exposici¨®n del museo de Ullastret (Els caps tallats d'Ullastret, violencia i ritual al m¨®n iber, hasta el 31 de mayo de 2015) se estructura en siete ¨¢mbitos a trav¨¦s de los que se explica el proceso de investigaci¨®n de los nuevos restos craneales, desde su hallazgo en 2012 hasta los resultados obtenidos en los dos a?os de estudio posteriores. Por primera vez, adem¨¢s, se pueden ver juntos todos los cr¨¢neos enclavados enteros de ¨¦poca ibera hallados en Catalu?a: el primero, encontrado en 1904 en el poblado layetano de Puig Castellar (Santa Coloma de Gramenet), atravesado verticalmente por un formidable clavo de m¨¢s de 20 cent¨ªmetros de largo, y los cuatro restantes encontrados en Ullastret en 1969 (dos) y 2012 (otros dos). Tambi¨¦n se exhiben el resto de fragmentos craneales localizados en la campa?a de 2012 y que pertenecen a otros tres individuos. Estos fragmentos, que presentan trazas de golpes de espada, han sido claves para extraer conclusiones sobre el ritual.
Los cr¨¢neos y restos hallados en 2012 aparecieron durante unas excavaciones en el nordeste del Puig de Sant Andreu en las que surgi¨® un tramo de calle sobre cuya calzada estaban dispersos los huesos en un excepcional estado de conservaci¨®n. El cr¨¢neo 4942 era uno de ellos. Estaban cerca de la entrada de un gran edificio donde se supone que hab¨ªan permanecido expuestos durante cierto tiempo. A inicios del siglo II a. de C., al abandonarse el asentamiento, los cr¨¢neos se desprendieron y cayeron en la calle, rompi¨¦ndose algunos. Los restos fueron sometidos a un largo proceso de reconstrucci¨®n y estudio antropol¨®gico.
Sometidos a diagn¨®stico por la imagen (Tomografia Axial Computerizada 3D) y otras pruebas en el Hospital de Palam¨®s, los cr¨¢neos iberos han revelado algunos secretos: de los cinco individuos a los que pertenec¨ªan los restos ¨®seos de 2012, cuatro ten¨ªan marcas de golpes de espada en la cabeza, heridas de guerra. Tres de esos individus sobrevivieron a las heridas y murieron despu¨¦s por otra causa o herida en el resto del cuerpo. Aunque solo se han conservado dos cr¨¢neos con clavos, otro presentaba manchas de ¨®xido en la parte frontal compatibles con un clavo. No se ha hallado evidencia de la pr¨¢ctica gala (celta) acreditada por Estrab¨®n de uso de aceites (como el de cedro) para embalsamar las cabezas de los enemigos m¨¢s prestigiosos. La exposici¨®n detalla el proceso de manipulaci¨®n de las cabezas-trofeo: primero se eliminaban las partes blandas internas y externas (la parte superior, frontal y lateral de los cr¨¢neos muestra incisiones generadas por cuchillos para desprender el cuero cabelludo), el clavo, de grandes dimensiones, se insertaba entonces desde lo alto de la b¨®veda craneal hasta la base, tras rebajar una peque?a ¨¢rea del hueso mientras a¨²n estaba ¡°fresco¡±, luego se fijaba el cr¨¢neo al soporte de madera. La decapitaci¨®n se realizaba sobre el terreno, en el campo de batalla, y el resto del tratamiento en el poblado.
La exhibici¨®n de las
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