El debate sobre los clubes cann¨¢bicos aflora en un juicio en Barcelona

El debate legal sobre el cannabis se ha hecho carne hoy en uno de los primeros juicios en los que se acusa de asociaci¨®n il¨ªcita a los m¨¢ximos dirigentes de un club cann¨¢bico. La vista, celebrada en Barcelona, ha sentado en el banquillo de los acusados a tres j¨®venes de origen italiano que regentan la entidad Three Monkeys, en el barcelon¨¦s barrio del Raval. La Fiscal¨ªa pide para ellos cinco a?os de c¨¢rcel por un delito de tr¨¢fico de drogas y otro de asociaci¨®n il¨ªcita.

El caso arranc¨® hace justo dos a?os, cuando los vecinos se quejaron ante el Ayuntamiento de los "olores" del local y del "trasiego" de personas que entraban y sal¨ªan. La Guardia Urbana realiz¨® una inspecci¨®n administrativa. Al encontrar cannabis y dinero en met¨¢lico -casi 1.200 euros en la caja registradora- detuvo a los responsables del club por tr¨¢fico de droga: el presidente, el secretario y el tesorero. Los guardias han explicado hoy, en el juicio, que los tres acusados se lucraban con la venta de sustancias estupefacientes a personas que entraban en el local sin ning¨²n control.

Los tres miembros de la asociaci¨®n, que sigue actualmente en funcionamiento, han defendido su inocencia. Los responsables han explicado que, cuando se produjo la inspecci¨®n, estaban en proceso de convertirse en un club cann¨¢bico y ya hab¨ªan presentado los estatutos ante la Generalitat. Los polic¨ªas han replicado que carec¨ªan de cualquier tipo de licencia y operaban, por tanto, como "un bar musical clandestino donde se permit¨ªa el consumo de drogas", ha explicado un sargento.

"Ha habido un enriquecimiento il¨ªcito con una sustancia estupefaciente. No hay ninguna ley que ampare el cultivo y la venta de marihuana", ha resumido la fiscal en su informe final, en el que ha reiterado su petici¨®n de cinco a?os para los tres j¨®venes. Uno de los argumentos de la acusaci¨®n es que no exist¨ªa "ning¨²n tipo de control" a la hora de suministrar las sustancias. Los acusados, por su parte, han defendido que solo se distribu¨ªa entre los socios y que se llevaba un control estricto de qui¨¦n entraba y sal¨ªa en el local.

"Mis clientes son v¨ªctimas del momento en el que empezaron la actividad. En ese momento ni los agentes ni el propio Ayuntamiento ten¨ªan ni idea de c¨®mo funcionaban los clubes cann¨¢bicos", ha alegado uno de los abogados de la defensa, Alejandro Barrantes, que ha pedido la absoluci¨®n. "Ser¨ªa un gran error condenar a estas personas. Estamos en un momento de transici¨®n. En un futuro muy temprano todo esto va a estar normalizado".