Francesc Ribera, ¡®Titot¡¯, el gato escaldado

Francesc Ribera es independentista desde siempre. En casa, sus padres maldec¨ªan a los presentadores de la televisi¨®n ¨²nica de la Transici¨®n como mensajeros de lo que siempre creyeron una estafa, una modernizaci¨®n del franquismo. ?l hered¨® su energ¨ªa combativa y hoy es un veterano de mil batallas perdidas con la ilusi¨®n intacta por el avance sorprendente de la causa. ¡°Sinceramente, confi¨¢bamos en que este momento llegar¨ªa pero no lo esper¨¢bamos tan pronto¡±.

Este activista de primera l¨ªnea del radicalismo de la izquierda soberanista al que todos llaman Titot, no es un pavo, como indica su apodo, si no un gato escaldado por la pol¨ªtica oficial. A los diecisiete a?os, cuando la izquierda independentista solo aspiraba a proclamar su existencia, ingres¨® en el Moviment de Defensa de la Terra (MDT), la expresi¨®n pol¨ªtica de los partidarios de la violencia revolucionaria de Terra Lliure. ¡°?ramos poco m¨¢s que sombras, que Pujol agitaba para asustar; yo siempre lo consider¨¦ nuestro gran adversario¡±. Las bombas y los sabotajes insuflaban ¨¢nimo a unos pocos centenares de militantes; ¡°era m¨¢s propaganda armada que guerrilla¡±, matiza. Una v¨ªctima en Les Borges Blanques aceler¨® la desarticulaci¨®n del grupo. ?l lo vio como una operaci¨®n del Estado ¡°para silenciar a los cr¨ªticos con la Transici¨®n, y casi lo consigue¡±. Despu¨¦s llegar¨ªa la negociaci¨®n de ?ngel Colom con los militantes y presos de la organizaci¨®n para sellar el abandono de la violencia, un episodio que califica ¡°de alta traici¨®n¡±. Luego, los a?os de plomo.

?l se refugi¨® en la agitaci¨®n musical; con los Brams puso m¨²sica a los a?os del silencio. El t¨ªtulo del primer disco es una declaraci¨®n de intenciones: Amb el rock a la faixa. En sus conciertos aparecieron las primeras esteladas, cuando no se vend¨ªan en las tiendas y hab¨ªa que practicar el corte y confecci¨®n, cuando ondearla ¡°era un acto de coraje y no un acto social como ahora¡±.

Durante la di¨¢spora, entr¨® en contacto con las gentes de la Candidatura d'Unitat Popular. Comparte con ellos an¨¢lisis social, rechazo a la Transici¨®n y a la legitimidad democr¨¢tica del Estado espa?ol, fidelidad a la trilog¨ªa b¨¢sica ¡ªindependencia, socialismo y Pa?sos Catalans¡ª y, sobretodo, la cr¨ªtica a la endogamia de los pol¨ªticos de la formalidad, como les llama, y su predilecci¨®n por la pol¨ªtica transgresora. En 2007, hizo un llamamiento p¨²blico a la maltrecha izquierda independentista para apoyar las candidaturas municipales de la CUP. Los unos sumados a los otros segu¨ªan siendo testimoniales, a pesar de algunos ¨¦xitos locales. El cambio de suerte empez¨® a percibirse como resultado del error del Estado en el que no cree ante la reforma del Estatuto, de la que nada esperaba. ¡°El nuevo Estatuto respond¨ªa al intento de endulzar la opresi¨®n nacional y demostrar que el Estado espa?ol pod¨ªa convertirse en un estado democr¨¢tico, pero quienes cre¨ªan esto se quedaron con un palmo de narices¡±. El hecho m¨¢s relevante del proceso entiende que es la manera de actuar de los poderes de Madrid: ¡°En lugar de suministrar a los catalanes una nueva dosis de anestesia, el Tribunal opt¨® por quitarse la montera y decir, va por ustedes; pero sin anestesia las cosas se ven diferentes y el independentismo se consolid¨® como hegem¨®nico¡±.

