Sales y Dostoievski, buscando la fe
Aparece una edici¨®n revisada de la hist¨®rica, y no exenta de controversia, traducci¨®n que el autor de ¡®Incerta gl¨°ria¡¯ hiciera de ¡®Els germans Karam¨¤zov¡¯
Convencido de que la pregunta ?De d¨®nde venimos y hacia d¨®nde vamos? y su hermana, ?Qu¨¦ es el bien y qu¨¦ es el mal?, se las formula todo el mundo, hasta el m¨¢s descre¨ªdo de los lectores, y persuadido de que no es tan importante conocer una lengua como que el traductor se identifique con el esp¨ªritu y el estilo de la obra, Joan Sales decidi¨® afrontar entre 1959 y 1961 la traslaci¨®n al catal¨¢n de Els germans Karam¨¤zov, uno de los t¨ªtulos se?eros de Fi¨®dor Dostoievski y al que el padre de Incerta gl¨°ria calificaba de ¡°obra m¨¢xima de la novela cristiana universal¡±. La versi¨®n, no exenta de alguna controversia tanto en lo literario como en lo ideol¨®gico, reaparece, con revisi¨®n de Arnau Barios, en el sello que aqu¨¦l cre¨® y que su nieta Maria Bohigas dirige hoy, Club Editor.
El germans Karam¨¤zov (1880), con esos tres hermanos tan distintos y su hermanastro, todos bajo el yugo del padre, del que tambi¨¦n pende la amante, todos y todo en una atm¨®sfera de dudas ¨¦ticas, religiosas y metaf¨ªsicas angustiantes, es un desaf¨ªo: por algo la ¨²ltima obra de Dostoievski es tambi¨¦n, pese a su importancia, la ¨²ltima del autor ruso que se ha traducido siempre en todas la lenguas. El reto no fue azaroso. Sales fue a buscar el cuerpo a cuerpo. De entrada se autoencarg¨® la traducci¨®n, a pesar de que en la Nota dels editors catalans que abr¨ªa el volumen (y que se mantiene ahora) se dec¨ªa que El Club dels Novel¡¤listes (colecci¨®n que el propio Sales hab¨ªa fundado con Xavier Benguerel en 1955) era quien se lo hab¨ªa solicitado.
El momento es muy especial para Sales: tiene 50 a?os, ¡°falta poco para que su ¨²nica hija marche a Francia para no volver¡±; hace poco m¨¢s de una d¨¦cada que ha vuelto del exilio y ¡°Espa?a no parece moverse ni un mil¨ªmetro¡± bajo el plomo de la dictadura; adem¨¢s Incerta gl¨°ria (1956) ha tenido ¡°un impacto ambivalente en Catalu?a¡±, fija Bohigas. En ese caldo de cultivo, Sales est¨¢ trabajando la versi¨®n francesa de su propia novela, lo que le permite reescribirla y ampliarla sin pensar en la censura. Tiene, pues, frescos los puentes con la obra del ruso, porque los hay. ¡°Sales y Dostoievski comparten la fe y la duda: la fe como ¨²nico refugio; la duda como fundamento de toda vida espiritual e intelectual. Ambos vienen a preguntarse: ?Qu¨¦ pasa cuando, a pesar de ser conscientes del m¨¢ximo sufrimiento, eso no destruye la fe?; ?De qu¨¦ fe hablamos, entonces?... Es la duda como motor de la fe, ¨¦sta como ¨²ltimo refugio aunque no nos proteja de nada¡ Y eso est¨¢ en las dos novelas¡±, sostiene la editora.
¡°El ¨²nico escritor catal¨¢n que pod¨ªa traducir a este Dostoievski es Sales¡±, mantiene Barios, fij¨¢ndose ya en aspectos t¨¦cnicos. As¨ª, ¡°ambos describen a sus personajes a trav¨¦s del di¨¢logos, poni¨¦ndolos a los pies del abismo, de la maldad y el absurdo y hace que uno acorrale contra las cuerdas al otro, que en parte se deja torturar: eso ocurre entre Iv¨¢n y Aliosha como ocurre en Incerta gl¨°ria entre Soler¨¤s i Cruells¡±. Tambi¨¦n apunta el traductor catal¨¢n y profesor de castellano en Mosc¨² ¡°la desaparici¨®n de la coma en Sales para dar m¨¢s fluidez¡±, recurso parecido al que emplear¨¢ Dostoievski, as¨ª como la famosa polifon¨ªa de ¨¦ste que en Sales tambi¨¦n pasa por la convivencia de personajes en registro muy distintos, las novelas de ambos son como un ¨®rgano¡±.
Tambi¨¦n destaca el traductor la estratagema de los dos de la repetici¨®n de palabras, que transmite cadencia musical a la frase y coherencia entre personajes y circunstancias. Bohigas a?ade una debilidad de ambos por las mujeres de la mala vida y por los borrachos (¡°mi abuelo dec¨ªa que faltaban borrachos en la literatura catalana¡±), quiz¨¢ una consecuencia de su ¡°ternura sin l¨ªmites¡± por lo que ambos llamaban ¡°los sensuales, los que, por pasi¨®n, arden demasiado deprisa en la vida¡±.
