Vigor en los estertores del PP
El Consell y el PP piden dimisiones a la oposici¨®n el mismo d¨ªa en que el juez procesa a su reciente c¨²pula
Le faltaron horas el lunes a la Generalitat, y al partido que la sustenta, para salir en tromba y afear a Esquerra Unida (y por extensi¨®n a ¡°la oposici¨®n¡±) su ¡°falta de rigor¡± y su ¡°mal uso de la justicia¡± despu¨¦s de conocer el sobreseimiento provisional del llamado caso Calatrava, que todav¨ªa puede revivir. El PP fue m¨¢s lejos y pidi¨® la dimisi¨®n de Ignacio Blanco, que es quien ha llevado el proceso judicial sobre las irregularidades que circundan el fallido Centro de Congresos de Castell¨®n, pero ?debe la Generalitat emitir comunicados (como hizo la portavoz Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¤) contra partidos, aun en el supuesto de que una sentencia, no siendo favorable (como es el caso), exima de responsabilidad penal al Consell?
Porque Catal¨¤, que debi¨® leer el auto, no desconoc¨ªa que el juez consigna en su escrito que la Generalitat no actu¨® como correspond¨ªa. ¡°Falta de rigurosidad¡± en la contrataci¨®n y supervisi¨®n del arquitecto Santiago Calatrava para la construcci¨®n de este edificio, dice el juez. Incluso se pregunta si dicha contrataci¨®n fue ¡°una aplicaci¨®n de fondos p¨²blicos para servir fines distintos¡±, una ¡°sospecha con mayor o menor fundamento¡± para la que no ha encontrado indicios que la sustenten, pero tampoco para que la disipen. El comunicado de la Generalitat no ten¨ªa otro objeto que, aparte de ocultar eso, criminalizar toda la acci¨®n judicial que se est¨¢ desarrollando a instancias de la oposici¨®n. La misma que el lunes llev¨® al juez Jos¨¦ Ceres a procesar a la c¨²pula del partido por financiaci¨®n ilegal y el racimo de piezas explosivas que le cuelga y cuyas detonaciones est¨¢n a¨²n por llegar.
El Consell saca pecho cuando, con la que est¨¢ cayendo, debiera ponerse de perfil para marcar distancia con lo que le precedi¨®. Y el PP (los vociferantes Jorge Bellver e Isabel Bonig) exige a Blanco que dimita mientras protege a dos procesados que no solo hieden, sino que hunden la ra¨ªz de la organizaci¨®n actual en los a?os sustanciosos de las cloacas y los vertederos. Aunque qui¨¦n se va a parar a pensar en el futuro en un partido en el que lo ¨²nico que importa es ya qui¨¦n se queda con la gesti¨®n de la cat¨¢strofe presente. ¡°Es un desastre¡±, como diagnostic¨® el presidente de AVE, Vicente Boluda, en su responso por el PP y en sus suspiros por un partido nacionalista (en el sentido m¨¢s extractivo que identitario) que lo reemplace. Porque esa es otra: cuando los empresarios sustituyen a los pol¨ªticos es que la pol¨ªtica ya no sirve para nada. Y la legislatura se est¨¢ haciendo eterna.
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