Desde 2011 es concejal en Berga por la CUP. Las nuevas expectativas las explica en funci¨®n de dos factores. ¡°El primero es que ten¨ªamos raz¨®n; cuando ¨¦ramos treinta en el a?o 68, o setecientos, en el 87, dec¨ªamos que la ¨²nica soluci¨®n era la independencia y ahora la adhesi¨®n de centenares de miles de personas lo confirma. El segundo es no haber bajado del burro, no ceder ni un palmo: dijimos independencia y no lo cambiamos por una posible buena autonom¨ªa, a¨²n sabiendo que la independencia era pr¨¢cticamente imposible¡±.

Est¨¢ obstinado en la causa, como reconoce en su libro Entestat en la independ¨¨ncia, pero tampoco se lleva a enga?o, se sabe un aliado inc¨®modo para quienes la independencia ¡°es hacer una l¨ªnea en el mapa e importar todos los errores de los pa¨ªses en los que mandan las empresas y no las personas, por muchos circos parlamentarios que tengan¡±. Para ¨¦l y los suyos, la segregaci¨®n de Espa?a es la parte f¨¢cil del proceso y salir de la Uni¨®n Europea, ¡°un premio doble¡±. Lo dif¨ªcil ser¨¢ avanzar en sus objetivos ideol¨®gicos, la democracia real y econ¨®mica; que las materias estrat¨¦gicas, energ¨ªa, recursos hidr¨¢ulicos o sistema financiero no est¨¦n a merced de las empresas privadas: ¡°yo no me lo imagino como una simple segregaci¨®n, si no como el no tener dependencias; el colapso energ¨¦tico, el crecimiento exponencial explotar¨¢, no puede seguir todo igual por mucho tiempo, debemos estar posicionados nacionalmente para que Catalu?a sea autosuficiente llegados a este d¨ªa¡±.

La segregaci¨®n de Espa?a es la parte f¨¢cil del proceso, asegura. Lo dif¨ªcil, a?ade, el objetivo ideol¨®gico: la democracia real y econ¨®mica

En el Concert per la Llibertat, celebrado en el Camp Nou, vivi¨® su momento estelar. Tras interpretar ¡°jo vull per dem¨¤ la meva terra lliure¡± dirigi¨® a los asistentes unas palabras, rebosantes de ardor guerrero: ¡°Tenemos un ej¨¦rcito que hace trescientos a?os que nos defiende, gracias a el no hemos sido destruidos como pueblo¡­se llama cultura y nuestros soldados son maestros, escritores, cient¨ªficos, investigadores y los miles de milicianos voluntarios de la cultura popular de cada pueblo y cada barrio... est¨¢ en todas partes, desplegado y armado... con el, haremos de nuestra naci¨®n una tierra libre¡±.

Su ej¨¦rcito es una licencia literaria ¡ªde la que gusta mucho en sus art¨ªculos dirigidos a criticar de forma provocadora al poder establecido, al estilo del trovador Guillem de Bergued¨¤, a cuyas composiciones irreverentes puso m¨²sica¡ª, porque dice descartar la beligerancia y la coacci¨®n para alcanzar sus objetivos. Estos, solamente ser¨¢n posibles despu¨¦s de construir la unidad popular y ejercer ¡°sin ning¨²n miedo¡± la democracia. ¡°Yo siempre defender¨¦ que la democracia est¨¢ por encima de las leyes y ellos, justo lo contrario; el problema real es si Catalu?a es o no un sujeto pol¨ªtico, para ellos no somos una naci¨®n y ah¨ª est¨¢ el viejo conflicto nunca superado¡±.

La ¨²nica seguridad que expresa es que dif¨ªcilmente se volver¨¢n a dar unas condiciones objetivas tan favorables para hacer realidad el sue?o. Sabe de la fuerza real que tienen ¡ª ¡°nosotros lo que queremos es azuzar al tigre hacia nuestro campo¡±¡ª- y como buen gato escaldado por tantas traiciones y decepciones tiene muy claro que, m¨¢s pronto o m¨¢s tarde, llegar¨¢ una contraoferta del Estado. Aunque quiere creer que no va aceptarse, advierte: ¡°Quien proclame la renuncia al proceso deber¨¢ estar muy atento, podr¨ªa pasar que cuando el general se rinda, el ej¨¦rcito siga avanzando¡±.