Ballester, paisaje y arquitectura tras las huellas del hombre
La Sala Kubo expone una treintena de fotograf¨ªas del artista madrile?o

La Sala Kubo de San Sebasti¨¢n ha reunido en su nueva exposici¨®n una treintena de fotograf¨ªas del artista Jos¨¦ Manuel Ballester. Son paisajes, espacios industriales y obras de grandes maestros despojados de figuras, pero con los que persigue "las huellas" del hombre.
"Es una forma tambi¨¦n de tratar lo humano", ha explicado el pintor, grabador y fot¨®grafo madrile?o en la presentaci¨®n de esta muestra que, bajo el t¨ªtulo Jos¨¦ Manuel Ballester. Bosques de luz, se podr¨¢ visitar en la sala de exposiciones del Kursaal desde esete viernes y hasta el 31 de mayo.
Sus im¨¢genes revelan c¨®mo es este tiempo, c¨®mo se construyen centrales solares para buscar energ¨ªa m¨¢s limpia, c¨®mo se producen las transformaciones para trasladar a las viejas instalaciones muse¨ªsticas los nuevos conceptos arquitect¨®nicos o c¨®mo, si uno no renuncia a la tradici¨®n, Leonardo da Vinci o Giotto pueden abrirse camino en la contemporaneidad.
El tiempo, la luz y el espacio son claves en este creador que en San Sebasti¨¢n exhibe su trabajo de los ¨²ltimos ocho a?os, una producci¨®n del Ministerio de Cultura que se inaugur¨® en Tabacalera de Madrid en febrero de 2013 y que tambi¨¦n ha pasado por Zaragoza.
Mar¨ªa del Corral y Lorena Mart¨ªnez del Corral, comisarias de la muestra, han hablado hoy de esos tres elementos como el leitmotiv de Ballester, a quien han definido como un artista comprometido, que indaga y experimenta con las novedades tecnol¨®gicas, lo que le lleva a encerrarse habitualmente en su laboratorio.
Fuera de ¨¦l, se ha movido, entre otros pa¨ªses, por China, Brasil, Francia y Holanda, donde ha fotografiado edificios en Shanghai, Suzhou, Pek¨ªn, Brasilia o Par¨ªs, y puentes como el de Dujiangyan despu¨¦s del terremoto de 2008, donde confluyen realidad y abstracci¨®n. Tambi¨¦n hay paisajes de interior, que documentan la reforma de espacios como el Rijksmuseum de Amsterdam, el centro Tabacalera de Madrid y el Museo Arqueol¨®gico.
La imagen de mayor formato es una impresionante fotograf¨ªa de La ¨²ltima cena de Leonardo sin Jes¨²s y sus disc¨ªpulos, parte de la serie "espacios ocultos", los que Ballester ha hecho aflorar tras suprimir de las pinturas de los genios todas las figuras humanas.
El artista madrile?o ha hecho lo mismo con obras de maestros como Botticelli, G¨¦ricault y Goya, siempre en el mismo tama?o que el cuadro original. A San Sebasti¨¢n ha tra¨ªdo anunciaciones de Fra Ang¨¦lico, Giotto y Leonardo, ya sin v¨ªrgenes ni arc¨¢ngeles para que la vista del espectador se detenga en detalles que antes le pudieron pasar inadvertidos.
Ballester ha asegurado que entra en este juego de forma "muy respetuosa", una interferencia con la que tambi¨¦n quiere hacer ver "c¨®mo funcionamos a la hora de enfrentarnos a una obra". Ha se?alado que la labor creativa tambi¨¦n dispone de una "nube" como la virtual de la que los artistas se nutren. ?l ha conectado a los antiguos con la era contempor¨¢nea y ha encontrado de paso un "hilo conductor" que une ciclos hist¨®ricos muy diferentes. Ha hallado, en la ausencia humana de esos cuadros, una vinculaci¨®n entre Brueghel y Fiedrich, entre Goya y Bacon, entre El Bosco y el surrealismo de Dal¨ª, e incluso del Walt Disney de Fantas¨ªa.
"No digo que tenga sentido pintar hoy como Vel¨¢zquez, pero eso no significa rechazar esa informaci¨®n que puedes compartir ?Por qu¨¦ renunciar a ello si nos enriquece? La tradici¨®n me resulta ¨²til y es una forma de que el arte cl¨¢sico pueda seguir ofreciendo nuevos puntos de vista", ha destacado.
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