El fraile detenido en Lugo, acusado de prostituir a una menor
La Guardia Civil se?ala que el franciscano pagaba a la chica con dinero de los cepillos. Tambi¨¦n se le imputan abusos a un discapacitado ps¨ªquico
Era la cara amable que recib¨ªa a los peregrinos en el santuario, que se prestaba a posar con visitantes de todo el planeta para las fotos, que se empecinaba, en contra del criterio de otros compa?eros frailes, en vestirse a diario con el h¨¢bito de San Francisco dispuesto a representar su papel de religioso sencillo y cordial. Jos¨¦ Quintela, conocido por caminantes espa?oles, americanos, japoneses o italianos como Pepe el de O Cebreiro, ingres¨® ayer en prisi¨®n comunicada y sin fianza tras prestar declaraci¨®n en el juzgado de Becerre¨¢ que se ha hecho cargo del caso. Se le imputan delitos de abuso sexual y apropiaci¨®n indebida, adem¨¢s de otros relacionados con la incitaci¨®n a la prostituci¨®n y la corrupci¨®n de menores.
?Este fraile de la Orden Franciscana que prestaba servicio en la comunidad de O Cebreiro desde hace unos seis a?os fue arrestado el lunes por la Guardia Civil de Lugo despu¨¦s de una investigaci¨®n abierta hace ahora un mes por los propios agentes, sin que mediase denuncia alguna. Fuentes del instituto armado aseguran que iniciaron las indagaciones a ra¨ªz de que tuviesen conocimiento de los rumores que circulaban por la zona. Tras las pesquisas, los agentes concretaron que las v¨ªctimas eran un discapacitado ps¨ªquico, joven pero mayor de edad, de la capital municipal, Pedrafita, y una menor de una familia en riesgo de exclusi¨®n que vive en una aldea pr¨®xima al simb¨®lico n¨²cleo O Cebreiro, en plena ruta jacobea.
Pepe El franciscano, natural del municipio ourensano de San Xo¨¢n de R¨ªo, que ha aparecido innumerables veces en la prensa y la televisi¨®n, bien bordando un mantel en el mostrador de los souvenirs a la entrada del templo el siglo IX, bien subido a un caballo o a una bici, bien limpiando a paladas la nieve del atrio, guardaba oculto material sensible. Seg¨²n una fuente de la investigaci¨®n, se le intervinieron dispositivos electr¨®nicos, m¨®viles y ordenador, en los que se almacenaban archivos multimedia y en los que aparece supuestamente con la menor manteniendo relaciones sexuales.
Los agentes creen que la joven, de 17 a?os, recib¨ªa algo de dinero a cambio. Estos pagos, supuestamente, los realizaba Quintela (el hermano que m¨¢s horas pasaba en el santuario) con el dinero que cog¨ªa del cepillo. La misma fuente detalla que las familias a las que pertenecen las v¨ªctimas tienen escasos recursos econ¨®micos. El juez de Becerre¨¢ que lleva el caso le imputa al franciscano por estos supuestos hurtos, adem¨¢s de los delitos referidos a la menor, uno de apropiaci¨®n indebida. El Santuario de O Cebreiro, c¨¦lebre puerta a Galicia del Camino Franc¨¦s a Santiago, hace acopio de generosas d¨¢divas por la gran afluencia de peregrinos y turistas.
El ahora preso integraba una comunidad mermada, formada ¨²ltimamente por tres franciscanos desde que la orden se hizo cargo del santuario de Santa Mar¨ªa a Real do Cebreiro en sustituci¨®n del p¨¢rroco casi ciego que hab¨ªa antes. Seg¨²n personas pr¨®ximas a la comunidad, sus compa?eros, que hace varios meses eran m¨¢s, ¡°no hab¨ªan notado nada¡±: "Est¨¢n impresionados, dicen que es vomitivo", aseguran. Todos ellos compart¨ªan un piso en Pedrafita, y quiz¨¢s lo que m¨¢s les llamaba la atenci¨®n de Jos¨¦ Quintela era ¡°el sue?o que siempre ten¨ªa¡±: en casa ¡°dorm¨ªa casi todo el tiempo, andaba como aletargado y sin energ¨ªa¡±, cuentan. Por lo dem¨¢s, todo era normal e incluso destacaba por su capacidad para ¡°sintonizar con los ni?os¡±. No oficiaba ceremonias religiosas, pero se encargaba muchas veces de gestionarlas y cobrarlas.
Una vez que ayer trascendi¨® la noticia, no se hicieron esperar las reacciones de la Iglesia cat¨®lica en Galicia. El Obispado de Lugo, del que depende esta parroquia, habla de ¡°verg¨¹enza¡±, mientras que la Provincia Franciscana de Santiago expresa su ¡°gran perplejidad, dolor y consternaci¨®n¡±. ¡°En ning¨²n caso hubi¨¦ramos podido imaginar en el hermano los supuestos comportamientos de los que est¨¢ acusado¡±, asegur¨® Jos¨¦ Antonio Casti?eira, ministro provincial de la orden, que conoc¨ªa desde el lunes la detenci¨®n pero guard¨® silencio. ¡°Deseamos expresar, en cualquier caso, nuestro hondo pesar por esta grave situaci¨®n y nuestro m¨¢s profundo rechazo hacia los presuntos delitos que han sido objeto de denuncia. Pesar y rechazo que son, si cabe, m¨¢s intensos por la condici¨®n religiosa del imputado, que a?ade a la grave ofensa a las v¨ªctimas, la ofensa a Dios y a sus hermanos de fraternidad¡±, se?al¨® el superior de la orden en un escrito hecho p¨²blico por el Arzobispado de Santiago.
¡°Ofensa a Dios y a las v¨ªctimas¡±
El Obispado de Lugo anunci¨® ayer a primera hora, antes de que Quintela pasase a disposici¨®n judicial e ingresase en la c¨¢rcel de Bonxe, que prohib¨ªa de manera cautelar su presencia en las parroquias de la unidad pastoral de O Cebreiro, as¨ª como ¡°cualquier otro tipo de colaboraci¨®n en el territorio diocesano¡±. En un comunicado, la di¨®cesis lucense puntualizaba que los hechos jam¨¢s fueron denunciados ante el gobierno eclesial: ¡°No se hab¨ªa recibido¡± en el Obispado de Lugo ¡°ninguna clase de denuncia o aviso sobre las presuntas actuaciones que se le imputan¡±. Y a continuaci¨®n se apresuraba en aclarar que ¡°aunque resid¨ªa en la comunidad franciscana instalada en Pedrafita do Cebreiro, este hermano, que no es sacerdote, no ten¨ªa encomendado ning¨²n oficio eclesi¨¢stico por la di¨®cesis¡±.
El obispado que preside Alfonso Carrasco Rouco admite la ¡°gravedad¡± de los hechos y ¡°manifiesta¡± su ¡°cercan¨ªa con las v¨ªctimas y personas que pudieran estar afectadas por este pecado y delito, si as¨ª se confirma¡±. Porque ¡°cualquier abuso es una ofensa a las v¨ªctimas y a Dios¡± y ¡°produce profundo sufrimiento y verg¨¹enza¡±.
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