¡°El que m¨¢s y el que menos se ha buscado una soluci¨®n¡±

La mayor¨ªa de los comercios hist¨®ricos valencianos que poseen contratos de alquiler de renta antigua ha ido renegociando las rentas ante la aplicaci¨®n de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1995, aunque hay algunos que se han trasladado ante la inminente subida de precios. Todo por seguir siendo viables en el nuevo escenario que se plantea. Las asociaciones de ramo en la Comunidad Valenciana coinciden en que comenzaron hace tantos a?os a informar y asesorar sobre este asunto que "el que m¨¢s y el que menos se ha buscado una soluci¨®n", asegura la gerente de la Asociaci¨®n de Comercios del Centro Hist¨®rico de Valencia, Julia Mart¨ªnez.

Me llev¨¦ la puerta, el escaparate de madera, el cristal de la entrada y el mostrador y, con la ayuda de un carpintero, abr¨ª en la calle de al lado Gema Salas, bisnieta del fundador de Luis Farinetti

La LAU de 1995 establec¨ªa una moratoria de veinte a?os para que los negocios de renta antigua, firmada antes de mayo de 1985, actualizaran sus acuerdos de alquiler antes de fin de 2014. Las asociaciones valencianas comenzaron a asesorar a los comerciantes hace once a?os.

"Son muy pocos los que tienen problemas", aseguran desde la confederaci¨®n de comerciantes COVACO, que indica que en general este problema est¨¢ "casi resuelto" para la mayor¨ªa de los negocios hist¨®ricos, que ya renegociaron las condiciones de alquiler con el arrendador. CECOVAL, confederaci¨®n de empresarios valencianos, redunda en la idea y asegura que los comercios dispusieron de toda la informaci¨®n, por lo que ha sido "una transici¨®n bastante l¨®gica".

A la vuelta de la esquina

No ha sido as¨ª en todos los casos. La tienda de relieves y grabados Luis Farinetti fue el primer comercio que abri¨®, hace casi 120 a?os, en la calle de La Paz de Valencia. La cuarta generaci¨®n de este comercio, la biznieta del fundador, Gema Salas, decidi¨® trasladarse a la vuelta de la esquina hace un a?o en vista de que no iba a poder llegar a ning¨²n acuerdo y no iba a poder continuar en el mismo local que ocuparon tantos a?os. "Me llev¨¦ la puerta, el escaparate de madera, el cristal de la entrada y el mostrador y, con la ayuda de un carpintero, abr¨ª en la calle de al lado, sin bajar de la misma acera", narra Gema.

Tendr¨ªan que tener una facturaci¨®n muy grande para hacer frente al gasto que hubiera supuesto el nuevo alquiler en una calle que califica de "prohibitiva", en la que casi todos los locales que est¨¢n abriendo son franquicias y cafeter¨ªas.

Gema reconoce que el nuevo local es "una monada" y de mayores dimensiones. "Pero hay que ser realistas, no es la calle de La Paz en cuanto a tr¨¢nsito de potenciales compradores", lamenta, para matizar que "aunque siempre se pierde algo, ha sido la mejor soluci¨®n". Gema recuerda que cuando Luis Farinetti abri¨® su tienda de grabados, en 1897, la v¨ªa se llamaba Avenida Peris y Valero, y que se convirti¨® en La Paz tras su destrucci¨®n durante la Guerra Civil y su reconstrucci¨®n gracias a un concurso de arquitectos.

Unos se van y otros se quedan (rasc¨¢ndose el bolsillo)

La Horchater¨ªa El Siglo, en la plaza de Santa Catalina de Valencia, cerrar¨¢ el pr¨®ximo 31 de diciembre al finalizar el contrato de 50 a?os pactado y jubilarse sus gerentes. Han intentado comprar el local, "lo m¨¢s l¨®gico", seg¨²n ellos, pero siempre han obtenido un no por respuesta y ahora los due?os del inmueble han decidido?"de la noche a la ma?ana" vender la finca. El alquiler que pagan se actualiz¨® hace dos a?os, por lo que no se trata de un problema de renta antigua.

Un caso distinto es el de un comercio de alimentaci¨®n en el centro de Alicante, que naci¨® en 1945 como ultramarinos y que ha ido evolucionando a tienda de productos gourmet. Negoci¨® antes del verano pasado la actualizaci¨®n de la renta para no perder todos los derechos sobre el local, con el fin de mantener su buena ubicaci¨®n.

El gerente ya hab¨ªa revisado el alquiler con anterioridad, por lo que el salto no ha sido tan grande: los 500 euros que pagaba antes al mes se han duplicado. El arrendador de este comercio tambi¨¦n prefiri¨® llegar a un acuerdo que beneficiara a las dos partes, lo que permitir¨¢ la continuidad del local durante otros diez a?os.