Janis Joplin a¨²n gana batallas
Magda Puyo dirige 'L'al¨¨ de la vida' en la Muntaner
Desde la primera cr¨ªtica despu¨¦s del estreno en 2002 de The breath of life de David Hare se busca acomodo al ausente Martin. La sombra que une las vidas de Frances (la esposa abandonada) y Madeleine (la amante abandonada) ha sido para unos un esbozo dram¨¢ticamente inconsistente, para otros el habitual personaje que masculino que le roba la funci¨®n a las mujeres ¡ªel topo de las obras pseudo-feministas¡ª, y para los terceros un incordio sentimental que distrae la atenci¨®n sobre otras l¨ªneas de la trama m¨¢s interesantes. La piedra invisible con la que la cr¨ªtica se ha topado una y otra vez. Suficiente da?o para catalogar L'al¨¨ de la vida entre las obras menores del autor de A cielo abierto.
L'AL? DE LA VIDA
De David Hare. Direcci¨®n: Magda Puyo. Int¨¦rpretes: Merc¨¨ Ar¨¤nega y Anna G¨¹ell. Traducci¨®n: M¨°nica Bofill. Sala Muntaner. Barcelona, 18 de febrero.
Ah¨ª est¨¢ ¡ªmarcando territorio desde el ¨¦ter¡ª y la respuesta es un¨¢nime: el abogado comprometido que supera su ¨²ltima crisis vital con un cambio de casa, pa¨ªs y una nueva mujer que sustituye a esposa y amante, es un elemento disonante que puede arruinar cualquier montaje. La soluci¨®n encontrada por Magda Puyo ¡ªeso es lo que se intuye¡ª es minimizar ese fantasma en la adaptaci¨®n firmada con M¨°nica Bofill. Su invocaci¨®n es inevitable. Sin ¨¦l no existe el conflicto que impulsa el encuentro de las dos protagonistas. Pero una vez aceptado esa contribuci¨®n original ¡ªcomo un donante de esperma¡ª, Puyo hace todo lo posible para convertirlo en una an¨¦cdota compartida sin excesiva influencia en el presente de dos mujeres con itinerarios vitales opuestos.
Ellas, solas y maduras, tienen suficientes historias, impresiones, deseos, ideas y recuerdos propios para justificarse como personajes ante el p¨²blico. Cierto es que Hare favorece a la heterodoxa Madeleine frente a la m¨¢s convencional Frances, pero el combate de argumentos sobre estilos de vida, compromisos y literatura ¡ªsin entrar en la danza de celos de Ricas y famosas¡ª es bastante equilibrado. Tambi¨¦n la directora se posiciona ligeramente de lado de Madeleine y por una raz¨®n clara: su defensa l¨²cida y combativa de un rumbo de vida. En la Sala Muntaner la tesis dominante es: quiz¨¢ perdimos la guerra que iba a cambiar el mundo, pero algunos/as ganamos la batalla de cambiar nuestras vidas, aceptando todos los "presuntos" sacrificios sin amargos arrepentimientos. Y si queda alguna duda, entre escena y escena suena el rugido liberador de Janis Joplin como arenga musical.
Adem¨¢s Puyo cuenta con dos formidables actrices de car¨¢cter para defender a estas dos mujeres que se defienden solas. Anna G¨¹ell aporta firmeza, misterio ¡ª?por qu¨¦ busca el encuentro con su rival?¡ª y futuro a la ama de casa y madre renacida en autora de ¨¦xito, y Merc¨¨ Ar¨¤nega le regala a la profesional de la cultura sin descendencia una militancia personal humana, luminosa, con una iron¨ªa que marca pero no hiere.
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