La hoguera valenciana de las corrupciones del PP
Salpicadas todas las instituciones tras ser imputados dos exjefes del Consell y las Cortes y el vicealcalde de Valencia
¡°No hay caso de corrupci¨®n que no salpique a la Comunidad Valenciana¡±. La afirmaci¨®n no se ajusta exactamente a la realidad, pero la idea ha calado. No s¨®lo porque en las ¨²ltimas tramas descubiertas, como las operaciones P¨²nica y Madeja y el caso Pujol, hayan aparecido conexiones valencianas, sino porque los diez ¨²ltimos d¨ªas han sido de espanto para el PP auton¨®mico.
El partido que preside Alberto Fabra ha asistido at¨®nito a la imputaci¨®n del expresidente de la Generalitat Jos¨¦ Luis Olivas por un presunto fraude fiscal durante su etapa de presidente de Bancaja; a la del expresidente de las Cortes Juan Cotino, por su implicaci¨®n en la visita del Papa a Valencia que permiti¨® a la trama G¨¹rtel hacerse con unas comisiones de casi tres millones de euros; y a la del vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, por concertar con el Instituto N¨®os la contrataci¨®n de las jornadas Valencia Summit, que engrosaron las cuentas de I?aki Urdangarin y su socio Diego Torres. Unos casos que alimentan la hoguera de corrupci¨®n encendida con G¨¹rtel y avivada con Brugal, Cooperaci¨®n, Emarsa, Carlos Fabra y otros esc¨¢ndalos.
La preocupaci¨®n en el PP valenciano, que dirige Fabra, es de tal calibre que ha decidido convocar a sus alcaldes para insuflarles moral y darles argumentos con los que intentar rebatir los efectos de los casos de corrupci¨®n.
De todos los esc¨¢ndalos que azotan a los populares el que mayor conmoci¨®n ha provocado esta semana ha sido el de la imputaci¨®n de Grau. Por dos razones: porque ha sido inesperada y porque salpica a la instituci¨®n que preside Rita Barber¨¢, ¡°la alcaldesa de Espa?a¡± como la llaman en el PP, que hasta ahora presum¨ªa de dirigir un Ayuntamiento limpio de corrupci¨®n. ¡°Nadie se lo esperaba¡±, admite una persona de su entorno, ¡°ha sido un mazazo¡±. Un mazazo que en la opini¨®n p¨²blica se ha convertido en indignaci¨®n despu¨¦s de que Grau compareciese en tono altanero para decir que convocaba a los medios porque le daba ¡°la gana¡± y que no pensaba dimitir ni aplicarse las l¨ªneas rojas contra la corrupci¨®n que ha marcado el presidente Fabra.
Tanta fue la altaner¨ªa que el propio presidente tuvo que recriminar la actitud del vicealcalde, mientras la alcaldesa de Valencia guardaba silencio y solo sal¨ªa a defenderse del auto dictado por la Audiencia de Palma de Mallorca sobre el caso N¨®os, que echa en falta en la causa al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y a la propia Barber¨¢, exonerados por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana cuando el juez Jos¨¦ Castro pidi¨® su imputaci¨®n.
Sin embargo, la imputaci¨®n del vicealcalde Grau ha colocado el Ayuntamiento de Valencia en el mapa de la corrupci¨®n junto a las diputaciones de Alicante, Valencia y Castell¨®n, el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat y las Cortes Valencianas.
Hay que buscar las razones en ¡°la pura concentraci¨®n de poder¡±
Desde julio de 2011, el tsunami de la corrupci¨®n ha provocado la renuncia de Francisco Camps como presidente de la Generalitat; la condena por el caso de los trajes del exvicepresidente V¨ªctor Campos; la imputaci¨®n de su hom¨®logo Vicente Rambla; el procesamiento de la expresidenta de las Cortes Milagrosa Mart¨ªnez y la imputaci¨®n de su sucesor Juan Cotino; la condena del exconsejero y exportavoz parlamentario Rafael Blasco, y la imputaci¨®n de cinco exconsejeros y de la c¨²pula regional del PP con Ricardo Costa a la cabeza; la condena del expresidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n Carlos Fabra, por delito fiscal; el procesamiento del exalcalde de Alicante Luis D¨ªaz Alperi y la imputaci¨®n de la actual alcaldesa, Sonia Castedo. Tambi¨¦n est¨¢n encausados el expresidente de la Diputaci¨®n de Alicante, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll; exvicepresidente de la Diputaci¨®n de Valencia Enrique Crespo y las c¨²pulas de Bancaja, el Banco de Valencia, la CAM y el Puerto de Valencia.
Un escenario que, pese a los esfuerzos de Fabra, sigue generando situaciones de pesadilla para el PP, que hace un par de semanas intent¨® sin ¨¦xito que la alcaldesa de Alicante, imputada en dos sumarios, no se fotografiase junto al Rey en un acto con empresarios en Alicante.
Con todo, la Comunidad Valenciana no es la que suma m¨¢s casos de corrupci¨®n pol¨ªtica. Seg¨²n datos de 2013 del Consejo General del Poder Judicial, Andaluc¨ªa ten¨ªa el doble (656) que Valencia (250). Las ¨²ltimas operaciones policiales hacen que otras autonom¨ªas como Madrid, Catalu?a, Galicia y Baleares igualen e incluso superen el n¨²mero de pol¨ªticos valencianos imputados.
Para el catedr¨¢tico de Derecho Penal y experto en delitos econ¨®micos Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Cussac, el elevado n¨²mero de altos cargos valencianos implicados se explica porque en la Comunidad Valenciana los procesos judiciales arrancaron antes. ?Pero por qu¨¦ la corrupci¨®n ha salpicado a las c¨²pulas de todas instituciones gobernadas por el PP? Para Gonz¨¢lez Cussac, las razones hay que buscarlas en ¡°la pura concentraci¨®n de poder¡± que se ha producido. ¡°Las vinculaciones est¨¢n formadas por un cuadril¨¢tero en el que suelen aparecer los mismos actores, dirigentes pol¨ªticos, poder institucional, empresas contratistas y empresas de comunicaci¨®n¡±.
Para un miembro de la direcci¨®n regional del PP, ¡°la burbuja inmobiliaria facilit¨® el fen¨®meno de la corrupci¨®n y la lentitud de la justicia provoc¨® un sentimiento de impunidad¡±. Otro cargo popular admite que la enorme concentraci¨®n de poder y las casi dos d¨¦cadas de gobierno con mayor¨ªas absolutas extendieron, casi por capilaridad, los casos de corrupci¨®n. Para uno de los exdirigentes del PSPV que impuls¨® la presentaci¨®n de querellas por corrupci¨®n contra el PP, el fen¨®meno hubiese sido imposible sin la complicidad de una ciudadan¨ªa que vot¨® reiteradamente a cargos implicados en esc¨¢ndalos.
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