Para la presente edici¨®n, Barios ha retocado los criterios de transliteraci¨®n de los nombres rusos, que Sales adopt¨® del gran traductor que fue Andreu Nin. Otra intervenci¨®n menor ha sido la de localizar errores de comprensi¨®n que plasmaba la versi¨®n francesa con la que b¨¢sicamente trabaj¨® Sales como traducci¨®n-puente. El escritor catal¨¢n se apoy¨® en la traslaci¨®n que en 1923 llevaron a cabo Henri Mongault y Marc Laval, as¨ª como la que en 1959 hizo para el castellano Rafael Cansinos Assens. De la primera se arrastraba una docena de errores de comprensi¨®n que Sales, obviamente, reprodujo sin saber. Son casos como la similitud entre color (tsvet) y luz (svet), que pintaba de dos colores una habitaci¨®n que en realidad ten¨ªa dos entradas de luz. O el de un personaje al que parec¨ªa que un episodio ¡°se apoderaba de su esp¨ªritu¡± (¡°zakhv¨¤tivaiet dukh¡±) cuando era un mucho m¨¢s simple y f¨ªsico ¡°Li talla la respiraci¨®¡±.
Una cosa m¨¢s seria ha sido el intento de Barios de ¡°restaurar el aspecto m¨¢s salvaje y ¨¢spero del original que la versi¨®n francesa pas¨® por el cedazo de su estilo¡±, lo que provoc¨® que se fueran eliminando o cambiando a partir de sin¨®nimos algunas redundancias buscadas. ¡°Los personajes de Dostoievski dicen palabrotas o hablan de manera contundente; son muy coloquiales: el di¨¢logo es importante y Sales lo conserva¡±, mantiene Barios, que ha reintroducido repeticiones, retornos de incisos que Sales no pudo ver porque la traducci¨®n francesa ya los hab¨ªa suprimido o diminutivos que hab¨ªan desaparecido. La traducci¨®n-puente, pues, fue bautizando a lo largo de la obra con nombres de bichos distintos (¡°xinxa¡±, ¡°centpeus verin¨®s¡±¡) las pasiones desbocadas de los protagonistas que a los ojos de Dostoievski no s¨®lo animalizan sino que convierten en insectos a los hombres. En la versi¨®n actual catalana cada vez que eso sucede el ser humano es solo una ¡°xinxa¡±.
Tanto Bohigas como Barios se muestran sorprendidos, sin embargo, por la ¡°intuici¨®n literaria¡± de Sales, que le llev¨® a crear sus propias resonancias (¡°extravagant¡±, trinxeraire¡±) y a tomar el riesgo de recrear alguna situaci¨®n. As¨ª, para evitar que la escena final de la novela adopte un aire de ¡°colonia infantil de verano¡± (seg¨²n Barios), Sales rebaja la exaltaci¨®n haciendo que Alioixa (el m¨¢s espiritual de los tres hermanos) lamente la ¡°cursiler¨ªa¡± del momento, un perd¨®n que no est¨¢ en el original ruso. ¡°Es un invento y una traici¨®n, s¨ª, pero a m¨ª me parece brillante y hace que toda la escena y la novela gane¡±, le defiende Barios.
Tambi¨¦n editora y traductor quitan hierro a algunas pinceladas con las que Sales intenta diluir aspectos ideol¨®gicos de la obra y filtrar sus propias creencias, como la animadversi¨®n de Dostoievski hacia los jesuitas o las dudas en el trato de se?ora o se?orita a la amante del patriarca Karam¨¤zov (ahora ya ¡°se?ora¡± siempre). Sales, quiz¨¢ m¨¢s ortodoxo, mayormente resolvi¨® esos entuertos en el cuerpo de las notas, 177 en la primera traducci¨®n: 52 eran de Mongault, 13 de Cansinos Assens y s¨®lo 16 de suyas. Se han mantenido casi todas y, en especial, las de Sales, que realiz¨® con la ayuda del eslavista August Vidal, del mismo modo que cuando el escritor tradujo otra novela capital de la literatura cristiana, El Crist de nou crucificat, del griego Nicos Kazantzakis, cont¨® con el soporte del helenista Carles Riba. ¡°Toda la novela que le interesaba era cristiana: hasta en Madame Bovary, que tambi¨¦n tradujo, ve¨ªa la redenci¨®n¡±, comenta Bohigas.
¡°Todos somos culpables o todos somos responsables tanto de nuestros actos como de los de los dem¨¢s¡±, cree que es el mensaje de esta novela el catedr¨¢tico de la Universitat de Barcelona y traductor del ruso Ricardo San Vicente, como escribe en el ep¨ªlogo de un libro de casi 1.000 p¨¢ginas, que Barios cierra: ¡°Els germans Karam¨¤zov en traducci¨®n de Sales tienen la furia del original¡±. Cl¨¢sico, pues, doblemente actual.
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